lunes, 7 de enero de 2013

Valladolid 3/3


Castillo de Simancas
                 La siguiente parada es Simancas, cuyo castillo, excelente, alberga el Archivo General del Reino, aunque solo unas pocas salas, incluida la biblioteca, están abiertas al público, quedando el resto del edificio reservado para los funcionarios que allí trabajan.

                 El pueblo tiene una interesante arquitectura basada en el ladrillo. Buena iglesia y bonita plaza, con un curioso poyete con vigas de madera y techo de teja para actuaciones.

                  No perderse el mirador que hay en la parte baja del pueblo, encima de un cortado sobre el río Pisuerga, con presiosas vistas de éste y los sotos que le rodean, además de un larguísimo puente romano.

                  Nos dirijimos ahora hacia Quintanilla de Onésimo, puerta de entrada por el oeste a la "Denominación de Origen Ribera del Duero". Desde este pueblo y siguiendo la N-122 sentido Soria, nos introducimos en un mar infinito de hectáreas de viñedo, salpicado de muchísimas bodegas, algunas ubicadas en antiguos edificios históricos. La mayoría pueden visitarse, siguiendo interesantes recorridos guiados, que nos ayudarán a comprender el proceso de elaboración del vino, y que terminan, cómo no, en la tienda, donde podremos aprovisionarnos convenientemente.

Plaza del Coso y Castillo
                  Dentro de esta zona de gran importancia enológica, también hay espacio para la monumentalidad, y en este sentido parada obligatoria es Peñafiel. Lo más llamativo  de esta localidad es el imponente y bien conservado castillo, situado en lo alto del cerro, larguísimo, de más de 200 metros de largo, con una esbelta Torre del Homenaje llena de escaraguaitas. Parte del edificio está ocupado por el Museo Provincial del Vino.

                  Ya en el casco urbano, tenemos la bellísima Plaza del Coso, cuyas balconadas de madera siguen siendo hoy en día los tendidos de la plaza de toros que allí se instala para las fiestas. Será interesante también dar un paseo por las calles céntricas, con su ayuntamiento, sus iglesias y conventos, y la gran cantidad de bodegas familiares en la ladera del cerro del castillo, con sus altísimos respiraderos en forma de chimeneas.

                  Otro atractivo que presenta Peñafiel es el río Duratón, que atraviesa todo el pueblo, con su playa fluvial y su entorno de ribera bien conservado, y que desemboca en el Duero a las afueras.

Castillo de Curiel de Duero
                  Par terminar nuestro recorrido por la provincia visitaremos tres pueblos con buenos castillos. El primero es el de Curiel de Duero, situado en lo alto de una montaña rocosa llena de cuevas, desde donde tenemos unas vistas muy buenas, incluido el cercano Peñafiel. Es muy bonito y está muy bien arreglado, albergando en la actualidad un hotel restaurante de gran calidad.

                   Los otros dos son los de Encinas de Esgueva y Villafuerte, muy interesantes y distintos entre sí.
                  
Plaza Mayor de Valladolid
                 Una vez terminada la ruta, no podemos abandonar estas tierras sin visitar la capital. Es Valladolid la segunda ciudad más grande de toda Castilla tras Madrid, y presenta un patrimonio monumental muy extenso. Recorriendo el centro no dejaremos de encontrar atractivos, como la amplia y preciosa Plaza Mayor con su magnífico ayuntamiento, las calles soportaladas de alrededor, la catedral, la fachada de la Universidad (impresionante), el gran edificio de la Academia de Artillería, la iglesia de San Esteban, la de Nuestra Señora de la Antigua...

Iglesia de San Pablo
                 Hay que hacer una mención especial a la fachada-retablo de la iglesia de San Pablo, muy ornamentada, de una belleza increible.

                 No perderse tampoco el Parque Campo Grande, situado en el Paseo de Zorrila, muy frondoso, con muchas fuentes ornamentales y estanques, y lleno de pavos.

                  Algo también imprescindible es recorrer el kilométrico paseo fluvial por el río Pisuerga. Empezando desde el centro y subiendo hacia el norte iremos descubriendo la bonita Playa de las Moreras, el modernista Puente Mayor y los diversos parques que jalonan la margen izquierda del río, y sus zonas deportivas, hasta pasada la desembocadura del río Esgueva, y todo ello en un entorno de ribera bien cuidado.

                  Con la visita a la capital ponemos el punto y final a esta ruta por tierras de Valladolid, que nos dejará la mente llena de buenos recuerdos.

                  Saludos.

AOC

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