martes, 25 de octubre de 2016

Gobernabilidad

"Yo pienso votar "No", porque no es no. Y luego votaré en blanco, como Pepiño. Y después votaré que sí mientras me abstengo y abandono el hemiciclo para rodear el Congreso. Empezaré el asedio ocupando la fábrica de Mahou en Guadalajara y luego ya, si eso, me iré acercando a la Carrera de San Jerónimo. Y me haré raeliano, porque está claro que los ovnis son los que han creado la vida en la Tierra en general y en la serranía de Albarracín en particular. Y porque estoy con Mariano cuando dice que los españoles son muy españoles y mucho españoles y que es el vecino el que elige al alcalde y el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde. Y si Pablo Iglesias quiere ser antitaurino, que empiece por cortarse la coleta. Que quede claro: lo mejor es que los parados se vayan a trabajar a Laponia y que Sergio Ramos se convierta en traductor del Ministro de Asuntos Exteriores. Se lo dije a Albert Rivera: vamos a pactar con Maduro y con el Sultán de Brunei, que lo importante es pactar, y no me apeo de ese burro.
No voy a hacer más declaraciones desde este mi retiro de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal.
No voy a responder preguntas. Muchas gracias."
Extracto de mi discurso de investidura, que ya se sabe, investidura lo que dura dura...

domingo, 23 de octubre de 2016

Tánatos...y Eros.

Tarde en el tanatorio. El ciclo de la vida tiene un final, necesario por otra parte. Será precisamente porque yo también me hago viejo, pero los muertos viejos me parecen como los Tercios Viejos, gentes que han combatido y caen con la dignidad de la batalla terminada. La muerte no es el final, dice el himno, que cobra sentido al ser cantado por los vivos. Los vivos son la supervivencia de los muertos, y así, nada me enorgullece más que escuchar que cada día me parezco más a mi padre.
La tristeza por perder a quien se ama no tiene cura, ni tratamiento, ni analgésicos que alivien la sintomatología. La tristeza y el dolor son dos platos que te tienes que comer sin más aliño que el silencio. Pero, serán las primaveras que ya he dejado atrás, los tanatorios me deprimen más por los vivos en los que sobreviven los muertos que por los muertos en sí mismos.
Y lo más desolador de la tarde ha sido ver rechazado por tres veces, en tres salas, al cura que acudía a prestar el auxilio espiritual. Ya he dicho muchas veces que soy como mínimo agnóstico, en un día de dudas, y ateo perdido todos los demás. Pero era terrible la compasión que despertaba el rostro de ese hombre que creía que podía ayudar ante cada negativa. Tres veces negado, como San Pedro. Había algo muy conmovedor en su mirada. Yo no le habría hecho sufrir así, sinceramente.

Pero, ya lo decía el personaje que interpretaba Richard Attenborough en “Parque Jurásico”, la vida se abre paso. Así que en lo que queda del día y mañana, y pasado mañana, y hasta que la muerte nos separe, vivamos. Somos la memoria de nuestros seres queridos. Honrémosles con la vida. 
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La siguiente la pago yo por Rick, Diógenes de Sinope y Albert se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.