Palancas emocionales capaces de mover el mundo sin más punto de apoyo que el corazón de la víctima. Amenazas veladas, lágrimas de cocodrilo y daños colaterales. Tiempos terribles. Buscando un pretexto, buscando un conflicto, buscando un tesoro de cuento que saben que no existe. Pero siguen buscando. Aunque cada paletada de tierra que sacan les aleja del cofre y solo sirve para enterrar vivos a sus semejantes. Buscando.
jueves, 6 de octubre de 2016
Buscando...
Imposiciones. Exigencias. Nada especial. Pero un juego con doble rasero. Porque nadie fija las normas de antemano, con lo que las vulneraciones del código son a gusto del consumidor. Cotillas y chivatos, que buscan aliviar sus penurias penalizando a los demás. Envidiosos y tristes. Una pléyade de carroñeros en busca del tuétano de los huesos rotos. Los que inventan realidades y los que las ajustan a medida, de forma que el universo queda entallado en sus deseos. Y de tanto manosear los recuerdos, convierten lo que quisieran que hubiese sido en lo que fue, arma arrojadiza contra la que la razón no tiene defensa.
miércoles, 24 de agosto de 2016
IV Concurso de relatos hiperbreves ma non troppo “La siguiente la pago yo”
Ante la coyuntura política española, el Brexit, la inminente subida del precio de la cerveza, etc., nos hemos dado cuenta de que no hay tiempo que perder, y hacemos la siguiente declaración:
LA SIGUIENTE LA PAGO YO convoca el IV Concurso de relatos hiperbreves ma non troppo “La siguiente la pago yo”, de acuerdo a las siguientes bases:
1. Un año más, LA SIGUIENTE LA PAGO YO reivindica el relato hiperbreve ma non troppo, del que es inventor y patrocinador mundial, como uno de los géneros literarios del futuro. El presente no está claro, pero de eso ya nos ocuparemos.
2. En este Concurso podrán participar todos los juntaletras (y juntaletros) del planeta Tierra que hayan cumplido 18 añazos el día en que se cierre el plazo de presentación de relatos. No importa su nacionalidad, religión, afiliación, talla o sexo; incluso los que no lo practiquen nada pueden presentarse. Nos gustaría que los que se presenten se hicieran seguidores de nuestro blog (http://lasiguientelapagoyo.blogspot.com/), y nuestras cuentas de Facebook y Twitter. Pero ni siquiera eso es obligatorio.
3. Los relatos han de ser inéditos (véase definición de la RAE), o sea, que no hayan salido en ningún medio, incluidos revistas, blogs, hojas parroquiales, fanzines o vídeos de youtubers. Y deben ser escritos en la lengua materna de García Márquez, o sea, el castellano. Ya nos gustaría aceptar obras en los idiomas del futuro, como el chino, el inglés o el sánscrito, pero somos limitados, no damos para más.
4. Tampoco se pueden presentar los relatos que están ya concursando en otros certámenes literarios de modo simultáneo. Eso está muy feo. Si quieren participar en “Chinchilla Shore y Viceversa”, es cosa suya.
5. El tema de los relatos es como el Sol cuando amanece. O sea, libre.
6. Los relatos se presentarán escritos a ordenador en un formato editable (programa Microsoft Word, o similar. Nada de pdf), con la siguiente configuración: fuente Times New Roman, tamaño 12, interlineado sencillo, márgenes de páginas 2,5 (los cuatro). Está muy claro. Y no es manía, es que luego gestionar los relatos en mil formatos es difícil, así que los que no lleguen así, con todo nuestro pesar, serán excluidos.
7. Como corresponde a los relatos hiperbreves ma non troppo, su extensión no será mayor de 33 líneas. Por favor, no hagan truquitos como alargar los márgenes, que les pillaremos igual.
8. Se rechazarán los textos con contenido racista, xenófobo, discriminatorio o insultante, porque solo faltaría. Por favor.
9. Cada participante podrá enviar un solo relato. Si tienen más, no se preocupen, hay un montón de concursos, aunque no tengan nuestro prestigio.
10. Los relatos se presentarán firmados con un pseudónimo, como por ejemplo “Tertuliano enamorado”, “Garganta profunda” o el que de las mentes calenturientas de autores o autoras surjan.
11. Atiendan, que esto es muy importante: el relato se enviará en UN correo electrónico, que llevará DOS ficheros adjuntos. El primer fichero contendrá el relato, y llevará como nombre el título del mismo. El segundo fichero contendrá los datos personales del autor (título del relato, pseudónimo, nombre y apellidos, teléfono de contacto, correo electrónico) y llevará como nombre el título del relato, más las palabras “datos personales”. La dirección a la que deben enviarse es hiperbreveslasiguientelapagoyo@gmail.com. En el asunto deberá figurar el texto “IV concurso de relatos hiperbreves ma non troppo”.
