lunes, 7 de febrero de 2011
Bergamasco y la derrota
Primera jornada del torneo Seis Naciones de rugby, se enfrentan Italia e Irlanda en el Stadio Flaminio de Roma, abarrotado. Italia es la selección más nueva en este torneo, y nunca ha vencido a Irlanda, por lo que sus partidos mantienen la certidumbre de la derrota, aunque los espectadores alientan la débil esperanza de que aunque parezca imposible, alguna vez puede suceder el milagro.
Irlanda va ganando por 6 a 10, pero a 8 minutos de la conclusión y con un jugador menos, está sufriendo un empuje entusiasta de los italianos, que se traduce al final en un ensayo cuando solo faltan 4 minutos. 11 a 10. Mirco Bergamasco, el 11 italiano, falla la transformación. El marcador queda en 11 a 10.
No sé por qué, muchos jugadores de rugby tienen nombres que parecen escogidos a propósito para parecer personajes, a veces héroes: Bergamasco, Lo Cicero, Harinordoquy, Lagisquet. Quizás esto también forma parte del romanticismo de este deporte.
Tan solo restan 2 minutos para que Italia consiga lo que nunca habría soñado.
En ese momento, a pesar de la inferioridad numérica, otro con nombre de héroe, Ronan O’Gara consigue un drop que pone por delante a Irlanda: 11 a 13. Resultado final. Si Bergamasco, un buen pateador, no hubiera errado esa transformación, el empate al menos habría dado más esperanza a los italianos.
Es la historia de siempre, no es el rugby, es la vida. Creemos que nos está pasando algo grande, que por increíble que parezca somos nosotros, sí nosotros, los que vamos a ganar, y cuando casi estamos empezando a creérnoslo y a saborearlo, la realidad nos pone en nuestro sitio y nos devuelve a la derrota. Y eso por mucho entusiasmo y nombre heroico que queramos tener.
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Sólo son derrotados los que ya están derrotados antes de que comience el partido. Y seguro que en el tercer tiempo los irlandeses les compensaron el sinsabor a base de pintas. Gloria a Bergamasco y a todos los que lo intentaron. La vergüenza queda para los que no lo intentan.
ResponderEliminarLa derrota dignifica, aunque duela, sobre todo cuando no se ha merecido, y se ha luchado.
ResponderEliminarComo dice Fito, "será más divertido cuando no me toque perder...".
C'est la vie...