viernes, 12 de marzo de 2021

Sigamos celebrando

 

Para mí, el domingo de Resurrección no es domingo. O sí, pero no tiene por qué. Es en lo que coincida el 12 de marzo, que es cuando hace unos cuantos años resucitó Luismi, de una forma inopinada y elegante, como es él. Ya se había anticipado a la moda de los virus, pero decidió que ese virus de pacotilla no se lo iba a llevar tan pronto, aunque podía haberlo decidido unos días antes, qué menudo susto nos dio, el muy tunante.

La historia ya la he contado muchas veces y no la voy a repetir, pero sí que a mí me dio una lección de vida que intento no olvidar, y hoy más que nunca sigue vigente: hay que aprovechar cada momento, porque mañana no está garantizado.

Ahora que debemos mantener un perfil bajo por obligación y no podemos tomarnos las cervezas que nos gustaría, es cuando más recuerdo los grandes momentos que hemos pasado, y cuando creo que volverán más pronto que tarde.

En esta época donde lo políticamente correcto es la tendencia dominante, donde se silencia el pensamiento crítico, y el pensamiento único se propaga como una mancha de aceite en el mar, donde la estulticia se recompensa y el criterio se entierra, donde el buenismo se ensalza y el ingenio se penaliza, tipos como él son más necesarios que nunca. Al menos para mí. Tuvo una buena escuela con su padre, que le dejó seguramente muchas cosas, y entre otras, la integridad. En la antigüedad se valoraban mucho las esculturas de una pieza, como él.

Nos quedan muchos toros por lidiar, muchos combates que dar, muchos tiros que disparar y muchas cervezas que trasegar, compañero.

Felicidades.

viernes, 18 de diciembre de 2020

Cuentos bonitos para niños guapos, de Javier Nombela


 Javier Nombela, como suele decirse, buen escritor y mejor persona, acaba de publicar una nueva entrega de sus "Cuentos bonitos para niños guapos", con un volumen que incluye los cuentos "En pausa" y "Mis gafas tan raras". Como en los anteriores, Javier nos ofrece algunos de los cuentos que él se inventaba para sus niños. Y es para agradecérselo, porque nos brinda la oportunidad de que todos podamos aprovechar unas historias tan bonitas. No es fácil trasladar a las páginas los cuentos que de forma verbal fluyen de otro modo, pero Javier lo hace con la destreza que le dan su talento y su experiencia. Se acompañan de unas preciosas ilustraciones de María Mushametta.

Os recomendamos con fervor que probéis los cuentos de Javier, con ésta y las anteriores entregas. Se pueden adquirir en Amazon, a través del enlace:

https://linktr.ee/jnombela_


Javier Nombela fue el ganador del prestigioso VI Concurso de relatos hiperbreves ma non troppo La siguiente la pago yo.

jueves, 3 de diciembre de 2020

VII Concurso de relatos hiperbreves ma non troppo “La siguiente la pago yo”


Queridos amigos, para que en el futuro esto se ponga en contexto, estamos en plena pandemia. Habíamos pensado convocar esta edición del concurso en marzo, pero el sufrimiento y la incertidumbre eran demasiado intensos. Ahora sigue habiendo sufrimiento, y no poca incertidumbre, pero sin dejar de pensar en los que sufren, hay que buscar alivios. Si descartamos el sexo, agarrémonos a la cultura. Y si descartamos la cultura, aquí estamos. Anímense. Esto no resolverá ninguno de nuestros problemas, pero la creatividad es un proceso positivo, y compartir, ayuda.

Así pues, LA SIGUIENTE LA PAGO YO convoca el VII Concurso de relatos hiperbreves ma non troppo “La siguiente la pago yo”, regido (con perdón) por las siguientes bases:

1. Busquen en Google “hiperbreve ma non troppo”. Solo nos encontrarán a nosotros. Este es un género literario original y único en el mundo, creado por LA SIGUIENTE LA PAGO YO, que edición tras edición va echando raíces.

2. Podrán participar en este Concurso todas las personas que tengan 18 años o más años cumplidos el día en que se cierre el plazo de presentación de relatos. Nos caen bien los animales, pero no pueden participar. No hay ninguna otra restricción.

