miércoles, 3 de diciembre de 2014

Formas

La secuestraron en su adolescencia entre la herencia genética y la tiranía de la moda. Atravesó un buen trecho de su juventud haciendo oposiciones a la talla treinta y seis, y suspendió en todos los probadores. Pensó que el Edén había echado el cierre.

Hasta que aquel muchacho tímido que vivía cuatro o cinco portales más abajo le ofreció llevarla a clase en moto. Fue una odisea entre olas de placer, vientos de libertad y un ápice de vergüenza cada vez que el contacto de la aceleración delataba sus formas contra su espalda.

Llegaron a la facultad y se sentaron en la cafetería, y la invitó a un café. Él, siempre tan callado, empezó a contarle cuanto le divertían sus comentarios, cuanto disfrutaba de su ingenio cada vez que coincidían entre clases

Ella sentía que tocaba el cielo con la punta de los dedos. Pero cuando estuvo segura de que las puertas del paraíso se abrían de par en par fue cuando le dijo al oído, en un susurro hecho caricia, que le enloquecían sus curvas, sus curvas de mujer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
La siguiente la pago yo por Rick, Diógenes de Sinope y Albert se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.