viernes, 29 de mayo de 2015

Presencias y vacíos

Una lucha tan titánica como improductiva. Un desgaste constante e innecesario. La batalla entre lo que es y lo que fue.

Es esa imperecedera costumbre de la insatisfacción. Tan humana...

No somos capaces de apreciar las presencias. El continuo, como el valor en el ejército, se da por supuesto. Hasta tal extremo que, incluso, llega a presionarnos. Lo que tenemos es ya tenido, y le arrancamos la etiqueta del valor como si fuese la de un precio ya abonado.

Pero nos persiguen las ausencias, esos ayeres que fueron hoy, y en los que dejamos escapar innumerables fragmentos de una realidad que nunca nos pareció compuesta, como el Halcón Maltés, del material del que se hacen los sueños.

Para llegar a un hoy que ya está partiendo hacia el futuro, un hoy que vaciamos de presencias, por descontadas, y en la que rellenamos los vacíos con recuerdos disfrazados, para no inundarnos de melancolía por los agujeros abiertos por debajo de la línea de flotación de nuestras almas.

Hoy es el día. Presencias para parchear los vacíos. Como mal menor. Como bien mayor.

domingo, 24 de mayo de 2015

Retirada

Esta mañana, en el Retiro, un encuentro. Y después otro. Maravillosos los dos.

La Casa de Fieras, con su “leonera” y esa jaula infame del oso polar. Cinco pasos a la izquierda, cinco pasos a la derecha, bajo el chorro incesante de agua. ¡Qué levanten la mano los que se sienten como ese oso blanco amarillento, encerrados en un mundo insuficiente y sombrío!

El Retiro en primavera. El estanque, un café. Niños, perros, bicicletas, patines, runners y abuelos motorizando coches de bebé. Hermoso el paisaje, excesiva la afluencia. Ya ni el Retiro en primavera es un lugar para aquellos a los que mi padre nos definía como “poetas locos”.

El Retiro es más Retiro a primera hora de un día de diario, con mi buen Mats hablando del sentido de la vida mientras yo le respondo sobre lo sentido en la vida. O visitando una exposición en la Casa de Vacas a esas horas en que hasta los cuadros están somnolientos. El Retiro se está convirtiendo en Central Park y los cómicos emigran añorando a Pedro Reyes.


Me retiro. Menos mal que la Puerta de Alcalá sigue de guardia en su puesto.
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La siguiente la pago yo por Rick, Diógenes de Sinope y Albert se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.