3. Los relatos participantes han de ser hiperbreves ma non troppo. Esto significa que pueden tener una extensión máxima de 33 líneas. ¿Pueden tener 4 líneas? Sí. ¿Pueden tener 34? Pues no. Han de estar escritos en español, y sin faltas de ortografía, que nos dan urticaria. El relato debe enviarse en un formato editable (Microsoft Word o similar; ni imágenes, ni pdf). Además, hay unas normas para escribirlo:

a. Tipo de letra Times New Roman, tamaño 12, color negro sobre fondo blanco.

b. Márgenes de la página de 2,5 cm. Todos los márgenes, superior, inferior y laterales.

c. Interlineado sencillo.

No se aceptarán los truquitos de hacer márgenes más amplios, letra pequeña u otros que los avispados participantes intenten. Si tienen más de 33 líneas con las normas de arriba, ni los leeremos. Advertidos quedan.

4. Los relatos deben ser originales e inéditos, no publicados previamente en ningún medio, ni escrito ni audiovisual ni virtual. Los relatos (todos, los premiados y los no premiados) son propiedad exclusiva de sus autores, y LA SIGUIENTE LA PAGO YO no conservará ningún derecho sobre ellos. Ah, y tampoco se pueden presentar relatos que estén presentados a la vez en otros concursos. Cada participante puede presentar un único relato.

5. El tema de los relatos es como un taxi con lucecita verde, o sea, libre. Con algunas restricciones: el Jurado rechazará cualquier relato con contenido discriminatorio, racista, machista, xenófobo, homófobo, o insultante.

6. Los relatos constarán de tres elementos. Primero, el título. Luego escriben ustedes sus palabritas, o sea el relato. Y por último, un pseudónimo como firma. El título y el pseudónimo no cuentan como líneas, pero son obligatorios.

7. Los relatos se enviarán por correo eléctrico. Atentos, esto es como las campanadas del 31 de diciembre, hay que explicarlo muy bien: sólo hay que enviar UN mensaje de correo electrónico. ¿A qué dirección? hiperbreveslasiguientelapagoyo@gmail.com. ¿Qué debe poner en el asunto? “VII concurso de relatos hiperbreves ma non troppo”. ¿Qué hay que poner en el cuerpo del mensaje? Nada de nada. Si quieren poner “saludos” o algo así, que sabemos que nuestros concursantes son muy educados, perfecto. Pero nada más. Y lo más importante: el mensaje llevará DOS ficheros adjuntos. PRIMER fichero: contendrá el relato, y llevará como nombre el TÍTULO del mismo. SEGUNDO fichero: contendrá los datos personales del autor (título del relato, pseudónimo, nombre y apellidos, lugar de residencia, teléfono de contacto, correo electrónico) y llevará como nombre el título del relato, más las palabras “datos personales”. Por favor, no nos envíen nada más, ni curriculum, ni méritos, ni fotos, ni ofertas de empleo, ni peticiones de matrimonio.

8. Los relatos podrán enviarse hasta las 20:20 (hora peninsular española) del viernes, 31 de marzo de 2021. 

9. Los relatos concursantes podrán ser publicados en el blog "La siguiente la pago yo", que se lee en todo el mundo. En caso de que los autores no indiquen otra cosa, aparecerán firmados con el pseudónimo.

10. El Jurado concederá tres premios. El PRIMER PREMIO consistirá en un lector electrónico de libros, más un trofeo conmemorativo. Y el SEGUNDO y TERCER PREMIOS consistirán en sendos trofeos. Los premios no pueden canjearse por su valor en metálico. El concurso no podrá quedar desierto, que no estamos como para perder el tiempo. Además, los participantes recibirán nuestro ya tradicional, y siempre singular diplomo.

11. El acendrado y conspicuo Jurado fallará el 30 de abril de 2021, a través del blog La Siguiente la Pago Yo (http://lasiguientelapagoyo.blogspot.com/), así como facebook y twitter.

