domingo, 29 de julio de 2018

TRES DÍAS EN ALICANTE 6/6

     Subiendo por este segundo recinto tenemos tramos de adarve que se pueden recorrer, tanto por el muro que da al mar como por el que da al interior, y siempre con magníficas vistas. La parte central es un bosque de enormes pinos entre los que hay restos de antiguas dependencias militares, como el polvorín.

     Llegamos a la parte más antigua del castillo, separada del resto por una muralla más fina (cuando se construyó aún no existía la artillería) y un foso que se salva por un puente que en su día sería levadizo, y cuya entrada se protege con una alta torre de planta rectangular por la que accedemos al tercer recinto. Esta torre tiene varias plantas con salas expositivas y acceso a la azotea.

     En esta zona, por la parte que da al mar, se encuentra el baluarte de la Mina, una amplia terraza que ejerce de mirador. También en este recinto están los antiguos calabozos y el segundo nivel de parada del ascensor. Además tenemos un chiringuito con terraza resguardado bajo la sombra de un pequeño palmeral, donde podemos descansar y refrescarnos un poco.

     Nos queda subir al cuarto y último recinto, el más elevado, al que se accede por una rampa que culmina en un puente que salva otro foso. Tras pasar por la puerta, un estrecho pasillo nos conduce a un amplísimo terrazo, el cual estuvo ocupado en parte por la Torre del Homenaje, hoy inexistente. Poniendo como único lunar el hecho de que aquí hay instaladas numerosas antenas (las cuales está proyectado eliminar), estamos en un mirador que nos proporciona una de las vistas más maravillosas que nos podamos imaginar. Da igual que dirijamos nuestra mirada hacia una dirección u otra: se puede decir, y no exagero en absoluto, que oteamos la mayor parte de la superficie de la provincia de Alicante. Voy a tratar de explicarlo con palabras, aunque se me hace complicado.

     Mirando hacia el norte, seguimos con la mirada la línea de mar desde la ciudad, y vemos San Juan, El Campello y Villajoyosa hasta Benidorm. Desde aquí vamos girando hacia poniente y vemos las sierras Aitana, La Carrasqueta y del Maigmó. Hacia el sur, el campo de Elche, cogiendo después la línea de costa, y en lontananza se intuyen Torrevieja y Guardamar, y más cerca el cabo de Santa Pola con la Isla Tabarca a su izquierda. Hacia el este, la inmensidad del Mediterráneo, y ya debajo nuestro, la Playa del Postiguet, el puerto y toda la ciudad de Alicante, con el precioso barrio de Santa Cruz a nuestros pies.

     En este mirador tenemos la imagen más exportada de Alicante, donde todo el mundo se fotografía, junto a la garita de "La Campana", con el puerto y la playa de fondo.

     Y aquí, en lo alto del castillo de Santa Bárbara, con estas panorámicas donde las palabras sobran, donde solo cabe ejercitar la vista, donde uno no quisiera irse nunca..., finalizamos nuestra visita de tres días a Alicante. Por cierto, que la hora de cierre del castillo es posterior a la puesta de sol. ¿Nos quedamos a verla?...










SALUDOS

EL RURAL
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