jueves, 12 de septiembre de 2013

Invasión en la ciudad

Cada día llegaban entre 700-1000 de los suyos aproximadamente, se denominaban entre ellos visioneats (algo así como consumidores de visión)  y se mezclaban entre la multitud para no levantar la más mínima sospecha.
Su apariencia era totalmente normal: vestían como nosotros, hablaban como nosotros, comían como nosotros, pero no eran humanos. Solo un insignificante detalle los distinguía y eran sus insólitas pupilas: incapaces de reaccionar a la luz. Se mantenían con un tamaño diminuto y no se les debía de mirar mucho rato fijamente, pues eran capaces de establecer una sinapsis neuronal a través del iris y adueñarse por completo de los sentimientos y sobretodo de la voluntad de las personas.
 Había “perdido” parte de mis amigos  y conocidos en los últimos meses bajo estas circunstancias. Un movimiento revolucionario había surgido recientemente que cada vez contaba con un mayor número de adeptos y poco a poco les iba ganando terreno. Habían ideado unas gafas para evitar sus devastadores efectos y parece que estaba dando buenos resultados por el momento. También estaban trabajando en un proyecto de eliminación química basado en una combinación de hidrocloritos con sulfatos.

Silvia Asensio García

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
La siguiente la pago yo por Rick, Diógenes de Sinope y Albert se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.