12. Si alguien pone su nombre, apellido u otra seña de identificación en el relato, o en el mensaje de correo electrónico (que no sea la propia dirección), nos veremos en la penosa obligación de rechazarlo. Ah, y por favor, no nos manden curricula, méritos o biografías. Respetamos y admiramos a todo el mundo, pero preferimos que el jurado no se impresione por sus hazañas.
13. Los relatos podrán enviarse hasta las 23:57 (hora peninsular española) del domingo, 9 de octubre de 2016.
14. Se concederá un premio, consistente en un lector de libros electrónico, por cortesía de nuestro patrocinador de este año, la EDITORIAL CÍRCULO ROJO, que ha publicado hasta el momento todos los libros de La Siguiente la Pago Yo. Es una excelente editorial, seria y limpia, y a precios muy ventajosos. El premio no puede ser canjeado por su precio en metálico. Como en anteriores ediciones, todos los concursantes recibirán, el diplomo (con “o”) personalizado por su participación, que va camino de ser un objeto de coleccionista.
15. El jurado que otorgue los premios estará compuesto por los gestores del blog “La siguiente la pago yo”, si es que siguen en libertad (aunque sea condicional). El fallo o error se hará público el día 31 de octubre de 2016, a través del propio blog (http://lasiguientelapagoyo.blogspot.com/), así como facebook y twitter.
16. La entrega de los premios se realizará en fecha a confirmar, pero lo que es seguro es que habrá cerveza y risas, como ha sido hasta ahora.
17. El concurso no puede quedar desierto, porque para eso no lo convocamos.
18. Los relatos concursantes podrán ser publicados en el blog “La siguiente la pago yo”, de gran difusión universal y cósmica, si nos da tiempo. En caso de que los autores no indiquen otra cosa, aparecerán firmados con el pseudónimo.
19. LA SIGUIENTE LA PAGO YO no conservará ningún derecho sobre los relatos presentados ni premiados, perteneciendo estos a sus autores, que pueden hacer con ellos lo que les pase por el mismo.
20. Al participar, los autores aceptan expresamente estas bases. Cualquier incumplimiento de las mismas acarreará la exclusión del concurso. Y eso es molesto, así que cumplan, por favor.
21. Como ya les hemos dicho antes, les exhortamos a que se adhieran al blog a través del mismo o de facebook o twitter, y a que se animen a escribir en el blog cuando quieran. Los contenidos pueden enviarlos a la dirección arriba citada.
22. Chimpón.
Madrid, España (que nadie se ofenda), 24 de agosto de 2016.
viernes, 19 de agosto de 2016
Complejos
Me
apasionan las personas complejas. Me apasionan y me agotan, también
es verdad. Son los que han comido del fruto del árbol de la
sabiduría, asesorados por una serpiente imagino que adscrita a algún
colegio profesional. Robada la fruta, decía el Génesis que
descubrían la vergüenza, cosa previsible, que el conocimiento de lo
que somos y, sobre todo, de lo somos capaces de ser, ruboriza al más
desalmado.
Como
castigo, otro postre, esta vez del árbol de la vida, que te
condena a la conciencia de la muerte. Me
parece poca pena para tanto delito, que lleva implícito el beneficio
penitenciario de la redención del miedo, porque puestos a morir,
mejor vivamos.
Pero decía
Zaratustra que “quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su
vez en monstruo, que cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo
también mira dentro de ti”. Y eso sí que duele.Y así ves
retorcerse a los más brillantes en brazos de un relativismo
criminal, perdida toda inocencia, asustados ante las dimensiones de
sus propias dudas y acosados por la insoportable levedad del ser, que
diría Kundera.
Para
evitarlo, aconsejo tirar del botiquín del alma. Con efecto
analgésico y antinflamatorio, tienes el frasco de la belleza, las
grageas de la frivolidad, el jarabe del absurdo, las cápsulas de la
risa y las pastillas del amor. Combina los principios activos,
adminístrate las dosis que necesites y no dudes en consultar a tu
farmacéutico. Curar, no curan. Pero como paliativo son inmejorables.
