sábado, 11 de agosto de 2012

Diógenes...


Me lo ha mandado mi amigo Frank...No estoy nada de acuerdo, pero le había prometido colgar lo que me mandase...

Diógenes.


Hoy he visto a Diógenes. Tenía una mirada extraviada y fumaba compulsivamente. Cuando sus pequeños ojos de roble y glauco se quedan velados, es que está pasando un mal momento. Le conozco desde hace tanto tiempo que no puede engañarme. El viejo truhán siempre está gritándole a los cuatro vientos que la vida es un festival y que nada debe interrumpir el show. A veces me recuerda a “Poli” Rincón, aleteando con los brazos y jaleando a sus compañeros la noche mágica del 12-1 a Malta. Pero sé a ciencia cierta que, cuando se apagan las luces del estadio, más de una noche se queda esperando, sentado sólo en las gradas, envuelto en la oscuridad, que una estrella fugaz le devuelva lo perdido y le muestre el camino.

Hoy ni siquiera me ha aceptado una caña, otro síntoma inequívoco. Me ha evocado al viejo pianista de la canción, que parecía cansado cuando aún no había salido el sol. Tengo claro que no sirve de nada decirle las cosas, porqué el abuelo es como es. Se apasiona, se excita, se emociona…y acaba fundido. Son muchos años de poner su fe en las personas y defraudarse cuando el primero que le desengaña es él mismo. Él no me lo cuenta, pero de un  tiempo a esta parte me dicen que le han visto varias veces buscando un rincón solitario y dejando que los minutos le resbalen por la piel.

Asume muy mal el sufrimiento ajeno, aunque ponga esa cara de estatua impasible. Y creo que cada vez lo lleva peor, por que las esperanzas se marchitan por más que quiera regarlas con cerveza. Llega a entender los golpes del destino, pero se ofusca cuando las personas se hacen daño a sí mismas. Le he visto dar vueltas y vueltas dentro de su barril, sin poder conciliar el sueño, mascullando frases incompletas y maldiciendo a los hados.

Si se lo hubiese hecho notar me habría replicado que también tiene derecho a padecer los malos tiempos, como todos. Espero verle de nuevo con su media pinta, con su gente  y en su bar, brindando a la salud de dioses en los que no cree y de sueños que no soñará nunca. Lo espero por él y, sobre todo, por mí mismo. Es puro egoísmo, pero el viejo de la cara de piedra me hace sentir vivo, mientras no me cabe duda de que su alma se está desangrando irremediablemente.

Publicado por Frank.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Hasta siempre Carmen



La han matado dos hijos de perra que espero que se den de bruces con la muerte lo antes posible y de la manera más dolorosa que imaginarse pueda.

Pero Carmen no llevaba un chaleco antibalas, que cuesta 600 euros y te lo tienes que costear tú, y junto a su compañero de patrulla sumaban más de 115 años. Pero eran de esos privilegiados funcionarios que dice el Presidente de la CEOE, de esos que no se merecen lo que ganan y que toman cafetito a media mañana en palabras del Secretario de Estado de Administraciones Públicas. Y su plaza no será repuesta, porque hay prioridades a la hora de gastar el dinero público: alquileres de edificios de familiares, familiares de compañeros del partido extraordinariamente capacitados para el asesoramiento, consejeros técnicos con decenas de multas y sin puntos en el carnet, pero del partido….Algunos de estos desalmados pensarán que mejor, un salario que se ahorran…

Como el soldado de la UME que falleció el otro día tratando de extinguir un incendio, Carmen ha muerto como lo que era. Así que, en vida ya se merecía todo mi respeto. Y después de morir cumpliendo con su deber, mucho más. Todo el que no me merecen otros. Como en Starship Troopers, quien quisiera ejercer la política debería antes haber ganado la ciudadanía. Siendo soldado, o bombero, o policía, o médico….

Mientras tanto todo mi orgullo está con Carmen, todo mi desprecio con quienes no saben valorar nuestro trabajo y todo mi odio con los dos hijos de puta que la han matado sin dejar siquiera que se defendiese.

Espero que en alguna parte haya un Dios que compense a cada uno con lo que se merece.

