Una vez en la puerta, vemos que ésta se protege con dos torreones cilíndricos, uno pequeño y otro más grande, y por un ladronera situada justo encima del dintel. Por dentro veremos su estrechez adaptada al terreno, su Torre del Homenaje en medio, y una sobria torre de planta cuadrada que protege el otro extremo. Todo el conjunto, paños y torres, está almenado, formando un precioso conjunto donde lo artificial y lo natural se entremezclan armoniosamente, y además muy bien iluminado por la noche.
Llegamos ahora a Petrer, municipio pegado a Elda y cercano a Novelda, en una zona del valle donde la principal actividad económica proviene de la industria del calzado.
El castillo se encuentra, como no, en un cerro por encima del casco urbano. Según subimos y antes de llegar a él, nos topamos con una barbacana que además de hacer su labor protectora del castillo, sirve en este caso también de muro de contención de la empinada y rocosa ladera, que alberga en sus entrañas varias casas-cuevas muy bien conservadas y amuebladas, con infinidad de pasadizos, subidas y bajadas que dan a todo tipo de dependencias. Están, como decimos, muy bien preparadas para los visitantes, y se accede por una puerta de la muralla que hace de barbacana. No se lo pierdan.
Nos queda ahora subir un poco más para llegar al edificio principal del castillo, pequeño pero bien conservado, con altos muros almenados y una buena ladronera que protege la entrada. Una vez dentro veremos dependencias señoriales convertidas hoy en lugares de celebración de distintos eventos, y podemos acceder a la Torre del Homenaje, en cuyo interior hay exposiciones sobre la historia del castillo y su reconstrucción. Desde la azotea veremos los anchos muros del castillo con sus saeteras de buzón y su buen adarve (no accesible), buenas vistas de Petrer, con su gran iglesia de torres gemelas y cúpula de cerámica azul, el colindante municipio de Elda y todas las sierras de la comarca.
Siguiendo el valle por la autovía en dirección hacia Elche y la costa, enseguida llegamos a Novelda, desde cuyo casco urbano parte una carretera que en 4 kmts. nos lleva hasta el Santuario de Santa María Magdalena y su anexo castillo, situados en un elevado cerro, pero bajo montañas mucho más altas todavía.
El santuario es un edificio de arquitectura modernista catalana del estilo de las obras de Gaudí, de una belleza extraordinaria, y que conviene bordear en todo su perímetro para no perdernos ningún detalle. En la fachada, bajo sus tres arcos, hay sendos murales policromados con diferentes motivos de la vida de la santa, flanqueados por dos altas torres gemelas circulares coronadas por cruces a cuatro caras, que también las lleva, por ejemplo, el templo de la Sagrada Familia de Barcelona. Este mismo tipo de cruz también lo encontramos en lo alto de la cúpula. Por el resto de muros del templo veremos profusión de ventanales estrechos y alargados y mucho adorno en cerámica.
El interior también es muy bonito, con una pequeña imagen de la patrona de la ciudad en el altar y muchos cuadros de gran tamaño representando diversos momentos de su vida y relación con Jesucristo.
Junto al santuario está el Castillo de la Mola, cuya muralla no está bien conservada por algunos tramos y por otros ha sido restaurada pero sin revestimiento de piedra. Aún así merece la pena entrar para ver su Torre del Homenaje, conocida como la Torre de las Tres Esquinas por ser de planta triangular, algo desde luego muy poco común. Una vez dentro subimos por la estrecha escalera que hay entre el muro exterior y el muro que protege las salas interiores, hasta llegar a la azotea, y aquí es donde mejor vemos su forma triangular, además de magníficas vistas panorámicas del valle del Vinalopó, de Novelda y del santuario justo al lado.
Sax |
Castillo de Novelda |
SALUDOS
EL RURAL
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