sábado, 17 de septiembre de 2011

Los crímenes de Anubis


A caballo entre la novela negra y la novela histórica, la investigación que acomete el Magistrado supremo de Tebas es, por una parte, un enigma de crimen en habitación cerrada y una intriga política con la guerra entre egipcios y mitanios como sustrato. Su señoría es cabal, sereno y juicioso, un tipo íntegro que aúna la bondad con la perspicacia. Cuenta, además, con la inestimable ayuda de Shufoy, un peculiar servidor, amante de los placeres, vivo y lenguaraz.

Una novela muy entretenida que, además, acerca al lector con notable fidelidad a los tiempos del Imperio Egipcio, con sus formas de vida, sus leyes y sus costumbres. Pero que nadie se engañe: las pasiones y las ambiciones no han sufrido cambios desde entonces.

Los crímenes de Anubis
Paul Doherty  2000
Editorial Edhasa
378 páginas

viernes, 16 de septiembre de 2011

Y ahora ...gastronomía !!!!!!

Continuando con la gran labor social que realiza esta página, y ante las peticiones de los oyentes, ahí va una sugerencia para ponerse como el "Kiko".... Buen ambiente, buena música y caldos y viandas para disfrutar.

       







            Cena Maridaje
 Patatas a la Riojana / Castillo de Ygay 2001



Aperitivos…

Sopa fría de tomate con aroma de hierbabuena
Maridaje: Canals Nadal Brut Rosé D.O. Cava
Gilda de Piparra de Ibarra y boquerón en vinagre
Maridaje: Cerveza Alhambra Reserva 1925
Pimientos del Piquillo asados a la leña y rebozados
Maridaje: Tremendus, clarete joven 2010 D.O.Ca. Rioja
Pintxo de Bocarte del Cantábrico
Maridaje: Tremendus, clarete joven 2010 D.O.Ca. Rioja
Para continuar…
Paté artesano de perdiz de la Sierra de Cazorla
Maridaje: Laxas, blanco joven 2010 D.O. Rías Baixas
Para recordar…
Patatas a la riojana elaboradas a fuego lento
Guindillas artesanas riojanas
Maridaje: Castillo de Ygay, tinto Gran Reserva 2001 D.O.Ca. Rioja
Para no olvidar…
Higos caramelizados a la plancha
Maridaje: Moscato Ca´del Baio I.G.P.C. Moscato d´Asti (Italia)
Precio: 39 €

Para empezar…
MIÉRCOLES 21 DE SEPTIEMBRE 21:15 h.
TABERNA DE PATA NEGRA
Pl. DE ALMUÑECAR, 6 MADRID
RESERVAS: 915 471 370
 
 

Un día de playa en el que me dieron pomada

Un día caluroso de verano en costas de Almería, cuatro amigos madrugamos para hacer los preparativos y pasar el día en la playa,  las 12:00 de la mañana, un apartamento de alquiler  hecho un  desastre, sólo había refrescos, alcohol (cervezas, whyski y de too) y algunas bolsas de patatas esparramadas por la mesa centro.

Como todos los días nos lavamos y a desayunar al bar con la cara hinchaaa. Mientras desayunamos organizamos lo que teníamos que comprar para pasar el día, total que los cuatro para el Mercadona donde compramos: pan, algo de embutido, 8 litros de cerveza y una bolsa de hielo.

En el apartamento cogimos la nevera, preparamos los bocatas y con los artilugios necesarios, nos montamos en el  coche para tomar rumbo a la playa que nos aconsejaron el día anterior.

Después de media hora llegamos a una explanada donde había trescientos mil coches aparcados, Joder como madruga el personal!!!! Toallas al hombro, sombrillas, nevera, cometa, gafas de snorkel, mochilas... todo cargado sobre nuestros cuerpos, nos disponemos a andar ese tramito de bajada por un sendero para llegar a la playa.

A los cinco minutos, Chico paraa!!! Que calor!!! Se nos rilaban las piernas del peso, bajo los 40 grados a las dos de la tarde. Seguimos otro poco cuando la chancla de dedo me hace una jugada, piso mal y pego un salto, tres vueltas de campana cuesta abajo con la sombrilla, la nevera, todo giraba!! Me levanto como puedo lleno de polvo como una croqueta, jajajajaja los amiguitos se reían mientras me quitaban las ramas secas y pinchos de los cardos de ese bonito desierto.

