En la plaza está el ayuntamiento, de buena sillería, al que va adosado el frontón, del mismo tipo de piedra. Al lado está la iglesia de San Miguel, rodeada de una necrópolis medieval con gran cantidad de tumbas antropomorfas excavadas en la roca. Por el resto del casco urbano encontraremos también buenos ejemplos de viviendas de piedra más o menos trabajada.
Desde Duruelo sale la carreterilla que nos lleva al mirador de Castroviejo, la cual sube paralela a un jovencísimo Duero, que por aquí no es más que un pequeño arroyo camuflado entre inmensos pinares.
Poco antes de llegar al mirador sale a la derecha una pista de tierra con cartel indicador, inicio de una ruta de senderismo que nos lleva, siguiendo el curso del Duero aguas arriba, hasta su nacimiento, recorriendo su curso más alto, por donde discurre formando cascadas y sifones encajonado entre espectaculares cortados rocosos.
Una vez en el manantial, señalizado con un cartel donde indica la altitud de 2.160 mts., conectamos con la ruta que viene de la Laguna Negra. Desde aquí ya solo nos quedaría un poco más de subida hasta llegar a la cima de los Picos de Urbión con sus 2.228 mts. Aquí describir la vista se hace complicado, ya que a veces sobran las palabras: simplemente hay que verlo. Hacia el norte se divisa prácticamente toda La Rioja y las primeras sierras del País Vasco; hacia el oeste la Sierra de la Demanda, entre La Rioja y Burgos; hacia el sur toda la provincia de Soria e incluso a lo lejos el Sistema Central; y hacia el este la Sierra Cebollera y restos de sierras que conforman el Sistema Ibérico hasta el Moncayo, ya entre Soria y Zaragoza. Lo dicho, no hay palabras, hay que verlo.
Situándonos de nuevo en el desvío de la pista de tierra, seguimos la carretera para, poco después, llegar al parkin de Castroviejo. Un pequeño paseo andando nos lleva a Cueva Serena, un precioso salto de agua que cae por encima de una roca, y que en época de lluvias o nieves adquiere su máximo esplendor. Luego, de vuelta al parkin, nos adentramos de lleno en Castroviejo, un área recreativa con fuente y merenderos salpicada de grandes rocas con curiosas formas, una especie de "ciudad encantada", que tiene un mirador natural dotado de una barandilla protectora para evitar caídas, situado en lo alto de un pedrusco al que se sube por unas escalerillas. Desde aquí las panorámicas son increíbles, alcanzando la vista una gran área geográfica montañosa cubierta de pinares, con los núcleos urbanos de Duruelo y Covaleda incrustados entre ellos.
Y aquí, subidos al Mirador de Castroviejo, contemplando estas maravillosas vistas de la Tierra de Pinares soriana, concluimos esta ruta por el Alto Duero.
Soria: si ya te quería,
al ver el Alto Duero,
más te quiero todavía,
y te digo que por ti me muero.
Pico Urbión |
Plaza de Duruelo de la Sierra |
SALUDOS
EL RURAL