lunes, 13 de enero de 2014

Una urgencia


─ ¡Muevan esa cola, por favor!  ─dijo en voz alta el joven apostado a la final de la hilera de hombres frente a la puerta de entrada del único urinario público disponible.


Visor

El bar Marilín

Es un bar, de barrio pequeño, pero no oscuro. Situado en el centro de valencia, en el barrio antiguo del “Carmen”. Su dueño se llama Juan, es un hombre de cincuenta y dos años, que después de quedarse en el paro, decidió coger sus ahorros y correr el riesgo de montar su propio negocio. No es un bar muy lujoso, pero esta limpio y es el lugar de reunión preferido de muchos parroquianos. El bar se llama así en honor de Marilyn Monroe, desde muy joven, Juan era fan de ella. Y cuando abrió el bar lo decoro con fotografías de ella y posters de sus películas, también alguna figura de ella decora el local. Sus paredes están decoradas la mitad con madera y la parte superior de ladrillo natural barnizado. 
En el, todos los días, trabajan su mujer, un hijo adolescente, que estudia a la vez  informática y programación, Juana, una mujer divorciada de cuarenta años y él.  El bar ha vivido historias de todo tipo, rupturas de parejas, peticiones de mano, comidas familiares y de amigos. También peleas y discusiones, entre los parroquianos, y la desagradable sensación de un robo. Una noche cuando estaba cerrando un grupo de personas entraron amenazando con una pistola a su esposa y a Juan, le rompieron botellas y mobiliario, por lo que él siempre califico de botín miseria, cinco mil pesetas y dos botellas de whisky. Pero eso no le cambio el humor, un poco de miedo si que le metió, pero eso es agua pasada. Él  siempre piensa “que sino arriesgas no ganas” Por eso sigue abriendo y cerrando todos los días superando el  miedo y la crisis, junto a su esposa Marta. El amor de su vida y la persona que desde el principio estuvo a su lado y le apoyo.
Y como todos los días hoy el despertador vuelve a sonar a las seis de la mañana, Juan y Marta se vuelven a levantar juntos, aunque Marta baja más tarde , porque se queda haciendo la casa, Juan marcha hacia el bar, esta cerca de casa, A las seis y media de la mañana, esta abriendo las rejas. Y fiel como todos los días Antonio esta esperando para tomarse el primer café de la mañana, antes de irse a trabajar, siempre le recibe con la misma frase:” ¡Hombre Juan, te has dormido, llegas tarde! Y Juan le responde: ¡para ver si te cansas y no vienes! Y después de echarse unas risas, comienza un nuevo día de trabajo para los dos.


Meiga 

domingo, 12 de enero de 2014

Ermita de San Saturio en Soria

     Estoy sentado en la Plaza Mayor, rústica y provinciana, de las que a mí me gustan, y enfilo ahora por la cuesta que baja al río Duero. Al llegar al puente de piedra, sin cruzar a la otra orilla, giro a la derecha, aguas abajo, y enseguida llego al sotoplaya, conjunto de islotes comunicados entre sí por pasarelas de madera o metálicas. El más grande de ellos es una verde pradera llena de álamos, con parque infantil, merenderos y hasta una pequeña playa.

     Cruzo a la otra orilla por las pasarelas, y salgo frente al famoso Monte de las Ánimas, cuya estremecedora historia reflejó Bécquer en sus "Rimas y Leyendas".

     Aquí giro a la derecha para salir al arco de San Polo e introducirme de lleno en el Paseo de San Saturio, camino de la ermita. ¡Cuánta belleza!, y más ahora en otoño. Los árboles de la ribera están en su máxima expresión colorista propia de la estación: ocres, marrones, anaranjados, amarillos... Un sinfín de tonalidades otoñales que convierten la vegetación de ribera en un extraodinario espectáculo de color.

     A la izquierda tengo los montes de la Sierra de Santa Ana, a la derecha el alto del Parque El Castillo, con el Parador Nacional de centinela permanente, y en medio, encajonado, el Duero, con sus verdes y arregladas orillas y con sus aguas tranquilas, dando al lugar su punto de tranquilidad y de silencio.

     Paso el puente de hierro de la antigua línea férrea de Castejón y, al fondo, ya diviso la ermita, encima de unas rocas sobre el río. Voy caminando y veo grabados en los troncos de los álamos muchos nombres y corazones, por algo llaman a esta zona el "Paseo de los Enamorados".

