Allá por el verano del 82, en la buhardilla de la casa de mis padres en un pueblo serrano, mi hermano y yo escuchábamos, ya de madrugada, después de la mítica diatriba de José María García a los dirigentes deportivos (“Pablo, Pablito, Pablete…”), el programa de cine de Carlos Pumares. Esos, como muchos otros, son magníficos momentos del pasado que se perderán como lágrimas en la lluvia, pero no mientras mi hermano y yo seamos capaces de recordarlos.
A don Carlos Pumares le llamaban los radioyentes a “Polvo de Estrellas”, entre otras cosas, para pedirle opinión sobre una determinada película. Y el señor Pumares, vehemente siempre, respondía con absoluta sinceridad, lo que provocaba no pocas desilusiones. Pero en muchas ocasiones acababa diciendo una frase que se ha quedado grabada en mi memoria. “Pues si a usted le ha gustado, para usted es buena”.
Hoy, volviendo del cole, hablaba con Javi, que merece, junto con Albert, mi hermano Carlos y el Doctor, completar un cuadrilátero perfecto de cabezas bien amuebladas, un think tank inagotable de razón. Charlábamos sobre la estandarización de sentimientos y emociones que persigue y consigue la mercantilización de cualquier arte. En música, el pop busca llegar a millones de personas absolutamente dispares y producirles similares sensaciones. O en literatura, donde el best seller trata de agradar por igual a un oficinista norteamericano, un pescador tanzano, un shij bengalí, un oriundo de Singapur o un ganadero neozelandés. Y todo ello con un objetivo económico tangible.
Cuando reseño una novela aquí en el blog, lo que quisiera reseñar son las inquietudes que me ha producido. Es añadir al placer de la lectura el placer de compartir lo sentido. No hay ninguna inclinación a la crítica, primero porque carezco de los conocimientos necesarios para valorar un texto y, segundo y más importante, porque la calidad literaria no es lo que finalmente decide si la novela me ha satisfecho o no. Seguro que forma parte del bouquet que queda, incluso sin que yo me de cuenta, pero no ocupa el centro mis papilas gustativas de los libros. Parafraseando a Pumares, si me ha gustado, para mí es buena.
Eso es solo una parte de la magia del maldito blog. Sin propósito mercantil, sin deseo de reconocimiento, esta es una herramienta para dibujar impresiones, para recuperar el cine a través de Jesús, para volver a la infancia con Fernando, para deleitarme con la forma de escribir de Felipe o de Adso, para llorar de risa con Napo y Rick, o estudiar historia de Esparta con Paola. Sirve para molestar a los amigos y compañeros, para buscar en las redes sociales a gente que pasó por tu vida y recuperarla, para dar cotización al ocio, eso que los romanos contraponían al negocio. Y en mi índice de referencia, se han disparado las cifras de beneficios.
Y el daño colateral es el tiempo que invierto con Albert, inversión en diversión, descubriendo de paso que todavía quedan hombres renacentistas, como gusta decir Jesús. Y que conste que le hago la pelota sólo porque es el administrador de las entradas del blog.
Maldito blog, que me absorbe. Mágico y bendito blog, que me absorbe.
Que tengáis un día renacentista.
Has dado en el clavo (que no en el calvo). La palabra es "compartir". Hay pocas cosas tan gratificantes para mí como compartir algo que me gusta, o incluso que no me gusta, una opinión, una sensación; hacer partícipes a los que te importan o te interesan (y también a los que no) de lo que se te pasa por la cabeza. Creo que lo dijo el padre de Domingo Ortega (por ejemplo): "Compartir es vivir".
ResponderEliminarGracias por este regalo, y saludos a Díogenes, Albert, Rick, Adso, Felipe, Pepote y a todo el que deje algo suyo aquí.
Animo Diogenes, dosifícate, no pierdas la fe en el blog. Si bien yo me puedo ocupar de la parte técnica, tu eres el alma del blog, su contenido, sin él no hay nada.
ResponderEliminarTienes que escribir cuando te apetezca y como te apetezca. Tienes que hacerlo por devoción y no como una obligación. Habrá días que te asalten las ideas y otras temporadas que pases por momentos de sequía, sin querer ni saber que escribir. No pasa nada, aquí seguiremos esperando que nos sorprendas.
Podría dar muchas razones para decir que este ‘maldito Blog’ está muy bien.
ResponderEliminarEstá muy bien porque no es una obligación.
Está muy bien porque aunque sea un poquito, me saca de la monotonía diaria.
Está muy bien porque aun estando lejos me hace sentir más cerca de personas importantes en mi vida.
Está muy bien porque en su diseño se han usado colores pastel.
Está muy bien porque me ayuda a recuperar buenos recuerdos.
Está muy bien porque he descubierto excelentes novelas que ni siquiera sabía que existían.
Está muy bien porque al ser de ciencias, me cuesta expresarme, pero aquí lo hago de manera más fácil.
Y podría continuar aportando motivos para decir que este sitio y la gente que aparece en el mismo, merecen la pena, pero lo importante es que la merecen y mucho.
Lo que me gustaba de Pumares, por ejemplo, era que ponía Moon River cuando se celebraba el cumpleaños del programa o cuando le robaban en el coche; o cuando decía aquello de "No llega a película" cuando alguien le preguntaba por un film...
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