Miércoles, 8 de agosto de 2012


 “Cada vez que un hombre defiende un ideal, actúa para mejorar la suerte de otros, o lucha contra una injusticia, transmite una onda diminuta de esperanza. Esas ondas se cruzan con otras desde un millón de centros de energía distintos y se atreven a crear una corriente que puede derribar los muros más poderosos de la opresión y la intransigencia."


Robert Kennedy

(Brookline, 1925 - Los Ángeles, 1968) Político estadounidense, hermano del presidente John Fitzgerald Kennedy. Ingresó en la Universidad de Harvard para estudiar Derecho, carrera que abandonó temporalmente durante la Segunda Guerra Mundial para servir en la Marina de los Estados Unidos.

Una vez finalizada la contienda, Robert Kennedy prosiguió su carrera, graduándose en la Universidad de Virginia en 1951. Nada más licenciarse, Robert Kennedy comenzó a trabajar como fiscal del Departamento de Justicia del estado de Massachusetts, puesto que abandonó al año siguiente para dirigir y asesorar a su hermano John Fitzgerald Kennedy en la campaña de éste al senado por Massachusetts.

Tras la campaña exitosa de su hermano, Robert Kennedy colaboró por un tiempo con el tristemente famoso senador Joseph Mac Carthy, al que abandonó en 1954 para colaborar con el senador Mac Clellan, período en el que se destacó como asesor de un comité senatorial encargado de investigar las ilícitas actividades de los sindicatos, la Comisión Moover, entre los años 1957 a 1959. Cuando su hermano John Fitzgerald Kennedy decidió presentar su candidatura presidencial al Partido Demócrata, Robert Kennedy no dudó en abandonar su brillante carrera dentro del Departamento de Justicia estadounidense para ponerse incondicionalmente a sus órdenes, realizando nuevamente las labores de director de campaña y principal asesor del candidato.

En el año 1960, una vez que John Kennedy fue elegido trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América, Robert Kennedy fue nombrado por su hermano fiscal general del Estado (cargo equivalente a secretario o ministro de Justicia). Desde su nuevo cargo, Robert Kennedy inició una campaña, auspiciada en todo momento por su propio hermano, contra las actividades ilícitas de la mafia, marcada por la más estricta aplicación de las leyes. A la par, también se preocupó por desarrollar y llevar a la práctica los derechos civiles de las minorías, especialmente de color e hispana.

Uno de sus más resonantes éxitos lo obtuvo Robert Kennedy precisamente en la lucha a brazo partido que entabló con el poderoso dirigente sindical Jimmy Hoffa, al que logró acusar de practicar métodos propios de los gansters, con pruebas de todo tipo de sus actividades ilegales y extorsionistas, logrando para el líder sindical la pena de ocho años de cárcel.

Aunque las relaciones de Robert Kennedy con el entonces vicepresidente Lyndon Johnson y con el director del FBI John Edgar Hoover estuvieron marcadas por mutuos recelos y por una enemistad recíproca y nada disimulada, tras el asesinato de su hermano John Fitzgerald Kennedy, el 20 de noviembre de 1963, Lyndon Johnson siguió manteniendo en su puesto de fiscal general a Robert Kennedy. No obstante, debido a la cada vez mayor tirantez entre ambos políticos, Robert Kennedy acabó presentando su dimisión tras acabar un encargo del presidente Johnson en el Sudeste asiático, en septiembre de 1964.

El mismo año de su dimisión, Robert Kennedy comenzó su campaña a la designación de senador por el estado de Nueva York, cargo que obtuvo a principios del año siguiente. En este foro cultivó fama de liberal, preocupándose con verdadero empeño por los problemas de las clases más desprotegidas y los problemas surgidos en los guetos urbanos. Robert Kennedy apoyó durante sus primeros años como senador la política exterior desplegada por Lyndon B. Johnson, pero paulatinamente fue apartándose de dicha línea política para acabar criticando abiertamente la progresiva escalada militar y la participación directa de los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam. Esta circunstancia le permitió aglutinar el voto de un amplio sector de los votantes estadounidenses representado por la juventud radicalmente opuesta a la intervención de su país en una guerra tan lejana.

