Isabella deseaba con ansias
participar en un concurso de microrrelatos. El problema era que ella sólo sabía
leer y escribir en el idioma de los marcianos, pues fue criada por éstos en una
montaña del país de “Nunca Jamás” desde que perdió a sus padres en un accidente
aéreo cuando tan sólo tenía 3 años.
Peter Pan la rescató y se la
entregó a unos seres amables que habían llegado del planeta Marte buscando
asilo politico y aprovecharon la coyuntura para lujuriar a Wendy.
Aquella noche de luna llena, la
vida de Isabella dio un giro radical. Campanita, quien ha logrado aprender el
idioma extraterrestre a través de la magia, la despertó para darle la gran
noticia de que había descubierto en google
el “Concurso de Relatos Hiperbreves Ma Non Troppo” cuyas bases autorizaban
presentar los microcuentos en español o en marciano.
Isabella se levantó con ímpetu,
toda ojerosa, pero colmada de euforia. ¡Al fin había encontrado la oportunidad
que había soñado desde hace más de 20 años!
De inmediato encendió su laptop
y buscó entre sus archivos de word el
siguiente minicuento fantástico:
“++`--ичегª=/
“”/(%$··?’’’’^^^^ потеряете ************¨¨¨¨ничего *****+++¡’¡ººººººº+º+ºº´º´º´ººº
J J ´L´+`___1ºº85098--º¡1’¡’º¡º1’¡º目的复习一组采用玻璃体12345678910 ¡QUE LA FUERZA TE ACOMPAÑE!…
Lo envió de prisa a la
dirección proporcionada, siguiendo las instrucciones al pie de la letra. Ahora
sólo espera el fallo, confiada en que los organizadores lograrán hallar a Obi
Wan Kenobi para incluirlo entre los miembros del jurado y así emita su opinión
marcianística.
La ventaja es que Garfio, que
le tiene unas ganas tremendas a Isabella, le juró que de no resultar ganadora,
robaría la filosa espada de Peter Pan para presentarse el día de la ceremonia
de premiación y con todo su odio y venganza, cortarles los genitales y las
tetas a los jurados, incluyendo a una tal Úrsula que para su cumpleaños número
45 no le sirvió postre al despiadado pirata.
Isabella no quiere que ocurra ninguna
desgracia, por eso vive día y noche orando para que la declaren ganadora por
decisión unánime. Ella confía que así sera, pues está completamente segura de
que no existe ni existirá cuento alguno con mejor calidad literaria que su
relato hiperbreve en idioma marciano.
El día que obtenga su premio,
invitará a todo el país de “Nunca Jamás” a celebrar con unas cervezas en el bar
de Moe en donde Homero Simpson bailará “Gangnam
Style”. Será una fiesta muy divertida. Después de que cada quien beba su
primera botella, Isabella se prometió a sí misma, gritar con toda la emoción de
su corazón ¡LA SIGUIENTE LA PAGO YO!
Annabel Miguelena