miércoles, 15 de febrero de 2012
Historias de Plinio
Plinio es Plinio el joven. Pero también es Don Quijote. Y a su manera, también es Bevilacqua o Leo Caldas. Plinio es la transposición de Sherlock Holmes (porque quizá Sherlock Holmes en realidad fuera manchego) a la Mancha. Y comparte con el personaje de Conan Doyle parte de su carácter, la racionalidad, la sensatez y la capacidad de saber en todo quién es y dónde está. Plinio es novela negra de botijo, cazalla, boina y buñuelos, es, en esencia, un fabuloso retrato de la España mesetaria de primera mitad de siglo XX, en la que también había crímenes. Y en lugar de Londres, Tomelloso como protagonista.
Plinio es Plinio el joven. Pero también es Don Quijote. Y a su manera, también es Bevilacqua o Leo Caldas. Plinio es la transposición de Sherlock Holmes (porque quizá Sherlock Holmes en realidad fuera manchego) a la Mancha. Y comparte con el personaje de Conan Doyle parte de su carácter, la racionalidad, la sensatez y la capacidad de saber en todo quién es y dónde está. Plinio es novela negra de botijo, cazalla, boina y buñuelos, es, en esencia, un fabuloso retrato de la España mesetaria de primera mitad de siglo XX, en la que también había crímenes. Y en lugar de Londres, Tomelloso como protagonista.
Plinio, Manuel González, el jefe de la Policía Municipal de Tomelloso tiene a su particular Dr. Watson, Don Lotario. Y a su alrededor, toda una gama de personajes tan reales como pintorescos.
Plinio es germen de la novela negra española atravesada por el costumbrismo que Francisco García Pavón traza de forma magistral . El resultado es un libro estupendo e imprescindible, y sumamente agradable de leer.
Y como suelo decir, mejor ir a donde está ambientado. En esta ocasión, Tomelloso queda cerca, y tiene un gran vino, entre otras cosas.
Historias de Plinio – Francisco García Pavón
Plaza y Janés, 1970. 206 páginas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Producto nacional. Con denominación de origen Castilla La Nueva, en la terminología de los tiempos. Adoro a Marlowe, a Wallander, a Mario Conde, a Jaritos…pero Manuel es mi favorito. Porque Plinio es de aquí, le gusta el vino, se fuma un pito con Don Lotario y se pone a darle vueltas al caletre hasta que da con el malo.
ResponderEliminarDos historias de crímenes “made in Spain”, que nosotros matamos como matamos y por lo que matamos, dos historias de garrote y bardeo, de la España de los cincuenta. Y con carretas, viajantes, casas de putas, trenes, señoritos y criadas, viñas, carnavales y casino de pueblo.
Maravillosa..