Al fin llegamos a una inmensa playa llena de sombrillas y nos disponemos a buscar un sitio estratégico para la utilización de nuestros varios utensilios, divisamos a dos chavalitas de unos 20 años jugando a las palas en topless, con ojos como platos, los cuatro nos miramos y sin articular palabra nos decidimos a montar el  campamento sin pensar en otra cosa que esos bonitos senos.

Después del montaje nos sentamos a observar el espectáculo, a los minutos noto en la pierna algo frío y de un manotazo me quito una baba de 50 cm que colgaba de mi boca, al ver la cara de mis compis y para intentar salir de ese sueño profundo, hago un reparto de bocatas y desenrosco el tapón de una litrona.

Una vez comidos y pasada la pequeña siesta modorra sobre la toalla, nos disponemos a bañarnos para ver algún pececito con nuestras gafas de snorkel. Las olas eran de 3 metros y no era fácil mantenerse cuando una ola me lleva, me hundo tragándome un cubo de agua y perdiendo la orientación total, pierdo las gafas y saliendo como puedo del agua atragantado sin darme cuenta de la peluca de algas de Bob Marley que llevaba en mi cabeza, de nuevo otra ola me vuelve a meter cuando al conseguir levantarme  noto un pinchazo en la planta del pie que vi las estrellas, era un erizo, que dolor!!!!! Salí del agua con cara de dolor sujetándome el pie, con las algas colgando observado a los bañistas y resto de personas rotos de la risa. Hoy no era mi día!!!!

Mis simpáticos amigos buscaban el puesto de socorro para hacerme una cura, donde me quitan las púas y me aplican una pomada, me devuelven a la toalla colgando de los hombros de dos de estos personajes. Al rato, cesa el dolor y mi mala experiencia no me deja bañarme en toda la tarde, por lo que permanezco sentado en la toalla mirando a toda hembra que pasa y escucho una voz ronca que dice: “Porque no miras a otra, salido, menudo día llevas” era un calvo musculoso con mas tinta que un calamar, defendiendo a su novia o lo que fuera. Sin entrar en polémicas me incorporo y saco mi maravillosa cometa acrobática.

Realizados todos los preparativos y con al ayuda de uno de los graciosos consigo levantarla y dejo clavada la cometa en la ventana de viento, empiezo el repertorio con giros, cambio a cuadrados y a los pocos segundos pierdo el control y la cometa cae empicada, noooo, se dirige directa al simpático calvo, la consigo levantar rozándole las cejas y vuelve a caer sobre su pecho.

La gran mole musculosa se dirige directo hacia mi y de la emoción me caigo,  perdiendo las anillas de la cometa, cojo las cuerdas cuando se levanta una gran ventolera y la cometa se eleva como un tiro quemando mis manos, dejando líneas blancas en las palmas de mis manos que ardían antes de recibir la embestida del calvo para ir de nuevo a la  caseta de socorro.

Ante la lamentable situación en la que me encuentro, tendido en la arena, chillando de dolor con las palmas abrasadas, el grandullón no es capaz de agredirme y se retuerce de risa con mis simpáticos amigos, entre todos de nuevo me llevan a la caseta de socorro donde el socorrista no pierde la sonrisa mientras me aplica la segunda pomada.

Esta claro que mi zona es el campamento base y decido quedarme en la toalla tomando el sol e hidratándome con la cerveza durante toda la tarde, mientras unos se bañan otros juegan a las palas, etc.…

La tarde se esta acabando  y ante la situación de las últimas horas me propongo ponerme la camiseta ya que estoy mas rojo que un cangrejo, pero esta vez el socorrista no va a tener la oportunidad de frotarme otro potingue. Creo que voy a sorprender a mis chavales!!!

Me levanto cojeando too rojo con las manos abrasadas llenas de pomada y aprovechando la situación les pregunto a un grupo de chicas guapitas, que han observado lo acontecido durante el día “¿Habéis visto el día tan malo que llevo? ¿Sería alguna de vosotras tan amable de darme crema? ¡No puedo más!”

Se levanta una morena imponente y se pone de rodillas con mi cuerpo entre sus piernas, me pone crema y me aplica un suave masaje en la espalda y en la parte trasera de mis piernas, la amable chica me pregunta “¿quieres que te de mas crema o con esta es suficiente? No, gracias, con esto es suficiente.” (La verdad, no era el mejor momento para darse la vuelta).

