sábado, 27 de julio de 2013

Lucero

Entonces conocí a “niño”.  Ignoro por qué “niño” insistía en ser niño. Nunca comprendí  por qué quería parecerse más a un niño que a una niña, aunque parecía un niño, siendo una  niña.


Francisco Ángel Noreña

viernes, 26 de julio de 2013

Liberación

La brevedad… esa es la vida; es un cigarrillo en combustión. Nos consumimos en el fuego abrazador del tiempo, y lo que queda es humo y cenizas. Vida miserable y maldita. ¿Qué es lo que haces tú? – Preguntó Cleveland,  luego dio una fumada al cigarrillo y apuró su cerveza.
-Solo soy el espectador del mundo, además ¿qué quieres que haga?  Ya he hecho todo. – respondió Dios. -Pensé que dirías eso – dio otra fumada y echó otro trago. El sol se ocultaba progresivamente. -¿Qué me dices de la muerte? –
-La muerte es la finitud de la carne, mas no la del espíritu – y Dios miró hacia la ventana para ver el último rayo de sol de aquella tarde.
-Tú que has hecho todo… yo lo destruiré. Tú que has creado esta vida… yo la terminaré – Cleveland dio el último trago a su cerveza, luego se levantó y blandió un revolver. Puso el cañón del arma sobre la cabeza de Dios. – No has vivido la muerte. – Dios no se inmutó. –Lo único que no has hecho es morir. – Cleveland jaló del gatillo y el proyectil impactó su rostro. Luego, una figura resplandeciente se irguió sobre el cadáver; era Él; resplandecía como el sol. Cleveland apuntó una segunda vez, y disparó. Fue un sonido formidable, y la imagen se hizo pedazos. Cleveland se asomó por la ventana, una corriente de aire le dio en el rostro; tenía el aroma de la libertad; él lo sabía. Pensó; “la vida ha cambiado, la muerte no existe más.” Y luego, dio la última fumada al cigarrillo.


Octavio Rezende

jueves, 25 de julio de 2013

Hardcore

La joven se fija en el número de visitas que marca el contador de la página web. Nunca debió hacerlo. Eso le pasa por ser tan promiscua y mantener relaciones sexuales imaginarias con todo hijo de vecino. Jamás debió tener un sueño húmedo con aquel profesor de gimnasia. Ahora su video inexistente, circula por la red y es trending topic. Ya van tres millones setecientas veintiuna mil doscientas treinta y siete descargas ficticias.


Rubén Gozalo

miércoles, 24 de julio de 2013

Colores

Se ha vuelto a levantar verde. No es un verde feo pero sí resulta un tanto melancólico. A la gente no le gusta y rehúye por temor a contagiarse. Quizás esta tarde vayamos  a espantar al público del Thyssen para así recrearnos en sus exposiciones con mayor libertad. Suele funcionar. Cuando su impaciencia o el stress nos tiñen de rojo escarlata, también conseguimos efectos similares. En una ocasión llegamos incluso a desalojar la plaza Mayor en plena Navidad.
Lo cierto es que últimamente andamos en la gama de los pardos, aunque podría ser peor. Recuerdo aquellos días en que se rumoreaba un recorte de plantilla en la empresa. Le invadió una congoja y tal desazón que su aspecto ceniciento hizo que las autoridades sanitarias dictaran como medida de salud pública una resolución de internamiento obligatorio contra él, hasta cambio de tonalidad.
Me pregunto dónde estarán aquellos días fluorescentes, fucsias, limas y turquesas de hace unos años. Los amarillos como la luz del sol, los naranjas afrutados que endulzaban cualquier iniciativa. Recuerdo aquel día en que su voz sonaba azul celeste, aquel otro en que su mirada se vertía color plomo irisado y como si de un imán se tratara, atraía a propios y a extraños. Le sentaba bien. Nos sentaba bien.
Y ahí estábamos, a punto de salir hacia el museo cuando por sorpresa recibimos la visita de mi primo el cura. Su aspecto era tan blanco que prácticamente se confundía con las paredes del salón. Después del protocolario hola que tal estáis cuanto tiempo sin vernos, comenzó a disertar sobre lo fácil que resultaba pintar nuestras emociones y lo difícil que era evitar contaminar con ellas nuestro paisaje y a los que habitan en él. Efectivamente nos había leído el pensamiento. Sabía que estábamos intentando recuperar el lustre, pero lo que no midió fueron las consecuencias. Provocó que mi hijo deseara con tal vehemencia ser transparente que lo consiguió en cuestión de minutos y nunca más le volví a ver.


