jueves, 26 de julio de 2012

Demasiado tiempo...


Demasiado tiempo y demasiados sueños invertidos, despreciando la prima de riesgo de la vida. Demasiado esfuerzo, demasiado corazón…Sin dosificar, como siempre, sin aliento ni respiro. Hijos de un Dios menor, sobrinos de la ira de Dámaso, hermanos de tinta, el griego y su amigo, de nacionalidad borracho, están exhaustos. Más de tres años de avatares, de apostar al rojo y que salga negro, de jugársela en las distancias cortas, de alucinaciones alucinantes, novecientas noches de delirio y un amanecer frente al río, la pasión y el calvario, el polvo de la llanura de Platea y las salpicaduras de espuma y sangre de Salamina. “Escribir es vivir” se titula un libro de conferencias de José Luis Sampedro, lo más parecido a un héroe clásico que este tiempo de silencio puede ofrecer. Pero escribir también es morir. No el escribir del mercenario, que obtiene su soldada de sus letras. No, escribir sólo para disfrutar y escribir para sostener las almas en caída... libre, y para celebrar que te he conocido y que estamos vivos, mientras me muero escribiendo lo que escribo.

Cautivos y desarmados, pobres de espíritu y de solemnidad, desarbolados del bauprés y la cangreja, sin más horizonte que las puertas el Hades, dejados de la mano de Dios y de la del Diablo, ángeles caídos y renacidos como Fénix, Prometeos con los hígados comidos por un buitre, a falta de águilas. Mármoles de galos moribundos, siempre soldados desconocidos. Pero, como licántropos, transformados a la luz de la luna…Y una noche más escribiendo. Escribiéndote a ti, mendigando una sonrisa, retándote a un recuerdo, queriendo que pienses sin que piensen por ti, pensándote para poder pensar y poder vivir mientras estemos vivos.

Demasiado tiempo y demasiados sueños…Demasiadas confidencias y algún que otro misterio, la callada por respuesta y la respuesta por cayado en que apoyar el peso del cansancio. La oscuridad del vacío y la plenitud de la nada. Partículas de dioses desconocidos, ídolos de barro y estatuas de sal por nuestra curiosidad insaciable. Demasiado fatigados para seguir, demasiados tercos para desistir.

Al mirar nuestros bolsillos encontramos tu guiño y un montón de palabras espléndidas, y una mirada radiante, y regresamos al orden de nuestro caos para decirte que ojalá te hubiésemos conocido antes para poder escribirte ayer y el deseo de no conocerte para poder escribirte mañana. Tal vez hoy podamos escribirte. Tal vez por última vez. Tal vez por vez primera. Tal vez…Maybe, just one more try…

martes, 24 de julio de 2012

Braulio o el efecto de una buena cerveza Pilsen en la política económica mundial

I Concurso de Relatos Hiperbreves


BRAULIO O EL EFECTO DE UNA BUENA CERVEZA PILSEN EN LA POLÍTICA ECONÓMICA MUNDIAL     (AUTOR: ALBERTO LUIS COLLANTES NÚÑEZ)

Como los grandes generales de antaño, Don Braulio tenía calculado cada movimiento del enemigo. Era esta su OPA número 50, la 32 de las hostiles y todas las recordaba como si fueran hijas suyas. “Después de ésta”, pensó “seré por fin el hombre más rico de la Tierra”. Y una sonrisa entre sádica y beatífica asomó a sus labios en un rictus casi imposible mientras saboreaba una Duvel belga, fría y en copa.

Como los políticos de antaño, Don Braulio sabía que una guerra debe ser rentable o te lleva a la ruina. Por eso en todas sus adquisiciones, él y su equipo se habían dejado los ojos haciendo números y determinando precios óptimos de compra. Esta vez también.

Como los hombres corrientes, Don Braulio encendió la tele para relajarse. Las noticias anunciaron un atentado terrorista contra un barco americano en el Golfo Pérsico. “La tensión crece y no se descarta que haya un nuevo conflicto armado en la zona, lo que podría suponer una nueva subida en los precios del crudo”, decía una locutora bellísima en las noticias de las nueve. Pero Braulio ya no pudo escucharla más: había eyaculado.

lunes, 23 de julio de 2012

Las mujeres....


"Las mujeres perdonan alguna vez al que las ha engañado, pero nunca al que no han podido engañar"


Jacinto Benavente



 Hijo menor de los tres que tuvo el pediatra Mariano Benavente. Inició los estudios de derecho en la Universidad Central de Madrid, pero, a la muerte de su padre los abandonó para dedicarse a viajar (a Francia y Rusia) y a la literatura. Durante un tiempo fue empresario de circo, y algunos biógrafos sugieren que fue porque estaba enamorado de una trapecista inglesa, la Bella Geraldine2 , lo que él siempre negó. Benavente, que nunca se casó, era homosexual, y sus obras fueron censuradas durante un periodo tras la guerra civil por este motivo.
En 1892 publica su primera obra, Teatro fantástico, a la que le sigue un libro de poemas, Versos, otro de cuentos, Villanos y uno de crítica, Cartas de mujeres, todos aparecidos al año siguiente.
El primer estreno data de 1894: El Mundo ajeno, que no tuvo éxito. . A lo largo de su vida escribirá más de ciento setenta piezas. En Gente conocida (1896) ataca a las altas clases de la sociedad, pero esta crítica se va diluyendo por una amable reprobación en sus obras siguientes, como La comida de las fieras (1898).
En 1899, fundó en Madrid el Teatro Artístico, en el que colaboró Valle Inclán y cuyo objetivo era representar un repertorio guiado por los intereses exclusivos del arte y por su intencionalidad regeneracionista.. Entre sus propósitos, aluden a la escenificación de obras minoritarias y es perceptible un cierto elitismo endogámico en sus propuestas. A los treinta y dos años ya era un autor conocido y, tras pelearse con Valle Inclán en la tertulia del Café de Madrid, formó la suya aparte en la Cervecería Inglesa de la Carrera de San Jerónimo.
El éxito le llega con el nuevo siglo: La noche del sábado (1903), Rosas de Otoño (1905) y Los intereses creados (1907), considerada su obra maestra. Carreter escribe que "el público lo saca del teatro materialmente en hombros, algunas noches de estreno" y obtiene "la aquiescencia de críticos tan difíciles como Unamuno u Ortega y Gasset..