En el agua, observo a los tres elementos mirándome con los ojos fuera de orbita, cuando la digo a la guapa mujer: “Me quedaba un hilo de vida, pero con tu ayuda aguantare hasta la  llegada al apartamento”. La joven se levanta y se retira a sus aposentos después de realizar la buena acción del día.

Llega la hora de la recogida y ahora el que se ríe soy yo, ante mi cojera por el erizo, mis manos abrasadas y mi cuerpo quemado por el sol, mi forma de andar no es la mejor por lo que mis simpáticos amigos tienen que cargar esta vez de subida por el sendero con todos los bártulos.

Publicado por Fernando Cangrejo ( y nunca mejor dicho)

jueves, 15 de septiembre de 2011

VII Memorial Daniel de Arce. Torneo de pádel en Bustarviejo

Un año más, los aficionados al pádel tienen una cita con Bustarviejo. Por séptimo año se celebra el Memorial Daniel de Arce, una competición que sirve como excusa para visitar el pueblo y disfrutar de todo lo bueno que tiene.

A los competidores, recordarles que lo importante es participar. Que, como diría Dani, cuando la competición deja de ser diversión ya no vale la pena. Y a los visitantes, que no dejen de conocer el pueblo, porque lo más parecido que existe al paraíso es una caña en una terraza de Bustar, donde te acarician a la vez el sol y la brisa.

¡Nos vemos este fin de semana y el siguiente!


El torneo se disputará los días 16, 17, 18, 23, 24 y 25 de septiembre.

Horarios:
Viernes de 18 a 22 horas
Sábados de 9 a 22 horas
Domingos de 9 a 19 horas.

Formato de juego:  eliminación directa con cuadro de consolación.
Partidos a dos sets con supertiebreak a 10 puntos.

Categorias:
- Masculina (32 parejas)
- Femenino (24 parejas)
- Mixto (16 parejas)
- Junior (16 parejas).

Precio de inscripción:
- 24 € por pareja, segunda categoría gratis.
- Junior, 12 € por pareja.

Fecha límite de inscripción 12 de septiembre.

Premios y trofeos para ganadores, limitado a 150 PPT y Madrileña. Puntos PINK PPR: 300

Más información en: http://www.thepinksports.com/inscripciones.php.

El experto y su pastelera madre

Se me ha averiado el coche. Cuando pongo la llave en el contacto se empiezan a encender las luces del cuadro de mandos sin orden ni concierto. El coche arranca pero no pasa de cuarenta kilómetros por hora.

He conseguido llegar hasta “Talleres Curro Jiménez”, aunque es verdad que el nombre no me tranquiliza. Sale a atenderme un muchacho con un mono blanco impoluto con más pegatinas que el de Fernando Alonso. ¿Ni una mancha de grasa?

- Ahora le atiende el experto.

El experto es un mozalbete imberbe con otro mono que parece el del comandante de la nave “Soyuz”, pero sin casco. Se presenta diciendo que es “Manager advisor environement proactive terminator” de la marca de mi coche. Tampoco me tranquiliza.

-Vamos a ponerlo en la central de diagnosis…

Lo conectan a una máquina que me recuerda la monitorización de mi mujer cuando dio a luz a la mayor, que hasta me entran ganas de darle la mano al coche y acariciarle la frente. En la pantalla hay leds parpadeantes de todos los colores, que parece la “feria choquetín”.

-Esto puede deberse a una diáspora estratificada de los convertibles mononucleicos. Por sobrecalentamiento del revestimiento sideral de la escolopendra de distribución.

Y yo que creía que el arameo era una lengua muerta…

Mira en el bloque del motor y, con un destornillador más fino que el filete de un asilo gira un cuarto de vuelta un tornillo diminuto que yo no hubiese distinguido jamás.

-Acelere…

Acelero y el coche vuelve a hacer lo mismo.

No se desanima. Mira repetidamente el panel de la máquina.

-Puede ser de los pseudoescafoides laterales, que no engranan con la vibradora rotuliana y acotan el recorrido de los torreznos.

Juraría que ha dicho torreznos. Le miro muy serio. Pero no se inmuta.

Saca una llave inglesa como la del “Madelman gasolinero” y aprieta una tuerca ínfima del parasol del asiento del acompañante.