     En relación a esto, antes de llegar a la ermita, en una roca a la izquierda, hay un grabado en piedra con estos versos de Antonio Machado:
 
                                                    "Estos chopos del río, que acompañan
                                                      con el sonido de sus hojas secas
                                                      el son del agua cuando el viento sopla,
                                                      tienen en sus cortezas
                                                      grabados iniciales que son nombres
                                                      de enamorados, cifras que son fechas"

     Y ya lindando con el templo, junto al "Rincón de Antonio Machado", otro grabado con más versos:
                                                     "Gentes del alto llano numantino
                                                       que a Dios guardáis como cristinas viejas
                                                       que el sol de España os llene
                                                       de alegría, de luz y de riqueza"

     Tras leer estas poesías, levanto la mirada y me deleito con la ubicación y la arquitectura de la ermita, y me pregunto: ¿cómo ha sido posible levantar una ermita en semejante lugar? Me introduzco en la inmensa roca que acoge el templo, recorro sus cuevas, subo, llego a varias dependencias desde cuyos ventanales hay unas preciosas vistas del Duero, y por fín estoy en la maravillosa capilla barroca donde se encuentra la imagen de San Saturio, patrón de Soria, que está totalmente decorada con pinturas que hacen referencia a la vida del santo.

     Junto a la capilla hay una puerta que da salida a una escalera exterior, por la que bajo de nuevo a la entrada de la ermita, y vuelvo a levantar la mirada, y vuelvo a sorprenderme por el lugar donde esta construida.
    
     Para volver hacia el centro de la ciudad decido cambiar de orilla. Para ello, bajo a la pasarela que cruza el río junto a la ermita. Pero antes de cruzar, aparece de nuevo otra señal que indica que este lugar levantó sentimientos e inspiraciones en muchos poetas de distintas generaciones: junto al puente, otra inscripción en piedra con estos versos de Gerardo Diego:

                                                             "Río Duero, río Duero
                                                               nadie a acompañarte baja;
                                                               nadie se detiene a oir
                                                               tu eterna estrofa de agua"

     Ya en la otra orilla estoy en al Paseo de San Prudencio, cuyo mentor fue San Saturio, y me vuelvo para contemplar la vista de la ermita y su entorno desde este lado. No me canso de mirar, me dejo envolver por la atmósfera poética que inunda este lugar, y me entran ganas de ponerme a inventar versos, como si yo fuera capaz de emular a los que aquí se inspiraron tiempo atrás.

     Me alejo recorriendo este bello paseo, que lo es tanto como la otra orilla, por la que vine antes. Paso de nuevo bajo el puente de hierro; después, junto al antiguo molino, ahora rehabilitado; luego el sotoplaya y, finalmante, el puente de piedra. Me giro para maravillarme una vez más con el colorido otoñal de los chopos, y enfilo cuesta arriba de nuevo hacia la Plaza Mayor. Cerca de ésta, en la planta de arriba del Casino, se encuentra La Casa-Museo de los Poetas.

     ¿Qué mejor lugar para concluir este bellísimo y poético paseo?...

                                                                  Saludos
                          
                                                                                                                     El Rural

jueves, 9 de enero de 2014

La fuga

Esperé. Insomne, más despierto que nunca. Permití a la noche florecer.
Disipada la luz avancé en silencio, mi plan: huir, a costa de la vida si es preciso.
Hice un paneo ligero. Un aroma enrarecía el aire, ansiedad, puede que miedo. Sabiéndome fuera de la vista del encerrador y sin un carcelero que truncase el camino, recordé lo tantas veces planeado: correría al túnel y de ahí hasta donde el aliento lo permitiese. Me lancé en la más endemoniada de las carreras, salté al túnel y  de allí al intrincado camino circular y corrí con todas las fuerzas bajando la cabeza en un reflejo instintivo, casi aerodinámico,  hasta quedar en la posición de un proyectil. Poseso de  esa furia y ya sin energías, caí extenuado, con la respiración enloquecida. Abrí los ojos. Fue el terror: tras la fuga ocurría lo imposible, la cama, la celda y la cárcel me seguían.
Aterrado me levanté, presa de indecibles temores, corrí, nuevamente. Sucumbí de nuevo, no daba crédito a mis ojos: sin importar cuánto corriese, cama, celda y encierro me seguían.
Confuso, desesperado, me di a la fuga una y otra vez, a lo largo de la noche. Caí, rendido, agotado. Agonizante no abrí los ojos para no ver (cama, celda y encierro seguían allí).
Una luz, todopoderosa, se encendió iluminándolo todo. Corrí de nuevo. Se oyó potente la monstruosa voz del encerrador:
“Amor, ven a ver: la ardilla ya descubrió para qué sirve la ruedita”.


Carlos Gato Martínez

domingo, 5 de enero de 2014

Reyes Magos S.A.