Buenas
noches, personas complejas, desde el noveno de los círculos. Se
equivocaba Dante, porque el infierno es más como un serpentín, o
como el rombo eterno cuya cinta gira siempre para devolverte a la
misma cara. Transitado el ciclo completo de curvas, vuelves a la
casilla de salida, el cielo, eso sí, sin cobrar las veinte mil
pesetas que prometía el Monopoly.
viernes, 12 de agosto de 2016
Buscaba un bar
Buscaba un bar. Como un preso busca la
libertad o un pirata un tesoro enterrado. Alcohol y música. Nada
más. Cuando te pierdes, lo mejor es intentar encontrar un punto fijo
donde recuperar la orientación. Y descansar. Por eso buscaba un bar.
Lo buscaba como un moscardón en la penumbra busca la luz. Se sentía
como eso precisamente.
Pasó del sol lánguido de diciembre a
una sombra cálida. Un vistazo al bar. Una barra larga. Madera
oscura. Gran reserva.
Era un tiempo en que las novelas de
intriga eran novelas de amor con muerto, en que nada quedaba del
Padre Brown ni de Hércules Poirot, en que los crímenes eran tan
groseros en la literatura y el cine como en la realidad. Los agentes
secretos eran mercenarios de una empresa norteamericana y los llamaban
contratistas, un guiso sabroso era un pegote de masa indefinible en
el centro de un plato como el albero de Las Ventas y ser persona de
bien se reducía a llevar un polo con un anagrama de prestigio en el
lateral izquierdo.
El camarero era un muchacho rubio, sin
duda británico, con el pelo revuelto y aire despistado. Le habló en
castellano, reconociendo sin duda por lo cetrino de su piel el origen
autóctono del cliente. Pidió una pinta de rubia. En copa helada.
Desde la vidriera policromada, Heany,
Seamus de nombre, como el gran Peter O'Toole que bebía whisky en
compañía de una Duquesa en Sevilla, le miraba con expresión
distraída. Le envió un brindis casi imperceptible. Tampoco hay
motivo para más celebraciones con un poeta.
En el taburete de al lado, otro hombre
seducía a otra cerveza. Tan rubia y tan helada como la suya. Por un
instante, un pulso entre sus miradas. La de la experiencia contra la
de la juventud. Ojos de caimán contra ojos de toro. Nadie en su sano
juicio se atrevería a apostar.
domingo, 17 de julio de 2016
LA RIOJA: MONASTERIO DE VALVANERA
En esta ocasión, en vez de hacer un recorrido por una determinada sierra o comarca, vamos a centrarnos en un lugar concreto que por sí solo merece una visita pausada.
Nos situamos en la parte suroccidental de La Rioja, en la Sierra de la Demanda, concretamente en el Monasterio de Nuestra Señora de Valvanera, ubicado en el barranco del río del mismo nombre, afluente del Najerilla, que a su vez desembocará en el Ebro en Nájera.
Precisamente desde esta localidad parte la carretera LR-113 hacia Anguiano, y pasado este pueblo sale la pista asfaltada que en 5 kmts. nos deja en el Monasterio. También se puede llegar desde Salas de los Infantes en la provincia de Burgos.
Según nos acercamos al monasterio ya nos vamos dando cuenta de que se encuentra en un lugar de belleza natural extraordinaria. Una vez en el parkin, veremos un alargado mirador que se asoma al barranco del río, desde el cual tenemos unas excelentes vistas de todo este entorno montañoso cubierto de frondosos bosques de arbolado diverso.
Y una vez puesto en funcionamiento el de la vista, vamos a disfrutar también de otros dos sentidos: el del oído, ya que solo escucharemos el canto de los pájaros, el sonido de las hojas de los árboles al moverlas el viento, y el rumor de las aguas del río al fondo del barranco, conformando todo ello una agradable sinfonía auditiva; y el del olfato, con un sinfín de aromas naturales que nos invitarán a realizar frecuentes respiraciones profundas.
Tras esta maravillosa bienvenida, volvemos la mirada hacia el propio monasterio, gran edificio de piedra rojiza en cuya fachada, encima de la portada gótica, presenta un enorme medallón esculpido con la imagen de la Virgen.
Por otra puerta más sencilla accedemos al interior de la iglesia, toda de piedra vista, y vemos en el altar la imagen de Ntra. Sra. de Valvanera, patrona de La Rioja. Subimos a su camarín para contemplarla de cerca, y observamos que se trata de una bella imagen policromada situada en el interior de un tronco de roble, haciendo referencia a cómo fue encontrada en el lugar que hoy ocupa la ermita del Cristo, junto al parkin, donde fue primeramente venerada.
