Ya queda muy poco. Tengo la boca seca. No puedo evitar dar un repaso a mi vida, con sus alegrías y sus tristezas, con todos esos errores y con algún que otro acierto. Pensar en la gente que quiero y he querido, y en la que me quiere y me ha querido.
Va a llegar el momento, y siento que no estoy preparado. Para ellos soy otro más. Pero llevo conmigo el bagaje de toda una historia, sí, con minúsculas, pero mía, mí historia. El miedo no me deja pensar con claridad.
Me abrazo a mi mujer y en mi abrazo va el amor y el deseo y los sueños compartidos y la imagen de nuestros hijos, y todas las fatigas para sacar adelante juntos una familia. Me mira fijamente a los ojos.
- Cariño, es un análisis de sangre. Un pinchacito y ya está.
Pues no quiero ni saber lo que te pasaría si fueras al urólogo....¡Ains!!!
ResponderEliminarSe viene el desmayo :))
ResponderEliminarTaaaanta expectativa para ese flojo.
Buen micro.
¡Saludos!
Donde esté un buen proctólogo con dedos largos y gruesos que se quite lo demás.
ResponderEliminarMucho valiente veo yo...Habría que veros en la sala de extracciones ( no en la de introducciones, Epi...)
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