viernes, 1 de junio de 2012

Noche de Bodas


I Concurso de Relatos Hiperbreves


NOCHE DE BODAS     (AUTOR: EPÍFISIS)

El buen hombre nunca llegó a cruzar el umbral. El golpe que propinó a la mujer que llevaba en brazos contra las jambas, en la cabeza y en los tobillos, fue de tal intensidad que retrocedieron dos o tres pasos y se dieron contra la pared del otro lado del pasillo, cayendo en una maraña de brazos, piernas, el traje de novia hecho un revoltijo y clavándose el novio en sus partes la empuñadura de la espada ropera, toledana y damasquinada con la que habían partido la tarta.

La diadema regalo de la suegra, al dar en el dintel de la puerta salió despedida y rodando por la escalera llegó al hall del Hotel donde iban a consumar el matrimonio que había concelebrado el cura de la parroquia del pueblo.

Se quedaron sentados, uno enfrente de la otra, uno con la mano en la entrepierna y la otra con la mano en la cabeza.

Tantos años esperando para casarse y manteniéndose puros y castos y ahora, no creía, que con el  dolor que sentía en los genitales y con su esposa, con una brecha en el parietal derecho del que manaba abundante sangre, fuera posible consumar.



2 comentarios:

  1. Gracias por los comentarios tan constructivos sobre mi relato. Tomaré buena cuenta de ellos y modificaré mi comportamiento tanto escrito como verbal.
    Mientras seguiré estudiando los exámenes en Derecho para ver si puedo pasar de 1º, después de 43 años en la facultad.
    Un abrazo.

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  2. Qué sanguinario te pones, Epífisis, justo lo que a mí me gusta. No tiene por qué ser todo coser y cantar, y menos para los recién casaos, que se creen que todo el monte es orégano.¡Nada de eso! Ahora a compartir la compra, la nevera, la lavadora y plancha, jeje, ¿qué esperaban?
    Susana.

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