lunes, 26 de agosto de 2013

El insecto que llevamos dentro

Como cada día  el aterrador sonido del despertador interrumpe nuestro sueño, nos preparamos, cogemos el metro y vamos a la oficina. Tenemos que ser productivos el hormiguero nos necesita. Somos obreras, nuestra misión es trabajar jornada tras jornada,  llevar sobre nuestros hombros un peso superior a nuestro tamaño e ir de un lado para otro como autómatas.
 En las ciudades hay batallones de hormigas con traje, uniformadas que casi ni se les distingue, dispuestas  a importantes sacrificios  para perseguir una migaja de pan aunque en el camino haya multitud de obstáculos: trampas en forma de tela de araña, avispas dispuestas a clavarte el aguijón en cuanto te das media vuelta o babosas  capaces de arrastrase por un ascenso.
Tampoco podemos olvidar a las garrapatas que te chupan la sangre a cambio  del salario medio interprofesional  o que te recuerdan que como tú hay miles de insectos que pueden ocupar tu puesto.  Y que cuando hay  problemas, marrones  presionan y presionan hasta hacerte agachar la cabeza y convertirte en un bicho bola o tratar de pasar desapercibido cual insecto palo y confundirte con el mobiliario.
Vemos a pobres moscas que solo puede comer desechos y porquería porque no tiene otra cosa, o pensemos en el zángano despedido o desahuciado sino cumple los objetivos.
No se admiten pulgones, ácaros minan el sistema económico y  ha de enviarse a una mariquita para que restablezca el estatus quo.
También los hay  capaces de  reinventarse, de  transformarse de oruga en mariposa de vivos colores y surcar los cielos e ir de flor en flor. De tener vista  de libélula y rapidez en el vuelo.
Pero aunque en numerosas ocasiones nos veamos reflejados en ellos, y nos quieran hacer creer  que somos así de diminutos, no es cierto. Tenemos  un alma capaz de sacar lo mejor de nosotros mismos, de disfrutar con el sonido del mar,  apreciar el aroma de una rosa, estremecernos con una caricia, un beso, una sonrisa, una mirada…
¡No somos insectos! Somos personas y así debemos de actuar.


Aire

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