viernes, 8 de abril de 2011

El James Joyce Irish Pub


Hay que decir que el que nosotros aterrizásemos en este local es pura casualidad. Hace un par de años, y con las dotes de organización que tanta popularidad nos han dado, nos pusimos (se puso Napo, que es el único que tiene momentáneos lapsos de razón, parafraseando a Pink Floyd) a buscar un restaurante para la cena de Navidades con un día de antelación. Y, casualmente, en el JJ había mesa.

Nos fuimos para allá y salió todo tan bien que nos gustó. Volvimos a tomar una cerveza y nos volvió a gustar. Volvimos a tomar otra cerveza y nos volvió a gustar. Y así sucesivamente. Vamos, que cada vez que vamos nos gusta más.

El local es muy bonito y tiene unas espectaculares vidrieras con imágenes de literatos. Está situado en parte del antiguo Café Lyon, y conserva un aire del XIX, que combina de maravilla con su atmósfera irlandesa, aunque dicen que algunos espíritus de los que se reunían en tertulias en los años treinta, aún circulan por ahí. La música de fondo es deliciosa. Las cervezas son para todos los gustos, de rubia platino a morena negra. Y la comida es sabrosa y a un precio muy asequible. Tienen dos pantallas gigantes en las que puedes ver todos los acontecimientos deportivos (especialmente el fútbol y el rugby, que son religión) en un ambiente festivo. Y música en directo para los aficionados a los conciertos de club. Pero todo esto no es lo que nos hace volver.

Volvemos por Liam, ese irlandés de Inglaterra o ese inglés de Irlanda, que nunca se sabe, por Mathew, otro irlandés aficionado al rugby y simpático como si fuera de Cádiz, y por todos los demás que trabajan allí. Tienen la cualidad de hacerte sentir como en casa, siempre llevan a mano una sonrisa o un comentario agradable y nunca permiten que tu media pinta esté vacía. No sabemos quien es, pero hay que felicitar encarecidamente al encargado de recursos humanos. Porque da gusto.

Así que, amigos, conocidos, seguidores de este blog, gourmets, aficionados a los deportes, aficionados a la cerveza y al Jameson, aficionados a la música y, en general, aficionados a las cosas buenas que tiene la vida, no perdáis la oportunidad de tomar una pinta y pasar un rato en este rincón de Irlanda en plena calle de Alcalá. 

2 comentarios:

  1. Si señor, muy recomendable, buena cerveza, buen ambiente y sobre todo buena gente.

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  2. Y según la hora que vayas, público variopinto, pero siempre interesante, y a veces sorprendente. Incluso vamos nosotros...

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