Para cumplir las normas de
etiqueta, los invitados han de tomar,
por ese orden, primero la cuchara, después el cucharón, a continuación los
tropezones, luego la sopa (que debe estar muy caliente) y finalmente la sopera.
Aunque pocos invitados sobreviven a tal demostración de buenas maneras, tenga siempre
a mano el teléfono de emergencias y el del sacerdote de guardia más cercano a
su domicilio, por si alguno de los asistentes a la cena no se sintiera lo
bastante satisfecho y deseara tomar
los santos oleos, que en este caso, y sin perder la compostura, deberían ser
aplicados con un hisopo de plata...
Antonio Serrano Fontana
No hay comentarios:
Publicar un comentario