En la primavera de 1968, Robert Kennedy decidió presentar su candidatura a la presidencia dentro del Partido Demócrata, inducido por los éxitos iniciales de otro candidato demócrata, el senador Eugene Mac Carthy, y sobre todo tras la Ofensiva Tet, asalto lanzado por las guerrillas del Vietcong y efectivos del Ejército de Vietnam del Norte contra más de noventa ciudades y puestos militares estadounidenses. Aunque técnicamente la ofensiva resultó ser una derrota de las fuerzas nordvietnamitas, la magnitud de la empresa, en la que se desplegaron más de quinientos mil soldados estadounidenses, conmocionó a la opinión pública de los Estados Unidos y convenció a la administración Johnson de la necesidad de retirar escalonadamente sus tropas de Vietnam.



domingo, 5 de agosto de 2012

La Comarca de la Vera 3/3

El Lago
    Siguiendo hacia Jaráiz veremos el desvío para llegar a "El Lago", otra amplia y arreglada piscina natural con arena de playa, en un bello entorno frondoso.

    Llegamos ahora a la capital de la comarca: Jaráiz de la Vera. Desde el parque de la entrada tenemos una magníficas vistas de toda la zona. Interesante casco urbano de calles estrechas y casas encaladas, con dos grandes iglesias y buena casa consistorial.

Pasarón de la Vera
    Otro pueblo que merece la pena visitar, desviándonos un poco de la carretera de Plasencia, es Pasarón de la Vera. Está amurallado en su parte baja y tiene un precioso casco urbano de estrechas calles y bella arquitectura. En su parte alta hay un gran palacio, con curiosas y altísimas chimeneas que, segun me cuentan, está en venta. Una curiosidad es que la torre-campanario de la iglesia está separada del resto del templo, lo que me recuerda el dicho popular de Chinchón en Madrid: "pueblo con una iglesia sin torre y una torre sin iglesia". El Museo Pecharromán es una galería de pintura abstracta ubicada en una típica casa verata del siglo XVII.

     Para concluir la ruta, podemos llegarnos hasta la cercana Plasencia, localidad más grande de la provincia tras la capital y que, aunque ya se encuentra fuera de  la comarca de la Vera, bien merece una visita. Se encuentra ubicada en la cabecera del Valle del Jerte, y en torno al río podemos disfrutar de un grandísimo y precioso paseo fluvial.
  
Ayuntamiento de Plasencia
     Ya en el casco urbano encontramos toda la zona céntrica, amurallada y muy monumental. Veremos la espléndida catedral, y una amplia colección de palacios y edificios señoriales. No perderse la bonita plaza mayor, en la que destaca el bellísimo ayuntamiento porticado, en cuya torre-reloj veremos subido al popularmente conocido como "Abuelo Mayorga", imagen de un señor con un martillo en la mano que mueve para golpear la campana y dar las horas.

     En el tramo noreste de la muralla, el mejor conservado, tenemos el Centro de Interpretación de la Muralla de Plasencia, con salas expositivas y subida al adarve.

    Para terminar, decir que en casi todos los pueblos nombrados hay restaurantes y alojamientos. Yo comí en la plaza mayor de Villanueva de la Vera, en el restaurante  "Puta Parió" (con perdón) al lado de la plaza de Jarandilla, y también en el restaurante "Los Rosales" en Tejeda de Tiétar, al lado de Pasarón, y muy bien en todos ellos. Y me alojé en la posada rural "Sierra de Tormantos" en Guijo de Santa Bárbara, muy recomendable. De todos modos, la Vera está llena de casas rurales por todas partes, tanto en núcleos urbanos como en fincas campestres.
 
Cerezas
     No podemos dejar de probar los innumerables productos que ofrece esta tierra, como las cerezas (al igual que en el colindante Valle del Jerte), mermeladas de todo tipo de frutas, y el famoso pimentón de la Vera, el que dicen que es el mejor del mundo.

     Y ya que estamos en Plasencia, inicio del Valle del Jerte, ¿qué tal si nos adentramos en él?. Terminamos de ver una zona preciosa como la comarca de la Vera, y sin quererlo hemos ido a parar al comienzo de otra. El interior de España es así. Pero eso lo dejamos ya para otra ocasión...

     Nada más, saludos y... disfruten de nuestros pueblos y su entorno.
Licencia Creative Commons
La siguiente la pago yo por Rick, Diógenes de Sinope y Albert se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.