Después de salir de la iglesia, por un túnel de arcos apuntados en línea y en lateral haciendo de mirador hacia el barranco, accedemos a la hospedería, el restaurante y el bar, contando todos ellos con hermosas vistas. Paseando por las instalaciones del monasterio y por los alrededores se me ha acabado haciendo tarde, y además quiero estar por aquí algún día más, por lo que cojo habitación.
Hacer noche en Valvanera no es lo mismo que pernoctar en cualquier otro lado. Cuando la oscuridad se ha apoderado del valle, el silencio lo inunda todo, solo roto por el canto de los búhos. Abro la ventana de la habitación y escucho el ulular de uno de ellos en algún árbol cercano, y cómo le contesta otro desde el lado opuesto del barranco, y me pregunto qué se estarán comunicando entre ellos. Esta "conversación" y el constante rumor del río Valvanera son sonidos relajantes que hacen que el sueño me conquiste. Cierro la ventana y me acuesto. El silencio es absoluto. Me duermo enseguida...
A la mañana siguiente lo que se tercia es hacer una ruta de senderismo de las muchas que por aquí se pueden llevar a cabo. Voy a recomendar una corta, preciosa, de 4,5 kmts., circular, de dificultad baja, muy apropiada para realizar en familia. Parte de la fuente que hay junto al bar, donde hay un cartel explicativo sobre el recorrido que vamos a realizar. Está bien señalizada con brochazos blancos y morados y se puede hacer incluso en días calurosos, ya que casi todo el trayecto discurre por zona de sombra, y el frescor que desprende la frondosa vegetación y los abundantes arroyos aliviarán el esfuerzo.
Tras una corta subida y nada más pasar junto a una caseta de los guardas forestales, entramos en una pista de tierra que enseguida abandonamos para continuar por una vereda que nos introduce de lleno en el bosque. A partir de aquí, todo es umbría y frondosidad, pero la senda está siempre visible y señalizada. Según descendemos hacia el río en suave bajada, iremos cruzando varios puentes de piedra que atraviesan pequeños barrancos formados por arroyos afluentes del Valvanera. Ahora pasamos por robledal, otras veces por encinar de montaña y otras por pinar, y se van sucediendo los arroyos con sus pequeñas cascadas y sifones, y en las zonas en que la senda bordea terraplenes, hay barandillas protectoras de madera. Todo ello hace que el recorrido sea un disfrute permanente.
Seguimos bajando y el rumor del río Valvanera cada vez se va haciendo más patente, hasta que llegamos a su cauce justo a la altura de una pequeña presa, que cruzamos por una pasarela metálica. Desde la otra orilla veremos los dos desagues de la misma formando sendas cascadas.
Ahora la senda va siempre cerca del río aguas abajo, recorriendo principalmente bosque de hayas. Nos llamará la atención que las rocas están cubiertas de musgo, señal de que esta ladera apunta hacia el norte.
Seguiremos cruzando infinidad de arroyos, pequeños pero muy caudalosos en primavera, hasta llegar a una zona en la que también vadearemos el río Valvanera en varias ocasiones a través de rústicas pasarelas de madera, habiendo por aquí varias áreas recreativas con merenderos.
Abandonamos ahora la vera del río para coger la pista forestal que en suave y corta subida nos deja en el punto de partida de la ruta, junto al monasterio, y tras refrescarnos en la fuente, toca descansar sentándose en un banco junto al mirador.
Mirando las vistas una vez más, recuerdo lo vivido con una sonrisa de oreja a oreja, pensando en que desde aquí se entra a la cercana Comarca de Cameros en La Rioja Alta.
SALUDOS
Precisamente desde esta localidad parte la carretera LR-113 hacia Anguiano, y pasado este pueblo sale la pista asfaltada que en 5 kmts. nos deja en el Monasterio. También se puede llegar desde Salas de los Infantes en la provincia de Burgos.
Según nos acercamos al monasterio ya nos vamos dando cuenta de que se encuentra en un lugar de belleza natural extraordinaria. Una vez en el parkin, veremos un alargado mirador que se asoma al barranco del río, desde el cual tenemos unas excelentes vistas de todo este entorno montañoso cubierto de frondosos bosques de arbolado diverso.
Y una vez puesto en funcionamiento el de la vista, vamos a disfrutar también de otros dos sentidos: el del oído, ya que solo escucharemos el canto de los pájaros, el sonido de las hojas de los árboles al moverlas el viento, y el rumor de las aguas del río al fondo del barranco, conformando todo ello una agradable sinfonía auditiva; y el del olfato, con un sinfín de aromas naturales que nos invitarán a realizar frecuentes respiraciones profundas.