-Inténtelo de nuevo.

Como parecía previsible, el espejo de cortesía que mi mujer usa para comprobarse el maquillaje no tiene ninguna influencia en el funcionamiento de un motor de explosión situado un metro por delante.

-Pues esto es muy raro. Voy a consultar en Internet, en la página de la playesteison, que hay muchos comentarios jugosos.

Se va a su despacho y me quedo al lado del coche, con aire abatido, como Calimero en un concurso de belleza canina. Se me acerca un mecánico mayor, con un mono chorreante de aceite.

-¿Le importa que le eche un vistazo, ahora que no me ve el manager?. Es que si me ve me regaña. Dice que soy un fósil de la mecánica.

-Por favor…

Se agacha y mira debajo del coche. Luego palpa con las manos en el interior del capó, imagino que comprobando las abrazaderas de los manguitos.

-Pierde compresión, luego le falta combustible o aire.

Se da la vuelta y se agacha en la parte trasera. Se incorpora sonriente y me muestra una bolsa de plástico renegrida.

-Algún gracioso se la ha metido en el tubo de escape. Acelere para que el motor revolucione.

Acelero y el coche responde con alegría, aunque no tanta como la que siento yo.

-No sé como darle las gracias…

En ese momento reaparece el experto…

-Sin duda, es una degeneración por sobreexposición del sistema térmico, que genera un flujo intermitente de iones radicales. Vamos a ponerle aloe vera en la junta de culata, para lubricar la disgregación de los componentes caucasianos. Es la típica disyuntiva klingorn-ferengi. Un clásico.

-Ya. Pues nada. ¿Le debo algo por el diagnóstico?

-No, la analítica es gratuita. Pero la avería es grave.

-Pues nada, si es tan amable desconecta mi coche del polígrafo, que me lo llevo.

Le doy cincuenta euros al hombre mayor, ante la estupefacción del “ingeniero”. Pero me parece un pago insuficiente. Así que, mientras saco el coche marcha atrás, no puedo evitar dedicarle a gritos al “experto” algunas palabritas.

-Lechuguino, cenutrio, mangarrán, pisaverde, zangolotino, tuercebotas, tronchavigas, zascandil… ¡Qué no tienes ni puta idea, capullo!

Como dice la publicidad, reparar el coche, cincuenta euros…La cara de aquel botarate y la sonrisa del viejo mecánico… ¡No tienen precio!

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La Noticia del día: "Arrestan a una joven vampiro por atacar a un anciano"

La cosita está como está, señoras y señores. Informa el rotativo malagueño "Sur" que en una localidad del Estado de Florida ha sido detenida una señorita de 22 años por atacar a mordiscos en un restaurante a un anciano de 69 años, al grito de "¡Soy una vampira!", siendo hallada posteriormente por la Policía semidesnuda en el interior del establecimiento." Para ver la noticia: http://www.diariosur.es/rc/20110914/mundo/arrestan-joven-vampiro-atacar-201109140149.html


Las mentes pensantes de LSLPY se plantean las siguientes cuestiones:
- ¿ Tanta hambre se está pasando en EEUU por el tema de la crisis?
- ¿ El anciano está como un queso y la chica lo que quería era "mambo"?
- ¿ El caballero se había perfumado con "Eau de Morcille"?
-  Si realmente es una vampira...¿lleva a rajatabla lo de que "gallina vieja hace mejor caldo"?  
   ¿ O es què no había ningún jovencito al que chuparle...la sangre?
- ¿Se quedo medio desnuda para no mancharse la ropa?
- ¿Qué menús sirven en ese restaurante? A ver si es que la moza se quedó silbando como Diógenes en el bistrot de diseño...

Pues nada, a seguir bien y si ven alguien apetecible...

“Anoche me vino a la mente Walter Brennan....”


Anoche me vino a la mente Walter Brennan; después de esto podríais pensar al menos dos cosas: vaya lo que piensa éste o, sencillamente y a la vez lo mas probable. ¿quién coño es Walter Brennan? Todo tiene explicación, aunque a veces esta no sea sencilla y es que hay que ver los vericuetos que sigue el pensamiento en sus recorridos.

