Soy un hombre tranquilo

Soy un hombre tranquilo. Mis pasiones se han atemperado con el paso de los años. Soy un hombre pacífico que detesta la violencia, tal vez por haberla vivido ya demasiadas veces. Soy un hombre cuya mayor aspiración es vivir con serenidad. No soy un hooligan, no soy un “broncas”. He aprendido a soslayar las provocaciones...

Pero lo que sucede en España empieza a superarme. Políticos con varias viviendas en Madrid cobrando dietas de residencia. Imputados con contratos blindados y millonarios. Cesantes por oscuros manejos que exigen el pago de cuantiosas indemnizaciones. Dirigentes con tres, cuatro, cinco sueldos. Administraciones que pagan dineros que no tienen por asesoramientos que no se producen. Condonaciones de deudas a instituciones y partidos políticos por parte de entidades bancarias que acaban siendo rescatadas con el resultado del sacrificio de los impuestos de todos. Retiros dorados, familiares que ganan sorprendentemente concursos públicos, colaboradores remunerados “ad infinitud”, privatizaciones inexplicables.

Parece que una conjura político-financiera quiera devolvernos a una semiesclavitud en la que sólo tienes derecho a un servicio que ya has pagado con tus retenciones si abonas una nueva sobretasa. Y cada vez que me pregunto si podré pagar los estudios de mis hijos o sus oportunidades se verán truncadas porque no he sabido hacerme amigo sino de mis amigos, y no de los poderosos, siento un pálpito dentro que me devuelve a los veinte años, con la furia en la garganta y en los puños.

Soy un hombre tranquilo. Ojalá no tenga que dejar de serlo. Porque sospecho que hay otros muchos hombres como yo. Y muchos hombres furiosos es una fuerza que no se puede controlar. Lo sepan ellos o no.

La Comarca de la Vera 2/3

Plaza Mayor. Valverde de la Vera

     Siguiendo la carretera llegamos a Valverde de la Vera, otra joya de arquitectura  popular verata. Destaca su plaza mayor y ayuntamiento, otra placita con un imponente rollo y, en la parte alta del pueblo, los restos del castillo, cuya torre del Homenaje ha sido rconvertida en escenario de un pequeño auditorio construido en el patio de armas. La torre de la iglesia debió ser anteriormente una de las torres del castillo, ya que está almenada (con cubierta posterior) y con saeteras defensivas. Bonita también la ermita del Humilladero, por fuera y por dentro, rodeada de frutales.

Castillo. Jarandilla de la Vera

    El siguiente pueblo que visitamos es Jarandilla de la Vera. Aquí la arquitectura verata no es tan patente, tendiendo más a  las casas encaladas más típicas del sur de Extremadura, pero presenta un centro urbano muy interesante, con una buena plaza mayor presidida por una imponente iglesia fortificada. Destacar también también el castillo-parador, magnífico, con buenas torres y un bello patio de armas con soportales, y la ermita de Nuestra Señora de Sopetrán, con hermosos retablos barrocos, y frente a la que se encuentra el rollo o picota.

    Desde aquí subimos al cercano pueblo de Guijo de Santa Bárbara, el de mayor altitud y el más metido en la montaña. Quizá por eso su arquitectura se nutre principalmente de la piedra. Un paseo por sus calles se antoja imprescindible, donde no dejaremos de descubrir hermosos rincones. El lavadero es una preciosidad. Visitad también el Centro de Interpretación de la Reserva Regional de Caza "La Sierra".

Charca del Trabuquete

    Desde el pueblo se pueden realizar distintas rutas de senderismo por la montaña, destacando la del antiguo Camino de Castilla, que sigue el curso del Arroyo Jaranda, encontrándonos a nuestro paso preciosas charcas de agua color turquesa, como la "Charca del Trabuquete", con una preciosa cascada incluida, y subiendo hasta la Portilla de Jaranda (2.036 m.). Otras ruta sube hasta la ermita-refugio de Nuestra Señora de las Nieves (1.510m.), el templo religioso más alto de toda Extremadura. Encontraremos más  información al respecto en el ayuntamiento o en los distintos alojamientos que hay en el pueblo. Destacar también la piscina natural "La Máquina", en la carretera hacia Aldeanueva.

    Nuestra siguiente parada es Cuacos de Yuste, otro bellísimo pueblo de arquitectura diversa: piedra, ladrillo con entramado de madera, plaza mayor porticada con columnas de piedra... Hasta un curioso auditorio en una bonita plaza, cuyo escenario se encuentra encima de una inmensa roca.

Monasterio de Yuste

    Desde aquí subimos al magnífico Monasterio de Yuste, que es de Patrimonio Nacional, donde Carlos I de España y V de Alemania vino a vivir sus últimos días. La entrada vale 9 euros (más 4 con audio-guía) pero bien los merece.

     En los alrededores tenemos el Cementerio Alemán, donde reposan los restos de soldados y marineros alemanes muertos cerca de nuestras costas durante la Primera y Segunda Guerra Mundial.

     Siguiendo la carretera del monasterio llegamos al mirador de "La Serrana", situado sobre el pueblo de Garganta la Olla, con magníficas vistas de la localidad y su precioso entorno de montaña. Bajando al pueblo, justo antes de entrar en él, veremos a un lado del puente las estupendas y arregladas piscinas naturales, y una bonita cascada al otro. Ya en el casco urbano, es imprescindible pasear por sus calles para darnos otro homenaje de arquitectura verata.