Soy un hombre ya madurito, por no decir viejo, de setenta y siete años bastante bien
llevados, pero, con los achaques y limitaciones propias de la edad. Aquella
tarde.., volvía de una visita obligada
al odontólogo, e iba cavilando, tristemente, sobre lo cansado que me encontraba sin haber recorrido
aún cien metros de la avenida que me
separaba de mi domicilio, cuando…., took,
took, took, a mi espalda comenzó el sonido que, deduje, correspondería a
una pierna ortopédica. Aquello, despertó mi
añorado espíritu competitivo, ya que, de inmediato, me dije… jodeerr, ¡a
ver si ahora te va a enseñar el culo un cojo!…. aceleré el paso y…, took, took, took, el sonido no
disminuía. ¡Pues te vas a enterar cabrón!… sacando todas las fuerzas que mi
vejez me permitía, e impulsándome hasta con los dedos de los pies aferrados en
el asfalto, como en mis mejores tiempos aumente mi ritmo y…, tok, tok, tok, ¿pero será posible? me
decía…, y seguramente, el hijo de su madre, tiene hasta pierna de palo.
Me faltaban solamente unos pocos metros, para alcanzar el primer
desvío salvador que tenía previsto utilizar, para deshacerme de la
pesadilla, pero ya no podía más…, mi
soberbia calva desprendía humo, mi boca abierta, demandaba oxigeno para
complacer al corazón, la visión se
nublaba, y…., el took, took, took, continuaba
imperturbable. Ya al límite de mis fuerzas, y con el sabor amargo que me
transmitía mi orgullo mancillado, decidí
debería dejarle pasar por lo que, me detuve… ¡pasa de una vez capullo! mascullé entre dientes. ¡! Pero
al parecer él también se había parado, ya que el took, took, ya… ¡no se oía! Irritado ya, pensando se estaba
quedando conmigo .., iracundo y apretando los puños, me volví decido a llenar
de improperios al sujeto y.., la sorpresa fue mayúscula, ya que.., ¡no había
nadie! El desgraciado había desaparecido…
Inicié la andadura y la a carcajada que solté fue
tan monumental… que los viandantes se volvían asombrados, dudando, y con razón,
de mi cordura. Pero…, como explicarles que me reía de mi mismo, ya que, el
famoso ¡toook! lo estaba produciendo
mi prótesis dental al chocar en su envase…, y, por ende, ¡había competido con mi dentadura postiza!
Pemuaz Koné
Pemuaz Koné
Muy bueno, a mí también, me ha sacado una carcajada.
ResponderEliminarSaludos
Yolanda.