A Jack Taylor no le bastaba con ser alcohólico para dejar su vida convertida en un patatal, así que, durante una estancia en Londres, un viaje pensado para olvidar a una mujer y a un amigo, se hace adicto a la cocaína y comete alguna que otra insensatez.
Lleno de buenos hábitos y mejores propósitos, regresa a Irlanda, donde sigue disfrutando de la más selecta de las clientelas y de las mejores relaciones sociales (es ironía).
Pero le gusta la buena música, también es adicto a la literatura y las chicas le encuentran un nosequé que les fascina. Le pegan, le insultan, le desprecian, le acusan…Pero un tipo que piensa que los que nos creemos “normales” estamos incompletos y que una niña con síndrome de Down tiene la chispa que le da ese cromosoma de más del que los otros carecemos y que es capaz de romper una relación sentimental porque cree que no beneficia a su pareja, es un tipo que se merece mi confianza. Me da igual lo que se beba o lo que se meta por la nariz.
Le contrata un patriarca gitano para investigar el asesinato de varios de los suyos. Y a Jack le cuesta la salud y alguna cosa más. Pero tiene recursos. Los suyos. Qué son como son.
La matanza de los gitanos
Ken Bruen 2002
Editorial Tropismos
potr
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