Cuatro generaciones de una familia china, abrazada a la buena tierra que les sustenta. Casi un reportaje sobre la China de principios de siglo XX, sobre su estructura económica y social. Un relato de superación, de coraje y perseverancia en un mundo despiadado, sujeto a los vaivenes de la naturaleza. Con un personaje central duro como los terrones que cultiva y tierno como los primeros brotes del arroz que cosecha.
Un libro estupendo.
Pero Pepe, a mí no me vuelvas regalar un libro que te hace llorar en los tiempos que corren. A mí regálame uno de Groucho Marx, cenizo.
Es curioso, pero cuando mejor le van las cosas más desgraciado se siente, mientras que cuando el protagonista no tiene donde caerse muerto, parece que es más feliz 'un hombre no necesita nada más que un pedazo de tierra que cultivar, un trozo de pan y un puñado de ajos fritos'. Da que pensar.
ResponderEliminarSi te hizo llorar, es señal de que es un buen libro.
Tiene buena pinta. Yo diría, "un hombre no necesita nada más que unos buenos amigos, unas cervezas y sexo de vez en cuando" (aunque esté sobrevalorado, como dijiste sabiamente). Un abrazo, piratas.
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