Rubita

martes, 23 de julio de 2013

Todo lleno

El sueño de todo empresario dedicado al hospedaje y a la hostelería es poner en su establecimiento el cartel de “todo lleno”, y a la vez ese sueño es una pesadilla al no poder satisfacer las demandas de nuevos clientes, perdiendo, por tanto, suculentos beneficios. Esto es lo que cierto día le pasó a Lucifer: el Infierno estaba ocupado al cien por cien de su capacidad, no cabía ni un alma más, y es que los pecadores aumentaban minuto a minuto en la vida terrenal, y él era el único que podía alojar a esas almas en su institución y ofrecerles penitencia con pensión completa. El problema no era pequeño, ya que tenía que encontrar rápidamente una solución para poder dar cobijo a las numerosas solicitudes que cada día le llegaban de nuevos penitentes. La ampliación de sus recintos no era posible, el Infierno está bajo tierra y tiene unos límites a los que ya había llegado con sus internos hacía tiempo, todo estaba completamente saturado, ojalá tuviese la suerte de tener la extensión y los espacios que tienen en el Cielo, que es infinito, y además apenas les llegan demandas de internamientos. Se puso a darle vueltas a su cornuda y caprina cabeza, y halló la respuesta de forma casual mientras miraba como uno de sus sirvientes satánicos llenaba un saco con los despojos de los condenados a ser descuartizados cada día: al obligar el saco, éste se rompió, saliendo restos por el agujero producido conforme el empleado metía otros. Eso haría él, a la vez que recibiera nuevas peticiones para entrar en su anti-paraíso, enviaría de vuelta a la vida terrenal, por orden de antigüedad, el mismo número de almas en forma de reencarnaciones, dándoles así una oportunidad de resarcirse de sus malas acciones pasadas con una nueva vida en la que hacer méritos para poder solicitar la ascensión al Cielo, o la caída de nuevo al Infierno si volviesen a ser malas personas y a pecar, y en esos espacios libres daría cabida a esas nuevas almas recién llegadas y dispuestas para recibir sus castigos correspondientes.
La solución es perfecta, y así la lleva aplicando los últimos siglos. ¿Será por eso que cada vez hay más gente malvada sobre la faz de la Tierra?


Juan Fran Núñez Parreño

lunes, 22 de julio de 2013

Hoy te observé

Hoy te observé,  no necesité mirarte sabía que estabas ahí, antes la rutina  me robaba tu presencia, como gotas trae la lluvia perdí el encanto de la sencillez; aunque tu compañía fuese constante nunca acaricié la magnitud.
Hoy te observé, invadido de la vida te pude determinar, copié en mis pensamientos tu imagen, ya no era vana, ya no era ajena.
Puedo declarar con complexión cada rasgo, puedo turbar mi alma con tus pensamientos.
Propasaste mi serenidad, menguaste mi guardia, invadiste mis sentidos, tomaste mis deseos.
Acanallado como una presa me entrego a ti, no tan desnudo como esperabas, no tan soberbio como la rabia, no tan cuerdo como el mañana.


Christian Francisco Betancourt Franco

Les Voyeurs et l'rue

Le vi las tetas emerger de la oscuridad de la calle donde nosotros nos escondíamos y ellos singaban desaforadamente. Los caóticos pezones erectos iban y venían, empujados por las embestidas de la pelvis de macho que se estrellaba contra sus nalgas. En el ridículo silencio de los que tiemplan escondidos apenas se escuchaba chapoletear la pinga en esa vulva empantanada. Bocas casi abiertas, lenguas secas, ojos perdidos en el aumento del ritmo de los estertores.  Justo antes del último espasmo se encendió el alumbrado y salimos ladrando, ellos no, se quedaron enganchados, y llenos de garrapatas.


Yuri Alejandro Rodríguez Hernández
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La siguiente la pago yo por Rick, Diógenes de Sinope y Albert se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.