12. Tradicionalmente se celebra una agradable ceremonia de entrega de premios. En esta ocasión no sabemos si se podrá, pero como para el resto de la vida, estamos aprendiendo a hacer planes a corto plazo, y eso haremos: adaptarnos a lo que venga. Si hay acto, lo disfrutaremos, y si no, algo inventaremos.

13. Por el hecho de participar, los autores aceptan de forma expresa estas bases. Cualquier incumplimiento de las mismas tendrá como consecuencia la exclusión del concurso y un emoticono feo.

14. No es obligatorio, pero sean nuestros followers, con perdón, y por favor.

Blog: http://lasiguientelapagoyo.blogspot.com/.

Facebook: La siguiente la pago yo.

Twitter: @Lasiguientelapa.

15. Mucho ánimo para todos, y agradecimiento infinito para los que velan por el bienestar colectivo, desde los sanitarios a los policías y militares, pasando por todos los trabajadores de tantos sectores. Que ninguno se sienta excluido de esta gratitud.

domingo, 4 de octubre de 2020

UN PASEO POR LA MANCHA 3/3

      Desde Calzada de Calatrava tomamos rumbo norte hacia Daimiel, y tendremos que pasar por Almagro, donde hay que hacer una parada obligatoria para contemplar su bella Plaza Mayor, con sus larguísimas galerías acristaladas pintadas de verde sobre soportales sujetos por infinidad de columnas de piedra. También forman parte de la plaza el monumental ayuntamiento y el famoso Corral de Comedias del siglo XVI, único en España en su estilo y sede del Festival Internacional de Teatro Clásico que se celebra cada verano.

      El resto del pueblo es un hermoso conjunto de casas solariegas, muchas de ellas blasonadas, e innumerables edificios civiles y religiosos de gran valor artístico, además de varios museos, entre ellos el Nacional de Teatro.

      Un poco más hacia el norte de Almagro llegamos al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, un humedal de más de 3.000 hectáreas formado en la confluencia de los ríos Guadiana y Cigüela, con una gran variedad de avifauna entre la que vive allí de forma permanente y la nómada que lo utiliza como lugar de paso migratorio. En el Centro de Visitantes encontraremos información abundante sobre la fauna y la flora del lugar, superficie inundada, recorridos, recomendaciones, etc. Lógicamente, la mejor época del año para visitar un humedal suele ser en temporada de lluvias o en primavera: cuanta más precipitación haya habido más superficie anegada y por tanto más belleza y más avifauna.

      La manera más propicia de conocer las Tablas es recorriendo los itinerarios a pie que nos recomiendan en el Centro de Visitantes, donde nos darán un folleto explicativo al respecto. Son tres sendas que parten del mismo, muy bien arregladas y señalizadas, prácticamente llanas, sin ninguna dificultad, adaptadas en parte para personas con movilidad reducida, y de corta distancia. Si hacemos las tres, no sumamos en total más de 8 kilómetros. Solo queda calzarnos adecuadamente y no olvidar unos prismáticos, imprescindibles para poder observar mejor la avifauna.

      Las tres sendas son las siguientes:

       -Itinerario de la Isla de Pan (balizas amarillas): circular de 2,5 kmts., que recorre varios islotes unidos entre sí por pasarelas de madera sobre el agua, con distintas casetas y puntos de observación de aves distribuidos por todo el recorrido. La Isla de Pan tiene en lo alto de un cerrillo un mirador con excelentes vistas, además de un bosque de tarayes, árbol-arbusto frecuente en zonas de humedal. Una antigua casa de pescadores nos recuerda que aquí vivieron gentes que se dedicaban a la captura del cangrejo como medio de vida. Al término de esta senda se encuentra la "Laguna de Aclimatación", cerrada con una red, desde cuya cabaña de observación podemos ver infinidad de aves que por diversos motivos requieren de un proceso de adaptación a este espacio natural. Desde corta distancia veremos ánades, porrones, cercetas, patos, fochas, gallinetas, garzas, somormujos, etc., etc, los cuales podemos identificar gracias a los paneles informativos que hay en el interior de aquélla.