Es cierto, vienen los Reyes Magos (en adelante RR.MM.).
Pero como decía un chiste, “cómo ha cambiado el cuento”.
Para empezar, ya no vienen de oriente, sino que siguen una planificación para la gira mundial cuya gestión está subcontratada a una empresa de organización de eventos. De modo que en función del planning pueden venir de oriente, de Miami o de las Islas Caymán.
El medio de transporte también ha sufrido modificaciones. Los tradicionales camellos debieron ser sustituidos, porque una unión de ONG’s defensora de la fauna interpuso una demanda contra la franquicia “RR.MM. S.A.” por maltrato animal. De ese modo, los RR.MM. tuvieron que buscar un nuevo medio de locomoción. Aceptaron una oferta de patrocinio de Harley-Davidson, y cada uno lleva un modelo diferente (gasolina incluida). Uno de ellos, además, tiene un acuerdo personal para poder ir en un quad cuando le parezca oportuno.
Tampoco hay Cartero Real, ahora tienen un Community Manager que les gestiona todo el marketing, merchandising y comunicación, la cuenta de twitter (@RRMMsa), y las de Facebook, y Linkedin. Como el correo postal está prácticamente extinguido, las peticiones se hacen a través de las mencionadas redes sociales, por whatsapp, line o similares; también hay una línea de atención telefónica (902)Cada niño puede realizar su carta personalizada, y comunicarse además a su Rey Mago favorito, porque tienen cuentas independientes, @Mlxor; @Gazpr; @Balta, que ellos mismos gestionan desde sus smartphones y tablets. Pero los pedidos se hacen a través de una dirección de correo electrónico única (micesta@rrmm.com).
Los regalos también van sufriendo las adaptaciones lógicas de la época que vivimos; los RR.MM. no intervienen en lo que los niños piden. Eso sí, la opción “carbón”, ha sido desechada por obsoleta, y ha sido sustituida por “basura nuclear”, más acorde a nuestros tiempos.
Sensible a algunas reivindicaciones, “RR.MM. S.A.” ha abierto un proceso de casting para la posible incorporación de una Reina Maga en próximas ediciones del evento. Asimismo, los pajes (y pajas…, o pajesas) de plantilla sufrieron un E.R.E. y actualmente los proporciona una agencia de azafatas que lleva la contrata de este servicio, y tienen que cumplir unos requisitos físicos mínimos.
La denominación de “Reyes Magos” también está sufriendo un proceso de auditoría, ante la pérdida de popularidad que pudiera granjearles ante sectores antimonárquicos. En caso de un informe negativo se estudiarían otras denominaciones, de corte más moderno, como “CoolSeniors”, o “Brokers Magos”.
Y de dejarles polvorones, y una copita de anís, nada. Ahora prefieren un gintonicpremium.
Por otra parte, toda la indumentaria de los RR.MM. y su equipo está también patrocinada, y tienen un acuerdo de esponsorización que incluye publicidad en las túnicas; además, cuando salen saludando en los medios de comunicación, deben lucir siempre un reloj de la marca que les paga.
Es decir, que los tiempos han cambiado un poco, aunque el espíritu, como todos bien sabemos, sigue siendo el mismo de siempre. Si han sido buenos, que les traigan muchas cosas. Y si han sido malos, pues también, y que les quiten lo bailado.

