- Buenos días, vengo a denunciar que me han robado el bolso, el ladrón ha huido en un coche. Era pequeño, de color negro y tela rosa.
- Ya, el bolso robado, y ¿dice que el ladrón era de color?
- ¿De qué color?
- ¿No me ha dicho usted que era de color?
- Claro, de tela rosa y piel negra.
- Pues lo que le digo, me está confundiendo. ¿Y hacia donde huyó el negro?
- ¿Qué negro?
- Oiga señorita, le advierto que si se está burlando le puedo poner una multa. Me acaba de decir que era de color.
- Señora. Sí, bueno, de color rosa y piel negra.
- Pues eso, caramba, y entonces, ¿adónde fue?
- Directamente aquí, a la comisaría.
- ¿A qué habrá venido aquí el ladrón? No puede estar lejos. ¿Y la hora?
- Son las doce y veinte.
- La hora en que actuó el ratero.
- Huy, no lo miré, ya hace un rato.
- ¿Cómo se llama?
- No tengo ni idea, agente.
- ¿No sabe su nombre?
- ¿Y cómo voy a saber su nombre?
- Por favor, señorita, el mío no, el suyo.
- Señora. Y por más que se empeñe no sé como se llaman ni usted ni el ladrón.
- Me estoy volviendo loco. O sea, que ha huido con su bolso en un coche. ¿Qué marca era?
- Prada.
- ¿Es una nueva marca de coches?
- Ah, yo no sé nada de coches.
- ¿No dice que se ha ido en coche?
- No señor, me he venido en taxi, para llegar lo antes posible.
- Pero, ¿y el ladrón?
- Es el que me ha quitado el bolso.
- ¡Señorita!
- Señora. No se altere, agente, es que me hace unas preguntas muy raras.
- La última. ¿Llevaba algo de valor?
- Pues el bolso que me han sustraído.
- ¿Pero en el interior?
- No, ha sido en plena calle.
- Señorita, nos pondremos a trabajar en el caso de su bolso inmediatamente; esperamos tener pronto noticias de su paradero.
- Señora. De mi paradero no se preocupe, agente, que estaré en mi casa. Más les valdrá buscar el bolso y al ladrón. Muchas gracias.
tom sharpe...ja ja ja
ResponderEliminarCuántas veces me he sentido así, hablando sin que me entiendan, escuchando sin comprender, todo en el mismo idioma.
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