Ingresó en la RAE en  1912, ocupó en 1918 un escaño en el Congreso de los Diputados. Después de la muerte de su madre, en 1922, se fue a EEUU como director artístico de una compañía de teatro y fue, precisamente durante su viaje, cuando se enteró de la concesión del Permio Nobel de Literatura. En Norteamérica pronunció conferencias, se representaron algunas de sus obreras y fue nombrado hijo adoptivo de Nueva York.
De regreso en España, recibe numerosos homenajes (entre ellos, hijo predilecto de Madrid, 1924) y después viaja a Egipto, la Tierra Santa, Oriente Medio y Rusia, donde pasó varios meses.
Fue cofundador, en 1933, de la Asociación de Amigos de la URSS. Durante la guerra civil, Benavente permaneció primero en Madrid y luego en Valencia, donde las autoridades del Gobierno del Frente Popular le homenajearon repetidamente y donde llegó incluso a actuar en escena interpretando el papel de Crispín en Los intereses creados. Una vez terminado el conflicto, ello le creó serias dificultades, aunque él alegase repetidamente que sus tomas de posición le habían sido impuestas bajo amenaza de muerte. Se llegó incluso al curioso extremo de permitir la puesta en escena de sus obras pero sin indicar su nombre, que pasaba a ser "por el autor de La malquerida". No obstante, su presencia en la Plaza de Oriente de Madrid, en la gran manifestación pro-franquista de 1947 —presencia abundantemente comentada y fotografiada en la prensa—, le congració el aprecio del régimen y terminó con el silencio oficial que la censura había impuesto sobre su persona y sus obras.
Fue presidente, a título honorario, de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles durante el periodo de 1948 a 1954.

domingo, 22 de julio de 2012

La Comarca de la Vera 1/3

   Vamos a recorrer hoy esta hermosa comarca del noreste de la provincia de Cáceres, situada en las faldas de la Sierra de Gredos, de naturaleza desbordante y pueblos de bella arquitectura popular.
  
    Desde Madrid cogemos la A-5 hasta Oropesa (Toledo), a 150 kmts. de Madrid, donde nos desviamos para tomar la carretera de Madrigal de la Vera.

    Poco antes de este pueblo, veremos la desviación señalizada que en 3 Kmts. nos lleva hasta la presa del Embalse del Rosarito, gran embalsamiento de agua formado por el río Tiétar. Desde lo alto de la presa tenemos presiosas vistas del entorno.

Piscina natural en Madrigal de la Vera
     Tras esta pequeña parada, ahora sí, nos llegamos hasta el primer pueblo de la Vera: Madrigal. La parte alta es la más interesante, con algunas placitas con arquitectura popular, pero lo que más voy a destacar es la Garganta de Alardos, a las afueras, recorrida por una carretarilla desde la que podremos ver las distintas piscinas naturales que forma este río que baja de las cumbres de Gredos. Las que están alrededor de las ermita de San Cristóbal están muy concurridas en verano, siendo la más bella la que está junto a unos cortados rocosos, bajo un bonito puente romano.

Cascada del infierno en Villanueva
     Siguiendo la carretera sentido Plasencia, antes de entrar a Villanueva de la Vera, veremos la señalización hacia la derecha que nos conduce a la piscina municipal, que en realidad es una piscina natural retocada artificialmente en el mismo cauce del río.

    Volviendo a la carretera, un poco más adelante está la señal hacia la izquierda para entrar a la Cascada del Infierno, que está a apenas 200 metros. Se trata de una impresionante cadena de cascadas que, lógicamente, cuanto más caudal llevan más espectaculares son.

Villanueva de la Vera
     Dispongámonos ahora a disfrutar, bajo mi punto de vista, de uno de los pueblos más bellos de toda España: Villanueva de la Vera. Su arquitectura popular se compone de piedra en planta baja, entramado de madera sobre ladrillo en plantas superiores y coronamiento de balconadas de madera con grandes aleros que, en las calles más estrechas, casi se tocan con los de enfrente. Pasear por Villanueva supone sumergirse en un paraíso de arquitectura rústica de ensueño, del que te dan ganas de no abandonar nunca.

     Muchas calles están surcadas por regateras que canalizan los distintos cauces de agua procedentes de la montaña que atraviesan el pueblo. Ese silencio que envuelve las calles, solo roto por el agradable sonido del agua de las regateras y el canto de los pájaros, te da una sensación de tranquilidad y sosiego indescriptibles.

     No perderse tampoco la plaza mayor y el ayuntamiento, que forman un conjunto rural de gran belleza.
Licencia Creative Commons
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