Tras esta maravillosa bienvenida, volvemos la mirada hacia el propio monasterio, gran edificio de piedra rojiza en cuya fachada, encima de la portada gótica, presenta un enorme medallón esculpido con la imagen de la Virgen.
Por otra puerta más sencilla accedemos al interior de la iglesia, toda de piedra vista, y vemos en el altar la imagen de Ntra. Sra. de Valvanera, patrona de La Rioja. Subimos a su camarín para contemplarla de cerca, y observamos que se trata de una bella imagen policromada situada en el interior de un tronco de roble, haciendo referencia a cómo fue encontrada en el lugar que hoy ocupa la ermita del Cristo, junto al parkin, donde fue primeramente venerada.
Después de salir de la iglesia, por un túnel de arcos apuntados en línea y en lateral haciendo de mirador hacia el barranco, accedemos a la hospedería, el restaurante y el bar, contando todos ellos con hermosas vistas. Paseando por las instalaciones del monasterio y por los alrededores se me ha acabado haciendo tarde, y además quiero estar por aquí algún día más, por lo que cojo habitación.
Hacer noche en Valvanera no es lo mismo que pernoctar en cualquier otro lado. Cuando la oscuridad se ha apoderado del valle, el silencio lo inunda todo, solo roto por el canto de los búhos. Abro la ventana de la habitación y escucho el ulular de uno de ellos en algún árbol cercano, y cómo le contesta otro desde el lado opuesto del barranco, y me pregunto qué se estarán comunicando entre ellos. Esta "conversación" y el constante rumor del río Valvanera son sonidos relajantes que hacen que el sueño me conquiste. Cierro la ventana y me acuesto. El silencio es absoluto. Me duermo enseguida...
A la mañana siguiente lo que se tercia es hacer una ruta de senderismo de las muchas que por aquí se pueden llevar a cabo. Voy a recomendar una corta, preciosa, de 4,5 kmts., circular, de dificultad baja, muy apropiada para realizar en familia. Parte de la fuente que hay junto al bar, donde hay un cartel explicativo sobre el recorrido que vamos a realizar. Está bien señalizada con brochazos blancos y morados y se puede hacer incluso en días calurosos, ya que casi todo el trayecto discurre por zona de sombra, y el frescor que desprende la frondosa vegetación y los abundantes arroyos aliviarán el esfuerzo.
Tras una corta subida y nada más pasar junto a una caseta de los guardas forestales, entramos en una pista de tierra que enseguida abandonamos para continuar por una vereda que nos introduce de lleno en el bosque. A partir de aquí, todo es umbría y frondosidad, pero la senda está siempre visible y señalizada. Según descendemos hacia el río en suave bajada, iremos cruzando varios puentes de piedra que atraviesan pequeños barrancos formados por arroyos afluentes del Valvanera. Ahora pasamos por robledal, otras veces por encinar de montaña y otras por pinar, y se van sucediendo los arroyos con sus pequeñas cascadas y sifones, y en las zonas en que la senda bordea terraplenes, hay barandillas protectoras de madera. Todo ello hace que el recorrido sea un disfrute permanente.
Seguimos bajando y el rumor del río Valvanera cada vez se va haciendo más patente, hasta que llegamos a su cauce justo a la altura de una pequeña presa, que cruzamos por una pasarela metálica. Desde la otra orilla veremos los dos desagues de la misma formando sendas cascadas.
Ahora la senda va siempre cerca del río aguas abajo, recorriendo principalmente bosque de hayas. Nos llamará la atención que las rocas están cubiertas de musgo, señal de que esta ladera apunta hacia el norte.
Seguiremos cruzando infinidad de arroyos, pequeños pero muy caudalosos en primavera, hasta llegar a una zona en la que también vadearemos el río Valvanera en varias ocasiones a través de rústicas pasarelas de madera, habiendo por aquí varias áreas recreativas con merenderos.
Abandonamos ahora la vera del río para coger la pista forestal que en suave y corta subida nos deja en el punto de partida de la ruta, junto al monasterio, y tras refrescarnos en la fuente, toca descansar sentándose en un banco junto al mirador.
Mirando las vistas una vez más, recuerdo lo vivido con una sonrisa de oreja a oreja, pensando en que desde aquí se entra a la cercana Comarca de Cameros en La Rioja Alta.
SALUDOS
EL RURAL
domingo, 22 de mayo de 2016
SIERRA MINISTRA 3/3
Aquí terminamos el recorrido por estos pequeños pueblos de Sierra Ministra, pero no podemos irnos de esta zona sin visitar la villa de Siguenza, que nos ofrece un amplio patrimonio monumental.
