Hace unos días, un domingo, veo comprometido mi descanso cuando "Ella", con esa cara de inocencia que siempre ponen cuando te la van a liar parda, me dice "Anda vamos a dar una vuelta". Sin saber como, me veo en el coche, camino de ve tu a saber donde.... Al menos, esta vez, no me toca conducir.
20 minutos mas tarde paramos en la Avenida Juan de Herrera junto a una zona deportiva.; mirada interrogatoria a la conductora, por respuesta mirada demostrativa a la derecha, me saltan todas las alarmas, no doy crédito a lo que leo .... "MUSEO DEL TRAJE".
Al menos es gratis. De la mano me va llevando por salas, empiezo a cogerle el truco. De pronto en una esquina me para junto un Versace y me dice "Cierra los ojos" Mi pensamiento vuela ... "Ahora toca el que se ha comprado" . Obediente cierro los ojos y me dejo llevar , tres pasos "cuidado que tropiezas" esquivamos algo y cuatro pasos después me detiene, hemos llegado.
No sin miedo abro los ojos y me veo frente a frente con un vestido de noche, largo, negro, puesto en un estilizado maniquí en una curiosa postura, los brazos con los codos hacia atrás sosteniendo con ambas manos una larga boquilla por detrás de la espalda. A pesar de no tener cara el figurín, mi cerebro, que no es especial pero al fin y al cabo es cerebro, empieza a hilar, me resulta conocida esa pose, ese estilo, no sé. Me acerco más y cuando veo la espalda se hace la luz, no puedo creerlo, un escalofrío me recorre el cuerpo, miro hacia atrás y allí esta "Ella", sonrisa de oreja a oreja y yo que había pensado mal.
Vuelvo el rostro y mi imaginación me pone cara a cara con Audrey Hepburn, es el vestido y la boquilla que luce en la primera mítica secuencia de "Desayuno con diamantes" (Breakfast at Tiffany's). Amanece en Nueva York y un taxi para delante de la joyería Tiffany, Holly (Audrey Hepburn) se baja, ha pasado la noche fuera, de fiesta, como luego conoceremos a lo largo de la película tiene uno de sus días rojos, gafas de sol, hoy parecería salida de un "after"; delante del escaparate, en el que a veces la vemos reflejada, desayuna café y bollitos, un cristal la separa de los diamantes.
Me siento, tranquilamente a disfrutar el momento y toda la película empieza a llenarlo todo como en un pase privado. La elegancia en describir lo que Truman Capote en la novela desvela sin tapujos, esa fiesta que se prepara en el apartamento y que nos adelanta el estilo que llevará otra película de Blake Edwards, "El Guateque" con un impagable Peter Sellers. Ese parte meteorológico en la prisión de Sing Sing, la protagonista, eso si, por dinero, va a ver a un mafioso que lo mismo cumple "20.000 días en Sing Sing" y todas esas vueltas que va dando la película, con japonés protestón (Mickey Rooney) , millonario brasileño (José Luis de Vilallonga) y rica esposa infiel (Patricia Neal) que mantiene en un pisito a su joven amante (George Peppard) todo ello envuelto en esa maravillosa melodía que en diferentes estilos va llenando la película, "Moon River".
No es de mis películas favoritas, pero he vuelto a verla gracias a "Ella".Después de la cultural visita la he disfrutado mas de lo que yo recordaba haberlo hecho. Hay que ver lo que puede conseguir un inesperado paseo dominical.
Saludos y hasta otra.....
Escrito por JCC
Me ha gustado como lo que empieza siendo una pequeña descripción de un día de fin de semana se ha ido transformando en un comentario cinematografico. Espero que pronto nos deleites con más aportaciones del septimo arte o literarias.
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