- Tenía cita con el
médico a las 11, pasan 20 minutos y aquí sigo. Así funciona la sanidad pública,
menudo desastre.
- ¿Hay alguien en la caja
para cobrar? Ya está bien, no tenemos todo el día.
- Maldito camión, qué
manera de entorpecer el tráfico.
- La policía nunca está
donde hace falta, a saber a qué se dedican.
- Qué asco de taxistas,
no saben conducir.
- Los picoletos siempre
fastidiando a todo el mundo.
- La enfermera qué seca
es. Ya podía sonreír, que yo le pago su sueldo.
- Estos mensajeros con
las bicis son un peligro público, deberían suprimirlos.
- Los seguratas son unos
matones, parece mentira que les paguen por eso.
- Las farmacias no hacen
más que ganar dinero a costa de todos.
- Qué sucia está la calle,
por aquí no pasan nunca a limpiar.
- ¿Los funcionarios?,
unos vagos que no dan un palo al agua.
- El ejército es una institución
anacrónica, no vale para nada.
- El metro y el autobús
cada vez van peor, lentos, a golpes. Y qué antipáticos son algunos conductores.
Estas son escenas y
comentarios frecuentes en muchas personas de las que ahora estamos metidas en
casa esperando que la pandemia comience a remitir. Y a pesar de que todo el
mundo siente incertidumbre, contamos con servicios básicos porque hay mucha
gente que preferiría estar también en casa pero está trabajando. Ahora
aplaudimos todas las tardes a las ocho, a los sanitarios, a los transportistas,
a los perros o a los Vengadores. Pero cuando todo esto pase, o al menos se
atenúe, deberíamos ser un poco más pacientes con tantas personas que ahora está
dedicada a los demás; por altruismo o porque no tiene más remedio, pero lo está
haciendo.
Todo puede funcionar
mejor, la sanidad, los transportes, el tráfico, la limpieza. Y debemos hacer lo
posible porque mejoren, podemos quejarnos, sugerir cambios. Pero además de
tratar de que todo mejore, cuando nos veamos afectados por algún retraso o
molestia deberíamos recordar este estado de alerta, y cuantas personas han
colaborado en el bien de la comunidad. Y tener presente que aunque lo cotidiano
en ocasiones sea incómodo, en los apuros nos ayudamos. Con paciencia y
comprensión se vive mejor. Ánimo a todos, y gracias a los que trabajan para los
demás. Y tengamos memoria.
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