sábado, 23 de abril de 2011

Coltan

De la novela, lo que menos me ha gustado es la novela. Me explico. Es la misma sensación que me dejaron los de Stieg Larsson. El escenario es muy seductor. En “Coltan”, el entramado de las grandes empresas, los políticos, las mafias y los ejércitos privados, las materias primas y los monopolios que ponen en determinadas manos las palancas del poder económico, que, a la postre, es el único poder. Y la traducción de todos estos juegos en lo cotidiano: los muertos en las guerras, los muertos en las traiciones, los muertos en miserables explotaciones, daños colaterales sin importancia para los que detentan la hegemonía (en Larsson, la pederastia, la violencia machista, los asesinos en serie, los servicios secretos, etc ).

Pero no me convencen los personajes centrales, conductores de la historia. No acabo de creer que haya gente tan lista, tan hábil, con tantos recursos, tan serena en las decisiones cruciales… Soy más de Jaritos o Wallander, de Bevilacqua o Toni Romano, o de Carvalho, de Marlowe o Spade, más cotidianos, perdedores y ganadores a un tiempo, con suerte y sin suerte.

De cualquier modo, vale la pena leerla para ubicarse este mundo globalizado y poner en valor lo que esto significa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
La siguiente la pago yo por Rick, Diógenes de Sinope y Albert se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.