Es esta una novela que se ajusta de forma escrupulosa a los cánones de Arturo Pérez-Reverte. Protagonistas atractivos, con un cierto halo de misterio, pasiones tortuosas, y como ambiente vertebrador, un tema minuciosamente documentado y descrito con una precisión que admira; bueno, en este caso son dos temas, el tango y el ajedrez (repite, tras La tabla de Flandes).
Los protagonistas son Max Costa, que baila con las damas que viajan en un transatlántico y requieren sus servicios, ex-legionario, dotado de un encanto especial, y Mecha Inzunza, joven esposa de un compositor de fama mundial, hermosa y displicente.
El destino de ambos se va cruzando en tres sucesivas épocas, arrebatadas y tumultuosas, entretejiendo así una historia emocionante y conmovedora, rodeados, como es habitual en el autor, de secundarios estrambóticos que condimentan un relato ya de por sí sabroso.
Se trata de una obra atractiva y adictiva, impecablemente escrita y estructurada, llena de matices y de reflexiones, un libro para disfrutar leyéndolo. El desenlace flojea, como sucede en otras novelas de Pérez-Reverte, pero el resto, sin duda, lo compensa.
El tango de la guardia vieja
Arturo Pérez-Reverte, 2012.
Alfaguara, 504 páginas
Pes amí no me ha gustado nada, prefiero con mucho al Arturo de antes
ResponderEliminarCon el de antes, ¿a cuál te refieres? ¿Al de de La tabla de Flandes, al de El Club Dumas, al de La piel del tambor, al de La carta esférica...?
ResponderEliminarRespeto tu discrepancia, pero la veo en esos cánones que comentaba, buena narración y mal final. Gracias por tu comentario, y saludos
Sí, a ese Arturo, desde que lei el pintor de batallas, noté que no era el mismo y desde entonces he sido incapaz de terminar lo que ha escrito, y mira que lo he intentado, ya que era uno de mis escritores favoritos.
ResponderEliminarGracias a ti también por la respuesta