En la parte baja, junto al río Henares, hay un bonito parque donde está la oficina de turismo. Una vez informados, podemos empezar la visita por la catedral de Santa María, cuya fachada se adorna con un gran rosetón y dos altas torres gemelas almenadas. Nada más acceder al interior nos topamos con el precioso trascoro barroco, que alberga la imagen de la patrona de la localidad. Veremos también capillas muy interesantes, destacando la del famoso Doncel de Siguenza, con un sepulcro bellísimo. El coro, la sacristía y el claustro son espacios que tampoco debemos perdernos. Se trata, en definitiva, de un templo de gran valor que podemos visitar con guía si se prefiere.
Junto a la catedral se encuentra la Plaza Mayor, con buenas casas de piedra sobre arcos de medio punto sujetos por columnas de granito, y un ayuntamiento también con soportales y galería de arcos rebajados en la primera planta.
Paseando por el casco viejo encontraremos a cada paso casas señoriales, iglesias, palacios y palacetes que hacen del recorrido un verdadero disfrute. Entre éstos últimos destacaremos la casa-museo del Doncel.
Y para acabar en Siguenza, en la parte más alta se sitúa el castillo-palacio, hoy Parador Nacional, un extraordinario edificio tanto por sus dimensiones como por la acertada restauración a la que ha sido sometido. Su gran barbacana, sus altísimos muros y torres almenadas, el precioso patio interior, la entrada principal protegida por dos torreones cilíndricos con sus respectivas ladroneras, y tantos y tantos detalles le convierten, sin duda, en uno de los más grandes y mejores castillos de España.
Para finalizar la ruta por Sierra Ministra, vamos a visitar el Parque Natural de la Hoz del Río Dulce, para lo cual tomaremos desde Siguenza la carretera de Torremocha del Campo hasta llegar al Mirador de Félix Rodríguez de la Fuente, donde tenemos magníficas vistas panorámicas de este bello paraje. El mirador está muy bien acondicionado y tiene una placa de homenaje al famoso naturalista. Desde aquí vemos los espectaculares cortados rocosos que conforman este barranco y la bonita cascada del Gollorrio, arroyo afluente del Dulce. También tenemos aquí un cartel explicativo sobre este espacio natural e información sobre las distintas rutas de senderismo que podemos realizar por él, que además son todas cortitas y sin mayor dificultad.
Ahora lo que toca es bajar al cercano pueblo de Pelegrina, aparcar el coche en la entrada, y echarnos a andar por el camino que se introduce por el fondo de la hoz, que discurre junto al río, y que está bien señalizado mediante balizas. Veremos los cortados desde abajo, las cristalinas aguas del Dulce, los rústicos puentes de madera que lo cruzan y la cascada del Gollorrio desde su parte baja, y también desde arriba por la senda que discurre por la parte contraria a la del mirador de Félix.
De vuelta a Pelegrina podemos dar una vuelta por este pequeño y tranquilo pueblo, y subir a las ruinas del castillo para ver buenas vistas. Y si nos coge al atardecer, podemos subir en coche de nuevo al mirador de Félix y contemplar desde esta altura una preciosa puesta de sol. Bonita manera de terminar nuestro viaje por Sierra Ministra.
SALUDOS
En la parte baja, junto al río Henares, hay un bonito parque donde está la oficina de turismo. Una vez informados, podemos empezar la visita por la catedral de Santa María, cuya fachada se adorna con un gran rosetón y dos altas torres gemelas almenadas. Nada más acceder al interior nos topamos con el precioso trascoro barroco, que alberga la imagen de la patrona de la localidad. Veremos también capillas muy interesantes, destacando la del famoso Doncel de Siguenza, con un sepulcro bellísimo. El coro, la sacristía y el claustro son espacios que tampoco debemos perdernos. Se trata, en definitiva, de un templo de gran valor que podemos visitar con guía si se prefiere.
Junto a la catedral se encuentra la Plaza Mayor, con buenas casas de piedra sobre arcos de medio punto sujetos por columnas de granito, y un ayuntamiento también con soportales y galería de arcos rebajados en la primera planta.
Paseando por el casco viejo encontraremos a cada paso casas señoriales, iglesias, palacios y palacetes que hacen del recorrido un verdadero disfrute. Entre éstos últimos destacaremos la casa-museo del Doncel.
