viernes, 17 de mayo de 2013

Ópera


Le gustaba escuchar música cuando trabajaba. El volumen alto, pero no demasiado, lo justo para que el sonido llenase el aire. Esto le permitía evadirse de lo que le rodeaba y a la vez concentrarse en la tarea encomendada.
La melodía no era lo  importante,  aunque él siempre tuvo sus preferencias. Recordaba con añoranza el resultado perfecto que logró aquella vez que  Madama Butterfly interpretaba su triste aria final en un recién estrenado equipo musical. Peor le había ido con la rumba o los boleros.
Ahora, el escenario estaba preparado, sólo quedaba pulsar el play para que sonase La Traviata. Cuando su dedo índice se acercaba al botón, el  teléfono móvil empezó a vibrar en el interior del bolsillo de su chaqueta. Era su madre.
Dejó que  soltase quejas y  mandatos, luego respondió en tono enérgico.
-Que sí, que no lo olvido. Compro las pastillas y el pan. No te preocupes. Ahora te dejo que estoy en una reunión.
Colgó y paseó la mirada por la habitación.
El hombre y la mujer tenían las facciones desencajadas. Sus ojos irradiaban un profundo temor. Respiraban con dificultad por la presión de la cinta adhesiva en la boca. Atados y  tendidos en la cama, pujaban por liberarse de las cuerdas de manos y pies sin lograrlo.
Era el momento, la melodía llenaba el aire, el cuchillo estaba en su mano. Con un golpe certero lo hundió una y otra vez en el costado del hombre hasta que éste dejó de respirar. Sin un segundo de descanso, aprovechó la furia que le envolvía y acabó con la vida de la mujer. Había sido rápido y la sangre apenas le había salpicado. Abrió la bolsa que siempre llevaba consigo y se cambió de ropa.
Pensó en su madre y deseó que alguien le encargase el asesinato de aquella mujer que era una pesada losa en su vida. Sólo por mandato, como un trabajo más,  podría matarla ya que sabía que  la fuerza de la sangre común, le impedía tomar semejante iniciativa. 
La ópera sonaba. El volumen alto, pero no demasiado, lo justo para que el sonido llenase el aire. Pulsó stop y se encaminó hacía la puerta de salida.

Calzas Verdes

1 comentario:

  1. Me encanta....muchas gracias por dejarlo aqui para poder disfrutarlo

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