 
     -Itinerario de la Laguna Permanente (balizas rojas): circular de 1,5 kmts. que nos lleva hasta la entrada del río Guadiana al Parque, donde hay otras dos casetas de observación en una zona que suele tener mucha superficie anegada, y por tanto gran cantidad de aves.

      -Itinerario de la Torre de Prado Ancho (balizas azules): lineal de 2 kmts. (4 ida y vuelta por el mismo camino) que nos lleva hacia la zona norte del Parque, por donde discurre el río Cigüela en su tramo final previo a desembocar en el Guadiana. Antes de andarlo, en el Centro de Visitantes debemos informarnos del nivel hídrico de este área en ese momento, ya que es la de mayor estacionalidad, encontrándose gran parte del año seca, si bien hay que decir que, aun sin agua, se trata de un bonito paseo en el que encontraremos un pequeño embarcadero y hasta cuatro casetas de observación de aves antes de llegar a la Torre de Prado Ancho, un alto mirador de dos plantas con hermosas vistas de esta zona del Parque y de los cercanos Montes de Toledo. De regreso por la misma senda, y antes de llegar al Centro de Visitantes, tenemos una amplia área recreativa (también pasamos por ella a la ida) con bonitos merenderos de madera donde podemos descansar.

      Otra manera de recorrer el Parque es mediante una visita guiada en todoterreno, servicio que hay que contratar con antelación.

      Y aquí terminamos nuestro "paseo manchego": naturaleza y monumentalidad en estado puro. Lugares de La Mancha de cuyo nombre sí quiero acordarme...








     SALUDOS

EL RURAL

domingo, 27 de septiembre de 2020

UN PASEO POR LA MANCHA 2/3

 
     Tras terminar en las Lagunas de Ruidera, seguimos nuestro manchego paseo, pero cambiando de tercio para desplazarnos al cercano pueblo monumental de Villanueva de los Infantes, considerada por algunos historiadores como "el lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme". En la zona céntrica hay infinidad de palacetes y casas señoriales, como en las calles de Santo Tomás y la de Cervantes, y bonitas plazas como la de San Juan, la de la Santísima Trinidad o la de la Fuente Vieja, cada una con su respectiva iglesia.

       Pero lo que más queda en la memoria del visitante es su impresionante, bella y monumental Plaza Mayor, cuyos edificios que la conforman están construidos con buena sillería de piedra rojiza. En el centro de la plaza destaca un conjunto escultórico a escala natural formado por las figuras de Don Quijote con su caballo Rocinante y Sancho Panza con su asno Rucio. En un lado de la plaza está el larguísimo ayuntamiento, formado en su planta baja por soportales con arcos de medio punto; la primera altura por una hilera de ventanales coronados por sendos frontones, excepto los cuatro centrales que llevan arcos de medio punto; y la segunda por otra hilera de ventanales sin remate, formando todo ello un excelente edificio de dimensiones y características muy parecidas al de enfrente.

      El tercer lado lo forman otras dos casonas separadas por una calle, en las que resaltan sus excelentes balconadas corridas de madera, especialmente las de la planta alta, soportadas por muchas ménsulas, con buena balaustrada y columnas que sujetan su voladizo cubierto de teja.

      El último lado lo ocupa la enorme iglesia parroquial de San Andrés, con alta torre de planta cuadrada, bonita portada protegida por un gran arco de medio punto, torre-reloj con campana y capilla cubierta por un chapitel, además de tener adosado un pequeño palacete coronado por un gran frontispicio. En el interior estuvo enterrado Francisco de Quevedo, que murió en esta localidad, y destacan varias capillas, entre ellas la dedicada a Santo Tomás de Villanueva, hijo del pueblo, además de sus bóvedas de crucería con profusión de nervios que se entrelazan.

      Tras las Lagunas de Ruidera y Villanueva de los Infantes, camino de nuestra siguiente visita, pasamos por Valdepeñas donde, además de degustar alguno de sus afamados vinos, podemos ver su bonita Plaza de España, con el ayuntamiento, sus viviendas pintadas de color blanco y añil, la iglesia de la Asunción, de hermosa portada y torre de planta octogonal, y su fuente ornamental en el centro coronada por una prensa de vino de la que emana el agua, en un guiño a la tradición enóloga de la ciudad.

