¡Los premios!

Por una vez, vamos a escribir algo en serio (pero poco, no se emocionen).

Tras un arduo y enormemente difícil proceso, el jurado del II Concurso de relatos hiperbreves ma non troppo ‘La siguiente la pago yo’ ha llegado a la fumata blanca. El alto nivel de calidad de los trabajos ha hecho aún más complicado poder seleccionar solo a algunos de ellos. Pero así es la vida.

Como ya dijimos otras veces, todos ganamos.

Reiteramos el agradecimiento a todos los participantes y participantes, y aprovechamos para pedir disculpas por los errores cometidos; esperamos mejorarlos en posteriores ediciones, si aún no estamos detenidos o exiliados.

Durante esta segunda edición hemos aprendido bastante. A saber, que la cerveza sienta bien prácticamente a cualquier hora del día (o noche). Y también, que el apareamiento de los monos aulladores se produce en cualquier época del año (lo vimos en un documental). Bueno, y hemos aprendido otras muchas cosas.

Y como ya está bien de cháchara, al grano. O sea, los premios.

Reunido en Madrid el jurado del II Concurso de relatos hiperbreves ma non troppo ‘La siguiente la pago yo’, etc., etc., ha decidido otorgar los siguientes premios:

1^er premio al relato titulado Creo que me están siguiendo, presentado bajo el seudónimo Kaleidoskopia, y cuya autora es Ángela Millán Fernández.

2º premio al relato titulado Inconsciencia, presentado bajo el seudónimo de Martine & Philippa, cuya autora es Mónica Sequeiro Leira.

El jurado además ha decidido conceder un accésit a cada uno de los relatos finalistas:

1er accésit: relato titulado Reflejo de un sueño, presentado bajo el seudónimo El Sorprendedor, cuyo autor es Rubén Chacón Sanchidrián.

2º accésit: relato titulado Reencuentros, presentado bajo el seudónimo Intrépido, cuyo autor es Francisco Javier Cano Zamora.

3er accésit: relato titulado La lección, presentado bajo el seudónimo Slayers, cuyo autor es José David López Gambero.

4º accésit: relato titulado Coleccionista de frases, presentado bajo el seudónimo Lucy Spike, cuyo autor es Luciana Pereyra Agoff.

5º accésit: relato titulado Del fracaso a la victoria, presentado bajo el seudónimo Fracaso, cuyo autor es Mercedes Daza García.

6º accésit: relato titulado El peso de la incertidumbre, presentado bajo el seudónimo Alicia Romana Balanza, cuyo autor es Manuel García-Fogedas Fernández-Infantes.

  

Enhorabuena a todos los que han participado, y más aún a los premiados. A partir del lunes, 8 de abril de 2013 se irán publicando en el blog 'La siguiente la pago yo' los relatos premiados, y después todos los presentados, ordenados de forma aleatoria.

El próximo sábado, día 6 de abril de 2013, a las 22:30, en The James Joyce Irish Pub, en la C/ Alcalá 59 de Madrid, se celebrará la espectacular gala de entrega de premios, regada con abundante cerveza en diferentes tamaños, y en la que habrá sorpresas y diversión.

Allí os esperamos.

Pequeña confusión

Cada vez que se daba a conocer, reflejaba una irresistible personalidad que rayaba en la simpatía, sensibilidad y atracción física. Era la mezcla perfecta en una mujer. Con su casi metro sesenta y seis décadas recién cumplidas, proyectaba la imagen de una dama elegante y sin exageraciones de joyas. En las reuniones sociales, atraía la atención de los hombres que la escucharan con su timbre de voz entre alegre y sensual. Era la mezcla perfecta de madre cubana con cuerpo de abundante negra torneada y acento mexicano por parte de padre, solo que ella era de tez caucásica, ojos verdes, nariz prominente casi helénica y unos labios que parecían dibujados a mano.

Quien no la conociera, la confundía con una diva, o la embajadora francesa o quizá la cónsul cultural de una nación árabe. Cada vez que asistía a algún evento social, donde abundaban guardespaldas, solía olvidar la invitación pero llegaba sola y con paso firme y sonriente saludaba a la vigilancia que le abría el paso sin pedirle contraseña ni invitación en mano. Al contrario, uno de ellos se ponía a sus órdenes llamándola  madame o embajadora. Ambos le calzaban.

En un instante, se veía rodeada de los anfitriones de la fiesta y un séquito de curiosos hombres en descubrir quién era esta hermosura. Tenía esa rara virtud de armonizar belleza física, buen humor, sensibilidad  y un bagaje cultural producto de su labor como secretaria académica de una universidad gastronómica en la ciudad de México. Como era de índole privado, a ella la enviaban a recibir y acompañar a las visitas para darles un tour turístico y hacer más acogedora la estadía de los visitantes.

Era viuda y madre de dos hijos que ya habían emprendido vuelo manteniendo con ellos una constante comunicación llena de afecto y detalles afectuosos. Ese era su talón de Aquiles. Cada vez que el menor de 37 años, residente en Miami, le llamaba para decirle que se había peleado con su esposa, rompía en llanto mientras escuchaba a su querubín ahogado en llantos dándole la queja a miles de kilómetros. En cambio, el mayor pertenecía en forma discreta a la minoría gay reflejando una personalidad llena de talento artístico y un humor que rayaba en la fina ironía social. Ambos se complementaban muy bien y cada vez que su hermano menor llamaba para dar la queja marital que no variaba demasiado de la anterior, su hermano le decía que la mandara a la chingada y que se dejara de llorar como magdalena.