Y para acabar en Siguenza, en la parte más alta se sitúa el castillo-palacio, hoy Parador Nacional, un extraordinario edificio tanto por sus dimensiones como por la acertada restauración a la que ha sido sometido. Su gran barbacana, sus altísimos muros y torres almenadas, el precioso patio interior, la entrada principal protegida por dos torreones cilíndricos con sus respectivas ladroneras, y tantos y tantos detalles le convierten, sin duda, en uno de los más grandes y mejores castillos de España.
Para finalizar la ruta por Sierra Ministra, vamos a visitar el Parque Natural de la Hoz del Río Dulce, para lo cual tomaremos desde Siguenza la carretera de Torremocha del Campo hasta llegar al Mirador de Félix Rodríguez de la Fuente, donde tenemos magníficas vistas panorámicas de este bello paraje. El mirador está muy bien acondicionado y tiene una placa de homenaje al famoso naturalista. Desde aquí vemos los espectaculares cortados rocosos que conforman este barranco y la bonita cascada del Gollorrio, arroyo afluente del Dulce. También tenemos aquí un cartel explicativo sobre este espacio natural e información sobre las distintas rutas de senderismo que podemos realizar por él, que además son todas cortitas y sin mayor dificultad.
Ahora lo que toca es bajar al cercano pueblo de Pelegrina, aparcar el coche en la entrada, y echarnos a andar por el camino que se introduce por el fondo de la hoz, que discurre junto al río, y que está bien señalizado mediante balizas. Veremos los cortados desde abajo, las cristalinas aguas del Dulce, los rústicos puentes de madera que lo cruzan y la cascada del Gollorrio desde su parte baja, y también desde arriba por la senda que discurre por la parte contraria a la del mirador de Félix.
De vuelta a Pelegrina podemos dar una vuelta por este pequeño y tranquilo pueblo, y subir a las ruinas del castillo para ver buenas vistas. Y si nos coge al atardecer, podemos subir en coche de nuevo al mirador de Félix y contemplar desde esta altura una preciosa puesta de sol. Bonita manera de terminar nuestro viaje por Sierra Ministra.
SALUDOS
EL RURAL
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Atardecer desde el mirador de Félix Rodríguez de la Fuente |
domingo, 15 de mayo de 2016
SIERRA MINISTRA 2/3
Nos adentramos a partir de aquí en la provincia de Soria, y enseguida vemos en lo alto de un cerro Ventosa del Ducado, pueblo completamente abandonado y en ruina. Si subimos disfrutaremos de bonitas vistas, sobre todo en primavera cuando los campos están verdes. Sus calles tienen el encanto de ser de hierba, sin nada de artificio, y las culebras pasean tranquilamente por ellas.
En Ambrona tenemos un yacimiento arqueológico muy interesante donde se han encontrado restos óseos de multitud de dinosaurios. En el museo podemos instruirnos muy bien al respecto, y en el exterior del mismo hay una reproducción a tamaño natural de uno de ellos.
Bajo un espolón rocoso se encuentra Miño de Medinaceli, que tiene una muy buena colección de casas de piedra, con calles bien arregladas y una iglesia con una robusta espadaña almenada.
La localidad de Yelo nos recibe con un conjunto de palomares bien conservados, coronados todos ellos por pináculos. Junto a la carretera vemos una bonita fuente-mananatial de piedra y, al lado, el lavadero descubierto. Entrando de lleno en el casco urbano descubrimos buenas calles con casas de piedra, y una iglesia muy arreglada con llamativos contrafuertes.
Después de pasar por Conquezuela entramos de nuevo en la provincia de Guadalajara, veremos en lo alto de un cerro el pueblo abandonado de Torrecilla del Ducado, y llegamos a Sienes, con un casco urbano muy bien conservado. El ayuntamiento tiene una pequeña torre-reloj en su parte trasera, donde hay una fuente con un gran pilón circular, y por delante presenta su fachada principal, que da a otra plaza más pequeña donde también coinciden el frontón y la iglesia, formando un bonito conjunto. El templo tiene una gruesa espadaña (como todas por esta zona) y un pequeño porche con arcos de medio punto.
Junto a Riba de Santiuste, en lo alto de un cerro, tenemos un castillo, algo abandonado pero más o menos en buen estado, estrecho y muy alargado, con buenas almenas y torres de no mucha altura pero sobrias. Conviene aclarar, eso sí, que es costumbre que se metan dentro aficionados al espiritismo a hacer todo tipo de rituales, por lo que se puede uno encontrar en el interior utensilios y pintadas que pueden resultar desagradables.
En el cercano pueblo de Imón encontramos unas interesantes salinas del siglo X, ya en desuso.
Villacorza está situado en una frondosa vaguada junto a un arroyo, y desde el mirador de la iglesia tenemos unas bonitas vistas de todo este valle.
