martes, 8 de febrero de 2011

Liam

Liam es un irlandés de la mismísima Irlanda. Trabaja en un bar de la calle Alcalá, sirviendo pintas y menús del día a ejecutivos, intelectuales, turistas y algún que otro despistado como yo.

Liam siempre está contento... y eso que es del Atleti. Con el fútbol y una de las maravillosas gorras que me regaló Raquel empezó a fraguarse nuestra amistad. Una gorra auténtica del Liverpool, comprada en Anfield, donde miles de gargantas cantan "You'll never walk alone". En cuanto la vió, me preguntó. Le expliqué que me la había traído de allí una amiga, y nos pusimos a hablar de la Premier. Y luego de la Liga.

Liam cuenta que, cuando llegó a Madrid, fue a ver un partido al Bernabeu con su novia, merengue de siempre. Y luego fue al Calderón y se hizo del Atleti, porque el fútbol en el Manzanares se vive con mucha más pasión. Yo, que ya llevo sufrido lo que no está en los escritos, traté de advertirle de que, pudiendo elegir, se ve mejor fútbol en Concha Espina y sale uno,como mucho, a dos o tres disgustos al año, y que el hecho de que el Estadio de Don Vicente esté tan próximo al Paseo de los Melancólicos no es nada casual. Pero él insistió en lo del calor de la grada. Y siguió siendo del Atleti.

Cuando te conoce, Liam te saluda con un abrazo. La primera vez te desconcierta tanta afabilidad. Pero luego descubres que no es una pose, que él es así, y que los clientes que son amigos son amigos y los amigos de mis clientes son mis amigos.

Y tiene una sonrisa casi permanente, y sólo le cruza un gesto de preocupación pensando en el Inglaterra-Irlanda del Torneo de las Cinco Naciones más Italia ( me gusta la terminología clásica, no tengo nada en contra de los transalpinos, Bergamasco incluido, que quede claro ). Pero enseguida se le pasa y vuelve a sonreir. Y siempre me voy pensando que se puede ser, como decía Aberasturi, moderadamente feliz. Basta con media pinta, un amigo, una buena conversación y la sonrisa de Liam como decorado.

Buenos días y que los vientos soplen a vuestro favor.

3 comentarios:

  1. Puedo corroborar que Liam es un tipo cabal. Educado y eficiente, y sobre todo, majete. Da gusto ir a tomarse una media pinta de lo que sea (Heineken, Paulaner) y mientras llega tu compinche, tener un rato de charla agradable. Un valor añadido para el local en el que trabaja.
    Que los hados te sean propicios a ti, compañero.

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  2. Si es así, esas personas nos salvan al resto de la humanidad. Últimamente está de moda ser excesivamente crítico con la naturaleza humana. La tendencia es la búsqueda de lo que nos iguala con los animales. Eso estaba bien sobre todo para matizar los aires de grandeza que históricamente ha tenido el ser humano. Pero ese "antropocentrismo" ha recibido varios estacazos: 1) "La tierra no está en el centro. (Copérnico); 2)"El ser humano viene del mono" (Darwin)y 3) El inconsciente motiva la mayor parte de nuestras acciones (Freud). Sin embargo, hay que mantener viva la llama del fuego que Prometeo robó a los dioses. Hay que destacar también lo noble que hay en nosotros. Los actos de solidaridad que somos capaces de hacer por personas que no conocemos y que viven al otro lado del mundo. Hay que subrayar lo que nos diferencia de los animales, no solo lo que nos iguala. Liam es un ejemplo de lo que hay por el mundo y que nos perdemos viendo tanta estupidez en la tele.

    Adso

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  3. "-Que tranquila seria la vida sin amor, Adso, que tranquila y que insulsa"
    Son palabras de Fray Guillermo... Siempre una novela negra.

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