Toca
salir ahí fuera y lidiar con el miedo.
Este
jodido virus no conoce. Y la posibilidad de entregar la cuchara está siempre
presente.
Pero me
da por pensar que morirse no es sino una circunstancia de la vida. No es
preocupante. Lo malo es morirse sin haber hecho nada bueno durante la vida.
Haber vivido sin saborear la vida. Haber vivido sin sentir la pasión. Sin haber
cumplido con tu deber. Sin haber reído y llorado. Sin haber besado con el alma.
Sin haber pasado por los cielos y los infiernos. Sin haber soñado sueños de
verdad. Sin haber parado el tiempo y el dolor entre los brazos de alguien
amado. Sin haber sufrido y haber mordido la manzana del placer. Sin tener
alguien a quien llamar tu amigo.
Si nos
toca morir, moriremos. Pero como Neruda, confesando que hemos vivido.
No hay
que tener miedo a la muerte. Hay que tener miedo a no vivir.
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