Llegamos ahora a unos de los platos fuertes de la ruta: la magnífica iglesia románica de Carabias. Presenta una larga galería porticada que ocupa todo un lateral y el pie de la misma, con capiteles muy decorados. Una joya. El pueblo merece un paseo por sus calles, donde veremos buenas construcciones rústicas, y desde la parte alta tenemos buenas vistas.
Palazuelos es un bonito pueblo amurallado, con varias puertas de acceso bien conservadas, algunas en codo para fortalecer la defensa. Tiene una extensa plaza con rollo en medio, y en la parte alta del casco urbano un pequeño castillo, muy reformado. Extramuros destacan su arreglado lavadero y la ermita de la Soledad, con doble puerta y un porche sujeto por columnas de piedra con bonitos capiteles.
Cerca se sitúa la localidad de Pozancos, en una bonita y frondosa vaguada, escoltada en las alturas por espolones rocosos salpicados de encina. En la parte baja, junto al arroyo, está el lavadero de piedra y la iglesia, con su altísima espadaña y la hermosa portada románica. Más hacia arriba veremos estupendas casas de piedra y buenas panorámicas del bello entorno natural que rodea el pueblo.
SALUDOS
En Ambrona tenemos un yacimiento arqueológico muy interesante donde se han encontrado restos óseos de multitud de dinosaurios. En el museo podemos instruirnos muy bien al respecto, y en el exterior del mismo hay una reproducción a tamaño natural de uno de ellos.
Bajo un espolón rocoso se encuentra Miño de Medinaceli, que tiene una muy buena colección de casas de piedra, con calles bien arregladas y una iglesia con una robusta espadaña almenada.
La localidad de Yelo nos recibe con un conjunto de palomares bien conservados, coronados todos ellos por pináculos. Junto a la carretera vemos una bonita fuente-mananatial de piedra y, al lado, el lavadero descubierto. Entrando de lleno en el casco urbano descubrimos buenas calles con casas de piedra, y una iglesia muy arreglada con llamativos contrafuertes.
Después de pasar por Conquezuela entramos de nuevo en la provincia de Guadalajara, veremos en lo alto de un cerro el pueblo abandonado de Torrecilla del Ducado, y llegamos a Sienes, con un casco urbano muy bien conservado. El ayuntamiento tiene una pequeña torre-reloj en su parte trasera, donde hay una fuente con un gran pilón circular, y por delante presenta su fachada principal, que da a otra plaza más pequeña donde también coinciden el frontón y la iglesia, formando un bonito conjunto. El templo tiene una gruesa espadaña (como todas por esta zona) y un pequeño porche con arcos de medio punto.
Junto a Riba de Santiuste, en lo alto de un cerro, tenemos un castillo, algo abandonado pero más o menos en buen estado, estrecho y muy alargado, con buenas almenas y torres de no mucha altura pero sobrias. Conviene aclarar, eso sí, que es costumbre que se metan dentro aficionados al espiritismo a hacer todo tipo de rituales, por lo que se puede uno encontrar en el interior utensilios y pintadas que pueden resultar desagradables.
En el cercano pueblo de Imón encontramos unas interesantes salinas del siglo X, ya en desuso.
Villacorza está situado en una frondosa vaguada junto a un arroyo, y desde el mirador de la iglesia tenemos unas bonitas vistas de todo este valle.
Llegamos ahora a unos de los platos fuertes de la ruta: la magnífica iglesia románica de Carabias. Presenta una larga galería porticada que ocupa todo un lateral y el pie de la misma, con capiteles muy decorados. Una joya. El pueblo merece un paseo por sus calles, donde veremos buenas construcciones rústicas, y desde la parte alta tenemos buenas vistas.
Palazuelos es un bonito pueblo amurallado, con varias puertas de acceso bien conservadas, algunas en codo para fortalecer la defensa. Tiene una extensa plaza con rollo en medio, y en la parte alta del casco urbano un pequeño castillo, muy reformado. Extramuros destacan su arreglado lavadero y la ermita de la Soledad, con doble puerta y un porche sujeto por columnas de piedra con bonitos capiteles.
Cerca se sitúa la localidad de Pozancos, en una bonita y frondosa vaguada, escoltada en las alturas por espolones rocosos salpicados de encina. En la parte baja, junto al arroyo, está el lavadero de piedra y la iglesia, con su altísima espadaña y la hermosa portada románica. Más hacia arriba veremos estupendas casas de piedra y buenas panorámicas del bello entorno natural que rodea el pueblo.
SALUDOS
EL RURAL
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