Hablando por teléfono con una muy buena amiga que pasaba unos días en el campo, comentando las bondades de estar sentada en el porche, asistí a un suceso curioso: de pronto un grito, más un alarido,  de cualquier manera expresión de dolor o sorpresa. Claro… Pregunté y no sólo por la inquietud de saber que había pasado, también por  curiosidad y ciertos celos, con el fin de ver que o quien había producido semejante exclamación y que ello pudiera darme una pista de con quien pasaba su asueto mi amiga en el campo, pensando simplemente en un buen pellizco.

Pues ni misterio ni compañía, adiós celos y curiosidad de un golpe, todo quedó en una picadura de avispa. Al sentarse de nuevo en la silla, tras rellenar su copa de Syrah, (esto lo aprendí de ella, hablar de uvas y no de marcas), pues eso, que al volver a sentarse, ignorante del peligro que sobre sus glúteos se cernía, fue a dar con estos sobre el bichito que apacible descansaba, ajeno también a la catástrofe que se le venía encima. Haré la salvedad de que la catástrofe es para un insecto, todo es cuestión de a quien se le vengan encima semejantes posaderas.
Todo se conjugó como habéis visto para que yo, vía telefónica, fuera testigo del encuentro. No sabremos nunca quien atacó primero, si mi amiga all himenóptero o este a mi amiga, el caso es que el resultado fue de muerte para el más débil. Ella es potente, mucho más que cualquier avispa y no voy a hablar aquí de los efectos que pudiera producir en el caso que decidiera picar a alguien.

En ese momento se inicia el movimiento en el mecanismo de pensamiento que llevó a Walter Brennan a meterse en mi cabeza. ¿Por qué no pude sin más haber seguido pensando en mi amiga con su hermosa anatomía? Aún ahora continúo preguntándome si realmente mereció la pena el desvarío, vosotros si continuáis leyendo daréis respuesta a esta cuestión, yo, sinceramente pienso que no, pero vosotros no conocéis a mi amiga y estáis en libertad de decidir.

Esto nos lleva al segundo planteamiento que inició estas letras ¿Quién coño es Walter Brennan? Y que tendrá que ver con una avispa muerta a manos iba a decir, pero es evidente que ningún forense certificaría como causa del  óbito las manos y mucho menos tras mirar detenidamente a semejante mujer y con lo que presuntamente cometió el crimen. El caso es la duda, ¿Puede picar una avispa muerta?
Pues yo no lo sé y Walter Brennan tampoco lo sabía, en una memorable película; bueno él preguntaba sobre otro insecto volador, en concreto una abeja, y la posibilidad de que esta fuera capaz de picar una vez muerta. Película no, peliculón, verdadera obra maestra en mi opinión, sobre la que amenazo con hablar en otra ocasión, “Tener y no tener”.

Walter Brennan es un ACTOR, secundario de lujo, de esos sin los que las grandes películas no brillarían tanto, de esos que hacen que los protagonistas puedan apoyarse para su lucimiento, a los que se puede maltratar o matar sin remordimiento, querer con ternura, reírse o llorar con ellos. En esta ocasión es querido, mimado y protegido hasta de si mismo por uno de los cínicos y duros personajes que encarnaba a la perfección Humphrey Bogart. ACTOR del que la mayoría de nosotros no sabemos el nombre cuando aparece en pantalla pero que nos “suena” de otras ocasiones y siempre recordamos algo que le identifica en cada película. En “Tener y no tener” es un borrachín que siempre demanda una cerveza o un trago, con corazón de oro y que ni por alcohol traiciona a su amigo y protector, siempre rondando y ayudando a que se desarrolle la acción… ¡qué sería del cine sin estos personajes imprescindibles!

No me resisto a citar el diálogo que invocó a Walter Brennan:
Eddie: “¿Te ha picado alguna vez una abeja muerta?”
Harry “Steve” Morgan. ¿Una abeja muerta? Eso es imposible.”
Eddie: “Claro que es posible. Hay que tener mucho cuidado con las abejas muertas   
            cuando uno las pisa con los pies descalzos. Si las pisas pueden picar tan fuerte
            como cuando estaban vivas, sobre todo si estaban enfadadas cuando las
            mataron.”


De esto extraigo una conclusión y con ello me queda clara una cosa: con desenlace  semejante al sufrido por la avispa yo nunca habría muerto enfadado con mi amiga y sigo considerando un auténtico desvarío por mi parte haber dejado que Walter Brennan la desbancara de mis pensamientos.