martes, 24 de diciembre de 2013

Mi primera vez

El 15 de febrero me encontraba regando las plantas de la madre superiora Guillermina, cuando una de las amigas de Bertha me entrego lo que parecía una carta y si efectivamente lo era, “te tengo una sorpresa atte: Bertha”, no pude trabajar de la emoción que sentía, me la pase esperándola en el jardín donde acostumbraba pasear , más nunca la vi, así que regresé a la casa de Fidel. No se pueden imaginar cual fue mi sorpresa al ver a Bertha adentro de la cabaña, me puse erguido enseñando el pecho para ocultar el miedo que sentía, ella por su parte me dijo que muy pronto se convertiría en monja, lo que me decepciono, sin embargo al querer voltear ella prosiguió y me dijo que quería experimentar el amor antes de dedicarle la vida a dios. Se quito el uniforme   dejando ver sus atributos, después dejo caer su brasier y su ropa interior, nunca había visto tanta belleza, Bertha era absolutamente una diosa: su pelo se movía de un lado a otro como queriendo ocultar sus senos, que eran  pequeños, altos y puntiagudos. Bien dicen que todos tenemos nuestro propio infierno y paraíso personal, ese momento fue mi paraíso y por solo una vez en mi vida me sentí completo, fue una sensación totalmente maravillosa; mi pecho con su pecho, sus piernas sostenidas por mis manos y los pajarillos cantando sin cesar. Apenas habíamos pasado media hora abrazados el uno junto al otro, en el momento en que entro Fidel moviendo su machete amenazadoramente. Yo por mi parte salí corriendo como burro sin mecate, despidiéndome apresuradamente de Bertha, mientras fidel trataba de alcanzarme, aunque  al final se canso y termino por dejarme huir. Ahora que haría ya no podía volver al convento y solo tenia unos cuantos pesos que servirían nada mas para comer durante una semana.  Regresé al convento a dar el ultimo adiós y me sorprendió ver a una alumna esperando en la entrada, me acerque para verla y era Bertha;  con su playera sucia y su brasier chueco.  La salude intentando poner cara de preocupación, luego ella me abrazo  y sentí la calidez de su cuerpo que se encendía al igual que una vieja llama, que solo revive para dar un ultimo suspiro.  Me contó que la iban a expulsar del convento y que sus padres se encontraban hablando del incidente con la madre superiora, yo por mi parte le dije que no sabia que iba a hacer ahora que saldría del convento. De pronto senti una mano firme en mi hombro; era el padre de Bertha un hombre  alto, con una frente pronunciada, de ojos verdes, cabello negro y tez blanca. Con su gran mano me iba guiando afuera de las instalaciones del convento, mientras yo me comía las uñas del miedo...


Blackyunkel

lunes, 23 de diciembre de 2013

Burbujas mentales

Y mi cuerpo y mi mente estaban separados, aunque unidos por un fino y frágil hilo de tela de araña que los conexionaba y permitía que mi energía mental hiciese de funambulista hasta llegar a mi cuerpo y proporcionarle sensaciones que ya habían entumecido.
Los voltios de mi cabeza empezaban a aumentar y yo no sabía muy bien cómo afrontarlo, mi corazón expulsaba fluidos, expandiéndolos por mi cuerpo cada vez con más frecuencia y los pensamientos comenzaban a invadirme súbitamente, mezclándose unos con otros, entrelazándose y perdiendo la cohesión inicial del motivo por el que habían llegado, no me dejaban pensar, se habían tomado el permiso para jugar conmigo y conseguir que mi atención solo estuviese enfocada hacia ellos, perdiendo la conexión con el entorno del que se suponía que formaba parte. Las voces eran simples palabras sueltas sin núcleo de unión que dejaban de oírse en la espuma del agua revoltosa que me rodeaba, cada una de las pompas que formaba la espuma me acariciaba, me daba placer para morir después estallando contra mi piel.
Estaba tan arrugada que resultaba incluso doloroso, mi cuerpo había sido capaz de absorber tanto agua que pensaba que al salir tendría que colgarme con un par de pinzas en la cuerda del tendedero. En verdad me gustaba la idea de zarandearme, colgada de los tobillos, al viento, al aire de madrugada, así mis pies que siempre han tenido la cabeza muy en el suelo podrían observar las estrellas que al igual que yo se bañaban en el cielo y hacían gala de su ego cubriéndolo todo con un manto kilométrico. Algunas, se cansaban de soportar el peso del mundo y se lanzaban desde lo más alto, desintegrándose con la velocidad y la adrenalina que produce la caída libre.
Abrí los ojos ya abiertos y me hallé en el infierno, en ese sitio caldeado, sentía el vapor empapando mi cuello, remojándome en una caldera, junto a otros diablos, vampiros, hombres lobo y centauros. Conversábamos satíricamente acerca del cielo, burlescos reíamos de la banalidad de la vida en el erróneo apodado paraíso.
El escenario volvió a cambiar, y mi mente se entrometió tanto por los recovecos neuronales que comencé un camino sin hacer movimiento alguno por las partículas que lo forman todo, tocaba con mis dedos la materia llena de música y de aire, de vapor y de aliento, de tierra y de sabor. Y lo mejor era que todo el mundo allí reunido, debía sentir lo mismo, y que por lo tanto podías dejar desbordar la insania que ya rebosaba en estado de ebullición.
Incapaz de seguir una conversación, iba y venía flotando sobre las voces vírgenes, que emanaban tal cual de las gargantas y cuyas palabras no eran sometidas a ningún proceso de selección, por eso me gustaba intentar escuchar, porque nos convertíamos en una asamblea griega informal. En el Ágora como en nuestra asamblea particular, cogito ergo sum.


Lorelai Sogni
Licencia Creative Commons
La siguiente la pago yo por Rick, Diógenes de Sinope y Albert se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.