miércoles, 20 de febrero de 2013

Herodes

Si hay un hombre que ha pasado a la historia con mala prensa, es Herodes. Lo fácil es pensar que era un desalmado asesino de niños y un rey maniático y dominado por la superstición. Pero tal vez no fue así.

De entrada, dicen las enciclopedias que era idumeo. Pudiendo ser pacense, malagueño o de Talavera de la Reina, va y nace idumeo, con la rima tan malísima que tiene. Después, Julio César, no el jugador de fútbol, un Emperador romano del año de la tana, le nombró Procurador de Judea. Más rima para los malhablados.

Para colmo le hicieron Rey, que en aquella época debía ser como hacerle a uno ahora Presidente de una Diputación Provincial, el amo del cotarro. Aunque no parece que sus administrados le tomaran muy en serio: se hizo internacional la expresión “Te jodes, como Herodes”, lo que da idea del nivel de fraude fiscal y de la chirigota con que se asumían sus dictados.

Un profesor suyo le dijo una vez que iba para ejecutivo. Pero, por una mala traducción del translator idumeo-inglés de google, o por un cierto grado de dislexia o porque planificó su futuro una noche que volvió a casa con una castaña como un General de División, interpretó que ejecutivo era el que ejecutaba. Cuando el chico entendió que aquello era su verdadera vocación, se puso a ello con una pasión envidiable. Ejecutó a  Antígono II, Aristóbulo II, Aristóbulo III (que empiezas a degollar Aristóbulos y pierdes la cuenta), a su mujer Marianma, a su suegra, a sus hijos Aristóbulo (si le coges manía a un nombre…), Alejandro y Antipater. 

Y lo malo de estas cosas es que son como el arrascarse, que uno sabe cuando empiezan pero no cuando acaban y, ya con el calentón, cuenta el Evangelio que ejecutó a todos los niños menores de dos años de Belén en la sospecha de que uno de ellos sería el Rey de los judíos. Por más que yo coincida Mel Brooks cuando decía aquello de “Is good to be king”, con la edad que tenía ya el bueno de Herodes, para cuando alguno de los de dos años pudiera hacerle la competencia, él llevaría ya dos o tres quinquenios dedicado a la cría de la malva.

Lo que me hace reflexionar. Si la matanza se produjo en Navidades… ¿no será que el hombre ya no aguantaba más los villancicos desafinados y los petardos de las narices? A ver si Herodes era, en el fondo otra víctima de la alegría desmedida del vecindario…

3 comentarios:

  1. muy divertida esta des-versión de HERODES! y con genial conclusión: tal vez los petardos le ensordecieron del todo !

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  2. Ja,ja...me has recordado una expresión que dice mucho mi marido. Cuando está hasta el gorro de los niños siempre dice: ¿Herodes? un santo varón era el hombre...ja,ja.
    Saludos desde Cádiz.

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  3. ¿Y por qué no os metéis también con Nerón, el de la lira la lira lalira?

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