Parece mentira, ya ni me mira. Me siento mal, lo
nuestro terminó. Antes fue todo el cariño para mí. En la negrura de luna nueva así comenzó el
diálogo. -No debes tomarlo de esa
manera Miguel, las mujeres siempre se
enamoran y desenamoran y quienes
padecen por ellas quedamos, como tú ahora, desencantados, ¡arriba ese ánimo! Ya
nos buscará y pedirá perdón, ya verás. Deberías saberlo… -Agradezco tu buena voluntad Julio, pero me
duele. Sé que sabes de historias de
mujeres pero no me alcanza. Ella me olvidó y estoy seguro que será para
siempre. Alguien me desplazó. Antes dormíamos con la luz encendida, abrazados me
apoyaba en su pecho. También caí de la cama cuando ella soñaba. -Te confieso que
hace tiempo conmigo pasó lo mismo, después
el romance fue contigo. Me tragué la ofensa, mas no te dije nada, debemos adaptarnos a los vaivenes
femeninos y ahora te tocó a ti. Cuando terminó conmigo terminó una etapa feliz de su vida, eso fue
todo. Confío que tarde o temprano me buscará. -Sospeché que contigo pudo haber algo, tu confesión me lo confirma. ¿Cuándo fue que no
me enteré? -Hace tiempo, cuando era una chiquilina de trenzas negras y pechos
pequeños; íbamos a la playa, allí también
dormíamos abrazados. ¡cómo quemaba el
sol! A todos les hablaba de mí; les decía que la había atrapado, que no me
podía dejar ni un minuto, que era lo más, y ya ves, ahora la miro y disfruto
recuerdos tan bellos. -No sabes lo mal que estoy. Fíjate que nuestro primer contacto lo
tuvimos cuando ella estaba en el bachillerato, aún era la que me contáis con
trenzas y senos pequeños. A la playa contigo e inmediatamente, cuando empezaron
las clases, entusiasmada conmigo. ¡Y hoy es con un hippie de barba, con quien duerme abrazada!. ¡Y con ese, que lo que menos tiene
es cara de intelectual! Con nosotros, tú
hablándole de la Maga y yo de Amadís de Gaula
le inculcamos el gusto por la lectura y hasta una conducta de vida. -Veo los lomos de nuestros vecinos: Saint
Exupery, Pirandello, Esopo todos le aportamos algo o mucho a su madurez que
disfruta con el barbudo. No te preocupes Miguel, cuando tenga un niño seguro
nos buscará y le leerá al niño esos pasajes que tanto la divirtieron; ahora
creció, y seguimos en el estante en la cabecera de su cama, cualquiera de estas
noches, cuando él ronque, estirará la mano y nos alcanzará. Sus libros no
estarán nunca cerrados para siempre; aunque el tiempo nos pinte de amarillo al
leernos brotará frescura de nuestras páginas.-Él duerme con
su torso desnudo, ¡escucha cómo ronca! Mira: ella enciende su linterna, busca
algo en el bolso, saca un libro, se ve que se cansó del burro que tiene al
lado. Yo le hablo Julio, Mary…Mary, ¿me oyes? Soy yo, Miguel, estamos con
Julio, acá, en el estante, nos tienes olvidados, extrañamos tus caricias… nos
cambiaste por ese que ronca. La muchacha
soñolienta se restregaba los ojos en la penumbra. -¿Qué? ¿Quién? El embrujo de
la noche apenas era iluminada por el cri cri de las estrellas. Comprendió en
seguida quien le hablaba. -No crean amigos que los he olvidado. Xavi es lo
más, duerme porque anoche estuvimos de festejos
¡le avisaron que ganó el Primer Premio de Poesía de la Real Academia con este libro que me dedicó: “…de Poemas y de Amores” ¡Es un poeta divino!
¡Y me lleva a Madrid a cobrar el premio, 50,000 euros!
Nilo
Puddu
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