Compramos un espejo en una tienda de antigüedades, con la
esperanza de que mantuviera virtudes de su pasado. Y así fue, el espejo
reflejaba todo con una plácida sensación de los colores difuminados de otra
época, con la ausencia de prisa que antes se tenía. Pero sobre todo, te
reflejaba a ti a mi lado. A ti, que habías sido tanto tiempo anhelada, querida,
deseada.
Cuando me asomaba al espejo tu sonrisa asomaba por encima de
mi hombro, llenándolo de luz; o cuando el espejo reflejaba tu espalda, y yo te
contemplaba en todo tu esplendor, pero sólo un instante, porque mi abrazo te
cubría para no dejar escapar ni un milímetro de tu piel.
El espejo era el testigo de tantas audacias, procacidades y
momentos de ternura, el custodio de los besos, flores y risas que surgían entre
tú y yo, el espejo era el reflejo de nosotros.
Era un espejo antiguo, pero robusto, con las virtudes de las
cosas de siempre, con vocación de pervivir. Podía haber durado toda una vida
más.
¿Por qué tuvo que romperse el espejo?
A veces hay amores que deberian durar toda una vida y otras, que debimos romper el espejo hace mucho tiempo... Buen reato ;) Un saludo desde La Sonrisa Del Durmiente
ResponderEliminarMi espejo es tan cruel que constantemente me devuelve mi propia imagen.
ResponderEliminarMuy bonito. De calidad
ResponderEliminar