Me permito como final sólo un consejo ligero y sin exigencias, de esos que se pueden dar a cualquiera: no dejéis de ver esta película o repetir si ya la visteis, tendréis la oportunidad de ver a un gran secundario en ejercicio.

Hasta pronto….
Jesús

martes, 13 de septiembre de 2011

Las lámparas.

Sonó el timbre del portero automático y, aquellos petardos a los que no veíamos desde el día de nuestra boda, nos contaron que habían llegado esa misma tarde a Madrid para verse las caras con nosotros y con nuestra nueva casa. Estaban impacientes por abrazar, después de tanto tiempo, nuestros felices cuerpos de recién casados y darse un atracón de satisfacción contemplando las lamparillas con las que nos habían agasajado el mismo día del enlace.
Cuando colgué el telefonillo, (en mi casa todos empezábamos a ser diminutivos), me tropecé con la fracción de segundo que necesitaba para recoger los trozos de una tarde rota que seguramente no tenía arreglo posible.
Para nuestra fortuna, vivíamos en el último piso, de lo que en ese momento, se había convertido en una estación sin salida y le pedí a Marta que colaborara con la destrucción.
Con los ojos dislocados por el miedo a ser descubiertos, tiramos al suelo todo lo que encontramos a nuestro paso a toda máquina hasta el dormitorio.
 Cuando llegamos a nuestra parada, guardamos bajo las ruedas del tren en el que dormíamos las lámparas de noche, que en nuestro caso, eran las mismas que utilizábamos durante el día. Volcamos nuestros contenidos cajones sobre la cama. Descolgamos perchas en grupos irregulares de familias numerosas, desparramando por el suelo, hijos, padres, madres y algún que otro abuelo, que guardaban silencio mientras les pateábamos con nuestra desvariada violencia.
Con la certeza de que el tesoro que los viajeros estaban buscando se encontraba bajo estricta vigilancia y nunca podría escapar el tiempo suficiente para delatar nuestra estúpida hipocresía, recuperamos nuestras posiciones frente al ascensor y antes de que lo abandonaran del todo y para siempre, golpeamos el aire con las manos llenas de excitación para recrear la más auténtica desesperación que el mundo jamás haya conocido.
Hasta la hora de la despedida, repasamos una y otra vez lo impresionados que nos encontrábamos por los acontecimientos del día en el que llegamos a casa cinco minutos antes de la inesperada visita de unos muy buenos amigos nuestros, para comprobar estupefactos que nos habían entrado a robar mientras paseábamos por el barrio y que los objetos sustraídos eran innumerables y de un incalculable valor sentimental, como las maravillosas lamparillas con las que, casualmente, aquellos mismos amigos habían honrado nuestro hogar. 

Publicado por Alicia.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Los Balnearios y la madre que los parió. III

Una vez en el vestuario, me acerco a la taquilla que me han asignado. En ella tan solo hay un batín blanco y una especie de tanga de una tela muy ligera. Me desnudo totalmente y estudio como ponerme esa especie de taparrabos. No es muy complicado, el problema es que la tirilla de atrás se me mete por la raja del culo y el pequeño triángulo delantero no llega a cubrir mis atributos sexuales, que dicho sea de paso no son nada especial. Vamos, que parte del huevo derecho se sale por un lado de la tela. Lo peor es que como no acostumbro a depilar mis partes, asoma por todos los lados un gran matojo de pelos.

Sin darle mayor importancia me coloco el batín y me dirijo a la sala de las piscinas, duchas y demás. Me encuentro con mi mujer ataviada con el mismo batín y me dice que se va a dar una sesión de lodos, que consiste en que te untan el cuerpo con barro. – A mi me da un poco de asco – La contesto. Sin saber en que consiste, decido hacer un circuito denominado de Termas Romanas y duchas variadas.

Una vez en la sala de las Termas, me encuentro con un grupo de bañeras alineadas, por las que tienes que ir pasando cada pocos minutos. Me quito el batín y entonces noto como todos (ya en el agua) me miran. No se si me miran a mí o al huevo que asoma por entre el taparrabos. Me da igual, me dispongo a meterme en la primera bañera. Se trata de agua a 34 grados. Está algo caldosa para mi gusto, pero la verdad es que relaja. Segunda bañera. 38 grados. Me empieza a molestar, pero al cabo de un momento no se está mal. Tercera bañera. El agua está a 42 grados. Como estamos en julio es algo molesto, pero aguanto como un campeón. Solo me queda una bañera y la última me ha costado soportarla, pero me meto de un salto sin pensarlo. Me quedo paralizado. El agua está a 14 grados y dicen que es bueno para tonificarte después del agua caliente de las anteriores. Se me ponen morados los labios, las uñas, las cejas y de tanto apretar el culo, la tirilla del tanga me empieza a molestar de forma indescriptible. Salgo reptando antes de que me dé un ataque al corazón y decido no volver a hacer ese maldito circuito. Me pongo el batín y me dirijo hacia el circuito de duchas.

