Escapada de tres días por tierras de Burgos. Salimos de Madrid sin madrugar, podían ser tranquilamente las 11 de la mañana, llegando a
Aranda de Duero sobre la hora de comer. La primera impresión es que se trata de una localidad con mucha industria, destacando la empresa "Pascual", es imposible no fijarse en el color amarillo corporativo.
Que mejor manera de entrar en materia que probando los asados castellanos. Tras preguntar a un lugañero donde comer, nos decantamos por el restaurante "Mesón El Pastor". Dimos buena cuenta de una paletilla de cordero con ensalada, y de postre hojaldre con crema (también tenia buena pinta la leche frita).
Con el estómago saciado nos encaminamos hacia la Plaza Mayor donde está la oficina de turismo. Toda la información que recibimos es un plano esquemático en el que ni siguiera aparece toda la parte histórica de la villa. Sin perder más tiempo decidimos dar una vuelta por el municipio.
Realmente no hay gran cosa que ver, a parte de la Plaza Mayor con su quiosco de música, destacar la Iglesia de Santa María y la Iglesia de San Juan Bautista (cuya torre campanario fue la primera torre defensiva que tuvo Aranda), el Palacio de los Berdugo y el rollo jurisdiccional que está enfrente, y el puente románico de las Tenerías. Suficiente para dar una vuelta después de comer y hacer la digestión.
Posteriormente nos dirigimos al pueblo de
Sinovas, a pocos kilómetros de Aranda, donde merece la pena contemplar la Iglesia de "San Nicolás de Bari" con una bella portada románica y un artesonado mudéjar del siglo XV en el que trata tanto temas religiosos como profanos. El templo fue restaurando recientemente.
Para finalizar el día nos encaminamos por la carretera CL-111 hasta
Peñalba de Castro, a unos 35 kilómetros de Aranda de Duero. Si os preguntáis que puede atraerme de este pequeño pueblo, algunos podréis pensar que ya he vuelto a las ruinas romanas, y no os equivocáis.
La
Colonia Clunia Sulpicia es un emplazamiento romano del siglo I, siendo sus ruinas posiblemente las más representativas que podemos encontrar en el norte de España. La mayor parte estaría ocupada por viviendas, de las que quedan algunos restos, pero entre las construcciones civiles más interesantes destacarían tres:
FORO: plaza principal de la ciudad, aislada del tráfico rodado y que estaría delimitada por los cuatro costados. En ella se encontrarían los edificios más importantes de la vida cotidiana. Presidiendo la plaza se encontraría un templo dedicado a Júpiter, y frente a él, en el lado opuesto la Basílica (lugar cubierto donde se alojaban los tribunales), a ambos lados de la plaza se distribuirían las Tabernas, donde se desarrollaría la mayor parte de la vida administrativa y comercial de la ciudad.
TERMAS "Los Arcos I": En la ciudad existían varias termas, las más interesantes son estas. Se caracterizan por ser un edificio de construcción simétrica que permitía la utilización simultánea y separada de diferentes partes del baño por hombres y mujeres.
La entrada de ambos sexos se realizaba por un pórtico en exedra (
1 construcción descubierta de planta semicircular) accediendo a un patio central (
2) posiblemente ajardinado y donde se encontraría una gran piscina (
natatio). A ambos lados dos espacios columnados marcarían el inicio de los itinerarios separaros (
3 basilicas termales). A través del vestuario (
4 apodyterium) se accedía a una sala con una bañera de agua fría (
5 frigidarium). A continuación, se encuentra un primer espacio caldeado (
6 tepidarium), finalizando en la habitación con bañeras de agua caliente (
7 caldarium) y una pequeña sala para sudar (
sudatio). El caldarium no esta duplicado, compartiéndose por las dos partes del edificio, con el consiguiente ahorro de energía y mantenimiento.
TEATRO: De grandes dimensiones, con más de 100 metros de diámetro es uno de los mayores de la Hispania Romana. Tenía capacidad para unos 10.000 espectadores. Está construido sobre la ladera de la montaña, aprovechando la inclinación natural de la misma. Se conectaba con la ciudad por su parte superior. Cada grupo social accedía a sus gradas (
cavea) a través de unos pasillos distribuidores que evitaban que se mezclaran entre ellos.
Comentar por último, que a la entrada del yacimiento hay un centro de información, con un pequeño museo y sala de audiovisuales que nos introducirán en la vida romana antes de visitar la ciudad. Acordaros como dije en artículos anteriores que hay que echarle imaginación, ya que de lo contrario solo veremos un montón de piedras esparcidas por el campo.
Para finalizar la primera etapa solo nos restaba buscar alojamiento cerca de la zona que queríamos visitar estos días. El lugar elegido fue
Quintanilla del Agua, en un antiguo molino acondicionado como casa rural, "
El Batán del Molino".
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