Cada vez que llegaba el fin de semana, montaba en su vehículo una coqueta canasta con un para de  botellas de vino, latería, frutas y queso y llamaba a su amigo, un sudamericano diez años más joven que ella de profesión cocinero y tomaban rumbo a una casa de campo herencia de los padres de ella. Allá les cambiaba el mundo. Mientras él cocinaba y horneaba pan, ella se dedicaba a podar sus buganvilias y escuchar toda la música romántica de su época de juventud. Disfrutaban al máximo alejados del mundanal ruido y contaminación capitalina.

En cierta reunión, en casa de su hermano empresario, hace gala de su presencia de diva e irresistible mujer adoptando el papel de anfitriona dando muestras de gracia y simpatía. Recibía con tal espontaneidad a los recién llegados que estos disfrutaban sintiéndose alagados, hasta que nuestra querida dama presenta a unas mujeres que ya estaban sentadas confundiendo a una de ellas de gesto duro y cara de pocos amigos como el esposo, mientras sonreía y la señalaba con la mano en forma de suave aleteo. La mujer, herida en su orgullo de esposa, le responde con un vozarrón digno de un esposo enfadado “¡¡eeh, yo soy la esposaaa!!

Sin inmutarse y con una franca sonrisa de oreja a oreja le contesta dulcemente “para el caso es lo mismo” y pasen por acá que tenemos a otros invitados y siéntanse como en su casa y continuó su rol de simpática y graciosa anfitriona sin darse cuenta de la pequeña confusión. No debo contarles cómo se transformó la jeta de la ofendida que variaba del rojo al rojo candente. Quien le manda a ser poco agraciada y reflejarlo en su gesto adusto  y enfadado. No todas nacen tocadas con la varita mágica del equilibrio perfecto en belleza femenina.

Publicado por TALLO DE LAS PITRAS (Cartagena de Indias, Colombia)

Cómo hemos llegado a esto

Siguiendo los criterios de transparencia que las instituciones mundiales dicen querer practicar, y para dar ejemplo, deseamos explicar cómo se ha llegado a la concesión de los premios en el II Concurso de relatos hiperbreves ma non troppo ‘La siguiente la pago yo’.

El proceso de decisión ha sido como se explica a continuación:

Dos miembros del jurado han leído los más de 400 relatos presentados, y realizaron una primera selección de 40 relatos cada uno, por supuesto, enmascarados (los relatos, no los miembros del jurado).

Después se seleccionaron los relatos que coincidían en ambos miembros del jurado. Resultaron ser 16.

Estos 16 fueron leídos por un tercer miembro del jurado, que seleccionó 8 finalistas.

Los 8 relatos finalistas fueron sometidos a votación por los 3 miembros del jurado, y fruto de esta votación salió el resultado final, con los 2 premios y los 6 accésit.

El día 29 se publicarán los resultados.

¡Ya falta poco!

¡Ya tenemos finalistas!

Aunque no se lo crean, el jurado del II Concurso de relatos hiperbreves ma non troppo ‘La siguiente la pago yo’, además de intentar no librar ni una vez cuando de tomarse unas cervezas se trata, también trabaja. Como lo oyen.

Y después de un titánico esfuerzo, tenemos relatos finalistas. Titánico, porque la calidad de los más de 400 trabajos presentados ha sido de un nivel alto, y nosotros tampoco damos para tanto, y aunque seamos un jurado tenemos nuestro corazoncito y nos entristece no poder dar más premios.

Aquí les dejamos la lista de los relatos finalistas, con los seudónimos de sus perpetradores, a los que damos la enhorabuena anticipada.

El jurado se reunirá de nuevo en fecha secreta entre hoy y mañana (sin contar el miércoles) y en un lugar secreto también (que tenga grifo), para decidir cuáles serán los relatos merecedores de los premios. Los otros seis finalistas recibirán sendos accésit. El día 29 de este mes se dará a conocer el resultado, y recuerden, pase lo que pase, el sábado 6 de abril, gala de entrega de premios, a la que todo el mundo está invitado.

Que los espíritus de Monterroso, Poe, Borges y Heineken, nos iluminen.

Relatos finalistas (por orden alfabético):

   -         Coleccionista de frases (Lucy Spike)

   -         Creo que me están siguiendo (Kaleidoskopia)

   -         Del fracaso a la victoria (Fracaso)

   -         El peso de la incertidumbre (Alicia Romana Balanza)

   -         Inconsciencia (Martine & Philippa)

   -         La lección (Slayers)

   -         Reencuentros (Intrépido)

   -         Reflejo de un sueño (El sorprendedor)

Uno-uno-ghost (cortometraje)

Hoy toca cine de verdad. Os dejamos el cortometraje Uno-uno-ghost, reciente creación de Jorge Gálvez Recuero, al que podéis acceder a través del enlace.
Que lo disfrutéis.


http://www.jamesonnotodofilmfest.com/cortos-a-concurso.html?id=cw5133f77b9ad0a