Dos lineas argumentales separadas temporalmente que se van solapando. Una sobre el año 800, donde se plantea la polémica sobre el descubrimiento de los restos del Apostol Santiago; si realmente fueron encontrados o si fue todo un montaje de la iglesia para recuperar el terreno perdido frente a otras creencias paganas. La segunda historia tiene lugar sobre el año 1100, es un relato de las aventuras de una joven que es perseguida por su ambicioso tío que quiere hacerse con la herencia de su difunto padre.
Toda la novela se desarrolla sobre el Camino de Santiago, que en el fondo es lo que resulta mas interesante. Ver como se van creando y creciendo los pueblos a lo largo del Camino (Roncesvalles, Najera, Berceo, Monasterio de Suso y Yuso, Santo Domingo de la Calzada, Santiago de Compostela). Ambas historias tienen como nexo unas extrañas marcas en forma de espada quebrada que van dejando los canteros por las iglesias que están en la ruta jacobea.
Novela entre el genero de aventuras y el histórico, que no llega a destacar en ninguno de los dos, pero se deja leer.
No me preguntes por que, pero es verdad que algunas piedras del Camino tienen alma. Nunca olvidaré Carrión de los Condes, piedras talladas, ni la Cruz de Ferro, piedras apiladas.
ResponderEliminarMe gustaa¡¡¡
ResponderEliminarNo conozco a esta escritora. Me lo pensaré. Gracias.
ResponderEliminarMe gusto
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