Maj
Sjöwall y Per Wahlöö son probalblemente los creadores de un género literario contemporáneo,
“hijo” de un género mayor: la novela negra sueca (o extendámoslo un poco, y
metamos a Henning Mankell, novela negra escandinava).
Aunque
recientemente haya sido el desdichado Stig Larsson el que más la popularizó, esta
pareja fue sin duda la que, desde los años 60, dignificó un tipo de literatura
que en Europa no había tenido un recorrido tan grande desde clásicos como
Agatha Christie o Georges Simenon, entre otros.
A
Sjöwall y Wahlöö les debemos la serie del inspector Martin Beck, que finaliza
con esta obra, “Los terroristas”. El inspector Beck se enfrenta al crimen en
una época difícil, fuera del romanticismo de Poirot, y sin los avances
tecnológicos con los que cuentan los detectives actuales. Un punto en común de
las novelas de Beck es que no hay una sola historia, sino que se entremezclan
varias situaciones, algunas policiacas, y otras menos. Otro denominador común
es la crítica feroz de una sociedad tan mitificada desde el sur de Europa como la
sueca; yo me pregunto ¿qué habrían dicho estos escritores si hubiesen sido
españoles? Lo cierto es que son implacables.
“Los
terroristas” es una obra maestra. Uno no sabe por dónde le están llevando los
autores hasta muy entrados en la novela. La confluencia de una joven idealista
e ignorante que pierde a su hija, la amenaza de un magnicidio en territorio
sueco, y las historias de los protagonistas es un cóctel que deja un
maravilloso sabor. Martin Beck es un poco estereotipado como policía íntegro y
algo atropellado por una existencia gris, pero ese es un pecado venial.
Imprescindible.
Los
terroristas
Maj Sjöwall y Per Wahlöö, 1975
RBA Libros, 448 páginas
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