REEDICIÓN. Publicado originalmente el 10/12/2010
Allá por la década de los 80, cuando mi avidez lectora y cinéfila era insaciable, atravesé una etapa en la que devoré varios libros y películas considerados futuro-catastrofistas, a saber: "1984", "Un mundo feliz", "Walden Dos", "Fahrenheit 451", "La fuga de Logan", " Blade Runner "y similares.
En mi juventud, todo aquello parecía obra de mentes retorcidas, de "conspiranoicos". Tales planteamientos no serían jamás tolerados por los defensores de la libertad. Nunca los hombres y mujeres permitirían que el Estado o las corporaciones industriales que aventuraban sucederle detentasen tal grado de control y poder sobre el individuo.
Hoy, casi treinta años después:
- El Gran Hermano es un espectáculo televisivo y una realidad consolidada no sólo en los centros comerciales privados, sino en la vía pública, patrimonio de todos, y se consagra en una ley de videovigilancia.
- No soy capaz de encontrar la diferencia entre el "soma" de Huxley y los programas del corazón o el fútbol retransmitido.
- Se queman Biblias y Coranes: los libros proscritos existen.
- Las multinacionales gobiernan los Estados a través de la economía.
- La eutanasia se consolida como derecho. Del derecho al deber no medía una distancia tan grande.
- Los poderes públicos velan por tu salud y seguridad: el cinturón de seguridad siempre abrochado, nada de fumar y vamos a recomendarte lo que debes comer. ¿ El siguiente paso será la dieta obligatoria ?
- Se empiezan a escuchar, entre los ciudadanos de a pié, las críticas a un sistema de prestaciones sociales que beneficia a los jubilados y ancianos frente a los jóvenes y los de mediana edad.
¡ Qué tétrico me parece el futuro !. Y más si lo comparo con los recuerdos de mi juventud. Todos esos momentos se perderán... como lágrimas en la lluvia.
Buenos días... y buena suerte.
Y esa burocracia de Rebelión en la granja....
ResponderEliminar