miércoles, 7 de marzo de 2012

El espejo


Compramos un espejo en una tienda de antigüedades, con la esperanza de que mantuviera virtudes de su pasado. Y así fue, el espejo reflejaba todo con una plácida sensación de los colores difuminados de otra época, con la ausencia de prisa que antes se tenía. Pero sobre todo, te reflejaba a ti a mi lado. A ti, que habías sido tanto tiempo anhelada, querida, deseada.

Cuando me asomaba al espejo tu sonrisa asomaba por encima de mi hombro, llenándolo de luz; o cuando el espejo reflejaba tu espalda, y yo te contemplaba en todo tu esplendor, pero sólo un instante, porque mi abrazo te cubría para no dejar escapar ni un milímetro de tu piel.

El espejo era el testigo de tantas audacias, procacidades y momentos de ternura, el custodio de los besos, flores y risas que surgían entre tú y yo, el espejo era el reflejo de nosotros.

Era un espejo antiguo, pero robusto, con las virtudes de las cosas de siempre, con vocación de pervivir. Podía haber durado toda una vida más.

¿Por qué tuvo que romperse el espejo?

3 comentarios:

  1. A veces hay amores que deberian durar toda una vida y otras, que debimos romper el espejo hace mucho tiempo... Buen reato ;) Un saludo desde La Sonrisa Del Durmiente

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  2. Mi espejo es tan cruel que constantemente me devuelve mi propia imagen.

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  3. Muy bonito. De calidad

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