Quinto Accésit del II concurso de relatos hiperbreves ma non troppo 'La siguiente la pago yo'
Solía
andar cabizbajo debido al peso de mis errores. Ella sin embargo, mantenía la
mirada altiva y seducía a su entorno con facilidad. Su seguridad, su caminar
firme y diálogos meditados y convincentes,
a veces le propiciaban un aire distante. Yo la admiraba, aunque a menudo
ella se quejase de mi extraña predisposición a la tristeza. No obstante, mis
actos torpes solían acercarme misteriosamente a los demás. Formábamos una
pareja preciosa, pese a nuestra obvia descompensación. Me obsesionaba no estar
a su altura, que ella acabase rechazándome por mis descuidos e imperfecciones.
Investido
de valor un día le pregunté: Victoria, ¿por qué estás enamorada de mí? Ella,
con voz serena y cierta añoranza en sus ojos, me confesó: porque Fracaso, si tú
me sueltas la mano, yo me pierdo.
Mercedes
Daza García
Buenisimo!!!
ResponderEliminarMuy bueno, Mercedes, siempre se ha dicho que van de la mano y de uno al otro, solo hay un paso.
ResponderEliminarUn beso de epífisis.
Me gusta.Conciso y preciso.
ResponderEliminarExcelente retrato del: como somos, como nos vemos, como nos ven.
ResponderEliminarEnhorabuena Mercedes.
Un abrazo.