Una vez en Vinuesa vamos a disfrutar de uno de los pueblos más bellos de Soria, tanto por su arquitectura como por su entorno natural, rodeado de altas montañas cubiertas de pinar, y bañado por el río Revinuesa, que desemboca aquí en el Duero en el enorme embalse de la Cuerda del Pozo, el primero que retiene sus aguas tras su nacimiento.
Paseando por sus calles veremos un buen elenco de casas rústicas de piedra de sillería, muy señoriales, algunas blasonadas, con grandes balconadas de madera y arcos de medio punto en las entradas. La plaza conocida como La Plazuela presenta un bonito rollo en medio, y en la Plaza Mayor está el magnífico ayuntamiento coronado por un gigantesco blasón, y la iglesia de Nuestra Señora del Pino con su espadaña-campanario, que además es preciosa por dentro.
Paramos ahora en el pequeño y bonito pueblo de Molinos de Duero, con casas de piedra menos trabajada que en Vinuesa, pero no menos hermosas, coronadas algunas con la chimenea tronco-cónica típica de esta zona. Junto al por aquí joven río Duero se encuentra el lavadero, bien conservado y con buenos pilones.
Aquí, antes de seguir el curso del Duero aguas arriba, nos vamos a desviar en dirección a Abéjar para, después de cruzar un brazo del embalse de la Cuerda del Pozo por un largo puente, llegar a otro espacio natural de los más visitados de la provincia: la Playa Pita. Se trata de una extensa zona de baño ubicada en el pantano, con arena de playa, salpicada de roquedos, rodeada de grandes pinares, con merenderos, restaurante y embarcadero, muy, muy concurrida en verano. La extensión de playa, lógicamente, es mayor o menor en función del nivel de agua del embalse: en época de lluvias llega a desaparecer anegada, pero durante el estío suele haber bastante espacio para bañistas y visitantes.
Volviendo de nuevo a Molinos, cogemos la carretera de Covaleda para seguir ya todo el tiempo el curso del Duero hasta su cabecera, y enseguida llegamos a Salduero, donde veremos también buenas casas de piedra, algunas con entramado de madera en plantas altas. Destaca también en esta localidad la bonita y arreglada piscina natural sobre el Duero, con sus escaleras de acceso al agua y sus orillas con playa de hierba. Poco más abajo hay un bello puente medieval de piedra de cinco ojos y contrafuertes.
Seguimos remontando el Duero y poco antes de llegar a Covaleda, junto a la carretera, veremos otro bonito puente medieval de piedra con arco apuntado en un bello entorno de ribera.
Una vez en Covaleda nos encontramos un pueblo de arquitectura más diversa que en los anteriores, donde destaca el señorial ayuntamiento lleno de ventanas con arcos de medio punto y reloj, blasón y campana en lo alto. También la iglesia de San Quirico y Santa Julita con su alto campanario.
A las afueras podemos llegar, bien en coche o bien andando en un agradable paseo, hasta el alto donde se encuentra la ermita de San Cristóbal, donde tenemos unas preciosas vistas panorámicas de todo el pueblo y su entorno natural de extensos pinares.
SALUDOS
EL RURAL
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