El caso es que la primera y reciente vez que decidí comenzar a escribir algo, lo hice con la idea de dejar un sincero, breve y efímero testimonio de algún pensamiento, para contribuir a construir un algo de alguien más que estimado. Pero he aquí, que de repente un pequeño, inquietante, y minúsculo gusano ha comenzado a moverse por las extensas entrañas de este que suscribe.
La verdad es que no sé muy bien acerca de lo quiero escribir, pero no puedo controlar los dedos sobre el teclado, me exigen deslizarse para marcar caracteres que tengan un cierto sentido. ¿Será que mis dedos son un reflejo de lo que estamos viviendo? Hay que salir de aquí, pero no sabemos muy bien como. Será cuestión de empezar a hacer algo, y luego discriminar aquello que nos venga bien. Seguiré practicando.
Candidator
Inconsciente yo anoche... ¡¡¡ Hala Madrid !!!
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