LA RAZÓN,
22 de octubre de 2012
Bíceps,
tríceps, nalgas, abdomen y, sobre todo, el rostro. Justin Jedlica, un
estadounidense de 32 años, se ha operado en noventa ocasiones para poner de un
lado, quitar de otro, con una obsesión: parecerse a Ken, el novio de la muñeca
Barbie.
Semejante
excentricidad le ha costado a Jedlica, por el momento, 100.000 dólares, una cifra
que no es definitiva porque ya ha anunciado que no ha quedado satisfecho con el
resultado y que está dispuesto a pasar de nuevo por el quirófano.
Según
explicó el joven en una entrevista con la cadena de televisión ABC News, su
frenética actividad en el quirófano responde no sólo a su pasión por el juguete
de la infancia de tantas mujeres, el novio de la mítica Barbie, sino porque
ante todo ama la posibilidad de “transformarse continuamente”.
Podía ser peor, y haber
querido parecerse a Bob Esponja, Mr. Potato o a la rana Gustavo.
¿Reventarme 100 veces un grano como un kiwi se considera operación?
ResponderEliminarPero yo prefiero parecerme a Mickey Rourke (en su segunda época)
La idea no es tan descabellada. Y tampoco hace falta comprar el "Hola" ni ver la TV americana para ver los destrozos que me encuentro a diario, ayer vi dos.
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