      Cerca de la localidad de Calzada de Calatrava, pueblo natal de Pedro Almodóvar, se encuentra el Castillo de Calatrava la Nueva, situado en una alta montaña a donde se puede subir en coche por un irregular camino empedrado que nos deja en el parkin de la puerta. Estamos ante una grandísima fortaleza que fue sede de la importante Orden de Calatrava, formada por monjes guerreros que luchaban en el medievo contra la invasión islámica, ubicándose aquí una vez que la reconquista había dejado los dominios moros aproximadamante en los límites de lo que hoy es Andalucía. El castillo está protegido con cuatro murallas, dentro de cada una de las cuales se situaba la población en función de su status social.

 
     Por una pequeña puerta ojival entramos en el primer recinto, el más amplio, ocupado por la plebe, compuesta mayoritariamente por campesinos, y donde quedan restos del poblado que habitaban. Subiendo por unas escaleras accedemos por una puerta de arco rebajado a las caballerizas, por cuyo lado opuesto salimos al segundo recinto, también llamado Calle de los Artesanos, debido a que aquí estaban instalados los que se dedicaban a diversos oficios muy necesarios en la época, como molineros, panaderos, alfareros, guarnicioneros, etc. Veremos restos de un molino de pan y de un horno de cerámica.

      Por unas escaleras y otra puerta ojival, subimos a más altura para acceder al tercer recinto, ocupado por el clero, donde se encuentra la Basílica, con su grandioso rosetón lobulado y su interior mezcla de varios estilos, un pequeño cementerio, el convento, que solo conserva restos del claustro y del edificio monacal, y la sala capitular con algunas pinturas murales.

       Por una puerta, en esta ocasión con arco de medio punto, entramos en el último recinto, que es el propio castillo en sí, donde estaban los monjes calatravos que lo defendían. Aquí nos encontraremos primero con un pequeño patio de armas en parte cubierto por un soportal con arcos apuntados, junto a los cuales una escalera en caracol nos sube hasta una sala que fue biblioteca y que tiene salida a la parte más alta del castillo, un amplio terrazo que rodea la Torre del Homenaje, hoy desmochada. Las vistas que tenemos son inmensas, contemplando prácticamente todo el sur de la provincia de Ciudad Real, incluyendo la Sierra Morena, divisoria entre Castilla y Andalucía, y si estas panorámicas las vemos en primavera, cuando los campos están verdes, pues mucho mejor. 












     SALUDOS

EL RURAL

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domingo, 20 de septiembre de 2020

UN PASEO POR LA MANCHA 1/3

     Entre las numerosísimas rutas que podemos hacer por la enorme tierra manchega, nos vamos a centrar en esta ocasión en dar un paseo por la provincia de Ciudad Real visitando cuatro enclaves de gran importancia, dentro de los muchos que nos ofrece la misma, y que están más o menos próximos entre sí siguiendo el orden que vamos a describir. Se trata de visitar dos espacios naturales como son las Lagunas de Ruidera (parte de éstas pertenecen a la provincia de Albacete) y las Tablas de Daimiel, un magnífico castillo como es el de Calatrava la Nueva, y el pueblo monumental de Villanueva de los Infantes, además de alguna otra sorpresa que nos encontraremos por el camino.
     
Nos situamos en la localidad de Argamasilla de Alba, donde cogemos la carretera que nos indica hacia las Lagunas de Ruidera. Antes de llegar a ellas, hacemos una primera parada en el Castillo de Peñarroya, situado en la orilla del embalse del mismo nombre, junto a la presa que retiene las aguas del río Guadiana tras el complejo lacustre de Ruidera.

     Estamos ante un edificio de piedra clara, con muros de escasa altura, al igual que la Torre del Homenaje, pero bien arreglado, con almenas y un adarve que se puede recorrer en parte. El interior acoge la ermita de Nuestra Señora de Peñarroya, de la que también hay otra imagen en una pequeña capilla situada en la parte baja del patio de armas. Desde aquí, y desde lo alto de la muralla, tenemos magníficas vistas del pantano y de todo el entorno.