Ducha Jet Stream. Me meto en un pequeño habitáculo, cierro la puerta y según indicaciones pulso un botón situado en la pared. De golpe y sin saber de donde, sale un chorro de agua a presión de la pared dirigido a mis costillas. Creo que esto lo han copiado de la prisión de Alcatraz. Intento apagarlo, pero no puedo. Resbalo, caigo al suelo y no me puedo levantar. El chorro no para. Logro salir jadeando y la gente me mira porque estoy despeinado, con un moratón en el costado y además el tanga se me ha dado la vuelta, por lo que se me ve todo.

Aparece un empleado y ayudándome a ponerme el batín, me pregunta que porque llevo un tanga de mujer en vez de un slip de caballero. Miro a mí alrededor y en efecto, los hombres llevan una especie de calzoncillos de tela azul. Me dirijo al vestuario para cambiarme y decido no continuar con este suplicio. Esperaré a mi mujer en el Bar tomando una cerveza y esta tarde continuaré con la sesión de masajes corporales.

Continuará ...
Publicado por Clar Gueibol.

domingo, 11 de septiembre de 2011

SENDERISMO.- Rascafria - La Iruela - Las Presillas - El Paular

Distancia recorrida: 21,32 kilómetros
Altitud min: 1.130 metros, max: 1.641 metros
Desnivel acum. subiendo: 545 metros.
Grado de dificultad: moderado
Tiempo: 5 horas 15 minutos
 
Terminan las vacaciones y nos vamos reincorporando a nuestros quehaceres diarios. Tras estos meses de sol, playa, cervecitas, buffet de hotel y chiringuitos varios, es posible que nuestra forma física este un poco descuidada.

Con esta marcha comenzaremos a recuperar ese tono físico que todos deberiamos tener, y que nos empeñamos en olvidar. En esta ocasión he elegido Rascafria, localidad madrileña rodeada de bosque y al pie de Peñalara.

Comenzaremos desde el mismo pueblo, podemos dejar el coche donde mejor nos venga, nosotros lo estacionamos en la parte alta, en la zona de "Las Matillas", al lado de unas canchas de tenis y el principio de la pista forestal que vamos a recorrer.

La ruta transcurre en un 95% por pista de tierra. Existe un pequeño tramo al inicio, señalizado con los puntos "A" y "B", en el que atajamos por un pequeño sendero de montaña con algo mas de pendiente (hacia arriba), que podemos evitar siguiendo por la pista.

El recorrido no tiene ninguna dificultad, pudiendo realizarse con ropa comoda y zapatillas deportivas. El primer tercio de la excursión es cuesta arriba, con suave pendiente y el resto iremos descendiendo y llaneando. Si bien nos encontraremos con un par de caños de agua y varios arroyos, es necesario ir provisto de agua abundante ya que en los meses estivales hace mucho calor.

No tiene problemas de orientación, solo hay que seguir la pista forestal y en los tres cruces que nos surgiran siempre optaremos por la izquierda.

Una vez lleguemos a la carretera que sube a Cotos, la M-604, tendremos que retroceder unos 200 metros para coger la entrada al Área Recreativa "Las Presillas". Aqui podremos descansar a la sombra hidratándonos en el kiosco que hay frente a las piscinas naturales. Los valientes se pueden bañar, teniendo en cuenta que el agua no va a estar como una "sopa", sino más bien como una "vichyssoise". Continuaremos por un camino o carretera que sale junto al aparcamiento hasta el Albergue Juvenil "Los Batanes", y desde aquí por otro sendero que discurre paralelo al rio hasta Rascafria donde finalizaremos la ruta.

>>> Descargar track para gps

Perfil de la ruta 
Licencia Creative Commons
La siguiente la pago yo por Rick, Diógenes de Sinope y Albert se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.