     Siguiendo la carretera hacia Ruidera, y antes de llegar a avistar la localidad del mismo nombre, nos encontramos con las primeras lagunas: la del Cenagal, de la Coladilla y la de Cueva Morenilla. Son solo 3 de las 15 que conforman el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, para cuya visita podemos documentarnos en el Centro de Información situado en el pueblo, teniendo éste una abundante oferta hostelera, dada la gran afluencia turística de la zona.
  
    Son muchos kilómetros de lagunas consecutivas y escalonadas que ya de por sí son un espectáculo natural, y más en primavera o en época de lluvias cuando cada una desborda sobre la siguiente formando infinidad de cascadas, siendo su hilo conductor el Guadiana, cuyo nacimiento se podría considerar que está en el acuífero que hay debajo de la laguna Blanca, que es la situada a mayor altura. Se pueden hacer variadas rutas de senderismo y de bicicleta que recorren sus orillas, y también una carretera bordea por la margen derecha casi todas ellas, a lo largo de la cual iremos encontrando distintas zonas habilitadas para aparcamiento junto a aquellas que tienen zonas de baño, chiringuitos, merenderos o miradores.

       Cerca del Centro de Información, cruzando el puente sobre el Guadiana, sale un camino que en unos pocos centenares de metros nos lleva a la Cascada del Hundimiento, un precioso salto de agua de unos 15 metros, cuyo abundante caudal le dota de gran espectacularidad.

      A este lado del río también tiene su inicio una de las rutas de senderismo recomendadas en el Centro de Información: la "Senda del Margen Izquierdo", lineal de 3 kmts. (6 ida y vuelta) que discurre por un cómodo camino totalmente llano, que bordea las lagunas del Rey y la Colgada, y que nos permitirá descubrir el considerable tamaño que tienen, como la mayoría de las demás, y su entorno de monte bajo con bosque de encina o de pino.

      De vuelta al pueblo es imprescindible subir, andando o en coche, al Mirador del Rey, que nos ofrece unas hermosas vistas de las lagunas cercanas y sus alrededores.
 
     Ahora vamos a recorrer en vehículo la kilométrica carretera que recorre el complejo lacustre por su margen derecha. Unos pocos kilómetros después de salir del pueblo llegamos al área recreativa del Mirador de las Cascadas del Lago Batanas, situado sobre el salto de agua que se produce entre las lagunas Santos Morcillo y Batanas. Aquí encontramos también bonitas playas sombreadas por pinos y árboles de ribera y un chiringuito, además de algunas pequeñas cascadas más de desborde entre la laguna Salvadora y Santos Morcillo.

      Siguiendo la carretera, a poco más de un kilómetro, podemos parar de nuevo en el mirador sobre la laguna de la Lengua, donde observaremos con claridad lo que es una barrera tobácea, que son las que se forman por acumulación de sedimentos formando diques entre unas lagunas y otras, y por cuyos huecos, o bien por desborde, el agua pasa de unas a otras formando las cascadas.

     Continuamos en coche, sobrepasamos la larguísima laguna de la Lengua y la pequeña Redondilla, tras la que la carretera pasa a la margen izquierda, bordea parte de la de San Pedro y la Tinaja y, siguiendo los indicadores de rutas, llegaremos hasta el parkin del restaurante Montesol, donde tiene su inicio la "Senda del Pie de Enmedio". Aquí estamos junto a la laguna Tomilla, que tiene una piscina natural muy bien arreglada.

      La ruta es circular de 6 kmts., y empieza recorriendo el tramo del río que hay entre la Tomilla y la Tinaja, una zona llena de rápidos, cascadas y charcas con sus aguas color turquesa. El camino bordea después la Tinaja y llega a la San Pedro, donde se convierte en una senda que va por su alargada orilla hasta llegar a un antiguo molino, desde donde podemos seguir las indicaciones de la ruta, o bien desviarnos un poco para visitar dos interesantes lugares también indicados en el folleto de rutas de senderismo del Centro de Información y que, por tanto, están bien señalizadas.

      Tras el molino está la ermita de San Pedro de Verona, y de aquí parte una senda en cuesta que en un kilómetro nos deja en la Cueva de Montesinos, famosa porque en El Quijote Cervantes nos describe como el Hidalgo Caballero tiene que luchar dentro de ella contra las "aves nocturnas" que la habitan. Y es que en la cueva realmente viven infinidad de murciélagos de distintas clases, los cuales podemos observar ya que la misma está abierta a visitas, para lo cual debemos informarnos de los días y horas de apertura.

      De vuelta a la ermita de San Pedro, seguimos ahora andando por la carretera de Ossa de Montiel (de poco tráfico y por la que también se accede a la Cueva de Montesinos), desviándonos poco después por un camino de tierra para llegar al Castillo de Rochafrida (1,5 kmts. desde la ermita), también nombrado en El Quijote y escenario de diversos romances medievales. Cierto es que se encuentra en ruina, pero bien merece una visita por su ubicación en lo alto de una muela, donde tenemos excelentes vistas del valle del Arroyo Alarconcillo, que más abajo forma la laguna de San Pedro. Una senda recorre todo el perímetro del castillo, discurriendo por su frondoso entorno y pudiéndose observar cómo la roca hace de defensa natural del mismo.

      Tras regresar al molino por el mismo camino, retomamos la ruta de la "Senda del Pie de Enmedio", y siguiendo las indicaciones nos toca subir el monte que separa la laguna de San Pedro de la Conceja, la cual avistaremos al coronar el alto, descubriendo sus grandes dimensiones. La senda desciende hasta llegar a sus orillas, donde tomamos el camino que la bordea y que nos devuelve de nuevo al parkin que está junto a la Tomilla, donde habíamos empezado.

      Aún queda una laguna más: la Blanca. Está varios kilómetros más arriba de la Conceja y la carretera no llega hasta allí, pero sí lo hace una pista forestal por la que se puede ir andando o en bicicleta haciendo otra de las rutas recomendadas. Eso sí, conviene decir que esta laguna es muy estacional, por lo que, en función de las lluvias, podemos encontrarla seca en muchos períodos de tiempo a lo largo del año.




     SALUDOS

EL RURAL

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viernes, 18 de septiembre de 2020

Metamorfosis

 


Le pedí al dios que fuere, una y otra vez, que me devolviese el contrato de alquiler de mi caldera en el infierno, aún perdiendo la fianza, para volver a jugar con mis ángeles ataviados de diablos.

Le pedí un descontrol agitado, no batido, con una aceituna ensartada en un palillo. Le pedí las noches que se llevó a hurtadillas, con sus decorados de calles de Madrid y sus bandas sonoras de taxista flamenquito y devoto de nuestra señora de radiolé.

Le pedí cervezas que sudan en su piel de cristal gotas frías, esas que empiezan a caer con pereza y aceleran al llegar al pie de la copa, y jotabés con cocacola con mucho hielo, servidos en esas lentes de aumento con la graduación para miopes de corazón que sólo los vasos de tubo esconden en el fondo.

Le pedí bailar "If you leave now", y "Moonshadow", y "Stay". Le pedí penumbras de soportales y farolas fundidas a la puerta del portal. Le pedí mi antigua hambre de risas y la carta de bromas que mis amigos me presentaban cada vez que pasábamos por las inmediaciones de un bar abierto.

Le pedí mi pasado, en una palabra.

Pero ese dios que fuere ha dado positivo en los test. Y todo lo que me ha mandado es un instante de tormenta y un imsomnio vacío de sueños y plagado de pesadillas sobre imbéciles que quieren cambiar el mundo y a los que el mundo les cambia con treinta monedas de plata, sobre pérfidos y mezquinos ególatras adoradores del poder y sobre la ceremonia de la estupidez convertida en rito sagrado. Pandemia rima con anemia. En consonante. Sólo hay excedente de carencias.

Estos tiempos me han metamorfoseado de ciego murciélago, buscador de vida en las oscuridades, en rata despeinada que se asoma al borde de los desagües a plena luz del día, buscando migajas de mohosas pasiones.

Puto virus. Puto tiempo.

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